𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔🥀 𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊

65 10 2
                                    


Entonces, se lanzó la pregunta

Al viento, a la noche, a la vida

¿Dónde yace su vulnerabilidad?

¿en el vuelo azul?

O es acaso

¿en las alas tristes de mariposa?



Chan aprieta los ojos y siente el ardor detrás de sus ojos cuando Felix se deshace como arcilla en sus manos, solloza desconsolado en sus brazos.

Él repite una y otra vez como un mantra que lo adora que no hay nada malo en él.

Pero Felix no lo escucha.

De repente empuja sus brazos y lo mira.

Y es la imagen más dolorosa que ha visto en su vida todo ese rostro rojo y los ojos aun cristalinos por las lágrimas que se resisten en ser derramadas.

—Cariño—murmura Chan acariciando los párpados pintados con pequeños lunares marrones.

—No, por favor.

Cuando aprieta los ojos, las lágrimas se deslizan por sus mejillas.

—Yo- solo necesito un momento. Iré a dormir porque al parecer es lo único que puede hacer en este estado inútil.

—No es cierto, Lixie; no digas eso —Chan se siente desesperado porque siente que no encuentra la forma de consolar la desolación que azota a su omega —y tampoco hay nada de malo en que quieras dormir más.

Chan se resiste en soltarlo, en dejarlo ir de esa forma, pero Felix aparta su mano.

Y se siente como un rechazo, una quemadura al centro de su ser.

—Quiero estar solo, Chris... yo-

La voz del omega se quiebra y no se anima en alzar la mirada.

—Entiendo, cariño —él no entiende, quiere llorar, quiere abrazarlo, quiere morderlo, no sabe qué hacer.

Pero no hace nada de eso.

—Estaré en nuestra habitación, pero quiero estar solo —repite.

Y el corazón de Chan se resquebraja.

Él asiente, él no presiona.

Porque es el mayor, porque debe respetar lo que dice el omega, porque entiende el significado de las palabras no dichas.

Quiero estar solo, lejos de ti, no vengas a mi nido.

Y solo cuando Felix desaparece subiendo por las escaleras deja que las lágrimas caigan libres, un sollozo escapa, pero es el único sonido que hace en los minutos que transcurre llorando.

Pasan horas que se sienten como días que pelan su piel, lo descascaran como piel muerta expuesta al sol, el dolor dejándolo en carne viva.

Él sube derrotado al segundo piso dirigiéndose a la habitación de invitados, pero cuando pasa por la habitación principal la puerta está entreabierta.

Chan se detiene.

Él ha llegado a conocer a Felix en todo este tiempo que han pasado juntos y más ahora que han tenido que convivir desde que se enteró el embarazo.

Las flores más hermosas nacen en invierno [Chanlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora