Cuatro

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Park Jimin no cabía en su felicidad, no podía creer lo fácil que había sido conseguir al chico que realmente quería para él, su sonrisa era inmensa mientras caminaba junto al pelinegro tomados de las manos.

Luego de que las dos primeras horas de clases terminaran habían decidido ir a la cafetería juntos por algo de comer, Jungkook prometió explicarle mejor el juego ya que hasta ahora Jimin solo sabía lo "teórico" pero aun así quería entenderlo por completo.

—Oye, no creí que fueras tan meloso, Rosita.-dijo Jungkook cuando sintió el cuerpo del más bajo apegarse a su cuerpo mientras hacía pequeños sonidos de felicidad.

Jungkook se detuvo en medio del pasillo analizando la expresión brillosa del pequeño.

Mientras que Jimin parecía el hombre más feliz del mundo, Jungkook parecía un poco agobiado, él no era del estilo romántico en lo absoluto, aunque por tratarse de su pequeño Jimin tampoco se quejaría pero de igual forma no estaba acostumbrado a esos tratos en general.

—¿A qué te refieres Kook?-le pregunto sin perder su sonrisa.

Jungkook suspiró, para ser honestos con todo el mundo él nunca creyó que estaría en una situación como esa, cuando vio por primera vez a Jimin, le pareció un chico inocente y tímido que no le interesaba perder su tiempo con un chico como él.

En el transcurso del tiempo lo supo, Jungkook supo leer la personalidad de Jimin y sabía que no podría tener oportunidad con él, por eso nunca intentó nada.

Pero parece que se equivocó en varias cosas referentes al pelirosa, ya no creía del todo que era un ser inocente y tímido como antes y menos cuando lo atrapó observando el lado sur y frontal de su anatomía en varias ocasiones.

—Pues, me parecías un chico tímido antes pero... - se detuvo cuando los brazos de Jimin rodearon su cintura su cuerpo se tensó por la mirada profunda del pelirosa.

—Puedo ser lo que tú quieres Jungkookie.-le dijo de manera melosa mientras se puso de puntitas para dejar un suave beso en la barbilla del pelinegro.

Jungkook parpadeó repetidas veces sin poder creer aún la actitud de Jimin pero no se atrevió a decir algo más por miedo a como Jimin respondería.

—De acuerdo, de acuerdo.-dijo mientras llevaba sus manos a los hombros ajenos. —Lo tomaré en cuenta pero por ahora ya puedes soltarme.

La cara de Jimin se transformó ante las palabras del pelinegro, Jungkook se arrepintió al instante de haberlas dejado ir al ver la expresión del pelirosa.

—Yo no soy Taehyung, a mi no me digas que me aleje.-dijo Jimin con seriedad mientras apretaba sus manos en la espalda de Jungkook.

—No te enfades Rosita, es solo que no estoy acostumbrado a este tipo de situaciones, usualmente las evado por completo pero nunca lo haría contigo, solo tengo que trabajar en ello.-dijo atropelladamente Jungkook mientras tomaba los cachetes de Jimin con ambas manos.

Jimin hizo un puchero poco convencido ante sus palabras pero decidió dejarlo pasar, sintió el dedo pulgar de Jungkook acariciar con lentitud su mejilla y su puchero se transformó en una sonrisita tímida.

El ambiente entre ambos cambió cuando Jungkook acarició cerca de sus labios hasta rozar el inferior, Jimin agradecía en esos momentos el haber tomado uno de los pasillos solitarios de la escuela.

Jungkook tuvo que luchar por concentrarse y recordar que no podía acelerar las cosas, se le había dado la oportunidad de estar con el chico que le gusta y no planeaba arruinarlo con sus estúpidos impulsos.

Pero parecía que Jimin pensaba diferente a él, sus labios se abrieron con sorpresa y jadeó cuando la lengua del pelirosa tocó su dedo para después sentir como lentamente lo chupaba.

Jungkook se apartó chillando para nada masculino sin poder creer lo que acababa de pasar, su trasero choco contra el duro suelo cuando tropezó con sus propios pies.

Jimin lo observó divertido y Jungkook tragó saliva cuando vio un brillo malicioso en la mirada de Jimin.

—¿Qué pasó Kookie? - preguntó inocente Jimin viendo como de manera dificultosa Jungkook se levantaba del suelo.

—¿A mí? ¿Qué pasa contigo? - preguntó aún afectado pero antes de que Jimin respondiera Jungkook negó frenéticamente. - Olvídalo, olvídalo sigamos caminando.

Tomó su mano y lo arrastró ignorando su risita, lograron caminar un poco más cerca de la cafetería pero fueron detenidos por un cuerpo femenino.

—Alto ahí los dos. - dijo la chica de pelo corto alzando una mano frente a Jungkook. —A ustedes los estaba buscando.

No ahora por favor...

Pensó Jimin mirando mal a su casi ya no tan querida amiga.

—Hani. - le dijo de manera amenazadora Jimin pero como se lo imaginó la chica lo ignoró.

—Soy una de las organizadoras del juego del pepero y vengo a ser de intermediaria. - dijo cruzándose de brazos.

—Excuse me?- chilló Jimin en un pésimo inglés que hizo reír un poco a Jungkook.

—Jimin, tienes una caja de peperos, si no los vas a usar entrégamelos, se los daré a alguien más.

—¿Y quién dice que no vamos a jugar? - preguntó Jungkook a la defensiva.

—Pues, ya es el segundo día y no veo acción por aquí. - dijo como si fuera obvio Hani mientras rodaba los ojos.

Jimin rápidamente sacó su cajita mostrándoselo a la chica que lo veía divertida.

—Kookie, juguemos ahora. - le dijo Jimin decidido.

Jungkook bufó y sin más le arranco la caja de las manos y de manera rápida sacó uno de los Pockys, en menos de lo que se esperaba Jungkook ya había colocado el palito de chocolate en los labios de Jimin mientras comenzaba a comer.

Hani chilló emocionada al ver a su shipp de shipps en esa situación, como toda fangirl sacó su celular para grabar la escena y tal vez, tal vez, mostrárselo a Jimin luego.

Mientras más comía Jungkook más cerca se encontraban, Jimin tembló ante el agarre de Jungkook en sus caderas y jadeó cuando sintió su aliento a chocolate, podía ver al pepero encogerse cada vez más y más y cuando por fin sintió sus labios rozar un poco, Jimin no pudo evitar inclinarse para besarle pero casi al instante Jungkook se apartó.

El pelinegro a penas y pudo evitar que el diminuto pedazo de chocolate cayera al suelo, casi al instante fue arrebatado de su mano y observó como Hani lo colocaba en una especie de bandeja que no lo había visto hasta ese momento.

—Si, muy bien, está en el rango necesario para ganar. - murmuró Hani mientras metía el pedazo de chocolate en una pequeña bolsa mientras anotaba algo en un papel. —Sigan así chicos, tal vez ganen.

Desapareció casi al instante en el que terminó de hablar, para Jungkook no pasó desapercibida la expresión malévola reflejada en todo el rostro.

—Oye Jimin, tu amiga da mie... ¿Por qué me ves así? - preguntó Jungkook viendo como Jimin apretaba los labios.

—¿Por qué no me besaste? - le reprochó Jimin a lo que Jungkook se dedicó a solo rodar los ojos.

Tomo su rostro entre sus manos para atraerlo al suyo y besarlo pausadamente, pudo escuchar un jadeo feliz ante el beso repentino y Jimin no tardó nada en envolverse alrededor del cuerpo de Jungkook.

Puedo acostumbrarme...

Pensó decidido Jungkook, después de todo sabía que se venían muchas cosas por descubrir por parte del pelirosa. 

Pepero gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora