°Sindrome Lima

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“Ni madres”

Pensaba una y otra vez el gordo repitiendo aquella frase en su cabeza todas las veces que pudo.

“puta madre"!!!  grito furioso.

No podía sacar a Ayla de su cabeza y lo peor era que no disfrutó coger con otra que no fuera ella.

El estar con Maria penetrandola no le había causado placer alguno y era la única mujer que lo prendía a pesar de ya estar varias veces con ella.

Al entrar a la casa por instinto fue directo a la habitación de Ayla,su corazón se aceleraba de tan solo saber que la vería.

Abrió la puerta Ayla estaba sentada en el suelo mirando con atención la madera que cubría el suelo,cada línea que tenían las contaba para matar el aburrimiento.

—mmm—el gordo raspó su garganta para llamar su atención Ayla dirigió su mirada hacia él con miedo de pensar en la próxima cosa que le haría solamente para vengarse de Llyod

El gordo ya había notado que Ayla era una mujer tranquila no trataba de escapar así que le permitió salir fuera al gran jardín

—es tiempo de que tomes un poco de sol—.

Ella entendió, eso la emocionó un poco,estaba vestida con un enorme suéter y un pans que le quedaba grande.Por fin pudo respirar el aire fresco,sentir el viento golpear su rostro,estaba feliz algo cotidiano se había convertido en una apreciada y privilegiada acción.

Sonriendo por primera vez en varios días olvidó por segundos aquella situación en la que estaba.

El gordo la miraba desde una mesa y se dió cuenta de que Ayla estaba llorando miró con atención cada movimiento.
Ella se sentó en el pasto perfectamente podado mientras limpiaba sus lágrimas la chica quiso aprovechar cada segundo de esta pequeña libertad

—ven a desayunar—le ordenó el gordo, Ayla primero miró y después se levantó para ir.Comenzaba a desconfiar de su amabilidad.

Tomo asiento frente al gordo sus miradas se encontraron ,el gordo se quedó segundos mirándola y su corazón se acelero tal cual como si fuera adolescente callendo en las redes del amor por primera vez

—¿Sucede algo?—pregunto preocupada Ayla al notar la mirada en ella que la hicieron imaginar mil cosas

—solo desayuna y no hagas preguntas—.

El gordo se levantó y se alejó rápidamente de aquél lugar, pero desde su oficina que tenía una ventana que daba para el jardín miró con atención como Ayla disfrutaba cada bocado pues también era su primera comida decente en semanas.

Llyod se encontraba repasando nuevamente el plan con sus hombres y Seis,habían estado cambiando las fechas de la extradición del hermano del gordo por temas de seguridad

—hasta ahora está es la última fecha confirmada—-habló Llyod—repasamos mil veces el plan así que nada debe salir mal

—todo saldra bien,hemos contemplado cualquier tipo de imprevisto—hablo Seis.

En dos días por fin podría rescatar a Ayla y la podría tener de vuelta a su lado.

El síndrome de lima,el gordo buscaba respuesta a ese pequeño momento que le pareció sentir algo por Ayla y la respuesta fue clara.

En pocas palabras: el secuestrador desarrolla, amor, compasión, empatía hacia su víctima creando un vínculo afectivo.La contraparte del síndrome de estocolmo se cuestionó si Ayla tendría el síndrome de estocolmo, aquella sonrisa que tenía en el jardín podía ser una señal,sin duda ya estaba viendo cosas que no eran

—disculpe señor tiene una llamada—el flaco le entregó la línea segura a su jefe

—bueno

—ya programé la fecha para el traslado de tu hermano, asegúrate de enviarla al lugar acordado

—mas despacio preciosa,no solo la liberación de mi hermano fue lo que acordamos

—necesito tiempo,no es fácil que me coloquen de jefa estando Carmichael en el camino

—no pongas pretextos y trabaja en ello se eficiente—le colgó a Suzanne.

Antes no hubiera dudado en entregarle a Ayla ahora pensaba en como hacerle para no dársela ni a ella ni a Llyod.

Suzanne estaba molesta,el gordo la presionaba para que logrará que Estados Unidos cancelará la extradición de su hermano,si bien ella con el puesto de Carmichael no tendría el suficiente poder para evitarlo,si podía lograr que las personas encargadas de eso la tomaran en cuenta.

A toda prisa se fue en camino a ver a Carmichael quien estaba ocupado

—¿Qué se te ofrece?

—¿Qué sucede con Ayla?—preguntó— Si ya se que algo le pasa por más que la busco

—no es de tu incumbencia Suzanne—.

El gordo volvió a salir al jardín, Ayla estaba mirando las nubes acostada,de nuevo al mirarla sintió su corazón hacelerarse,así que se acercó sigilosamente hasta quedar a su lado

—ese tiene forma de pistola—le comentó a Ayla,ella lo miró estaba confundida

—más bien yo diría que se parece a un micrófono—le respondio.

Ambos se sentaron en silencio,el gordo aprovecho para tomar de la mano de Ayla tomándola desprevenida ella no entendía ese comportamiento tan repentino de el,el viento comenzó a soplar más y el cabello suelto de Ayla le cubría la vista,el gordo acomodó los mechones atrás de las orejas.

No podía protestar o retroceder,no quería que ese hombre la lastimara de nuevo y le hiciera daño como aquel día en que se conocieron.
De tan metida en sus pensamientos perdió la noción de la realidad en esos segundos en dónde el gordo se acercó a ella plantando un beso que regresó a Ayla a la realidad.

Sus ojos se abrieron de sorpresa mientras que los del gordo estaban cerrados y con la mano derecha la invitaba a eliminar el espacio entre ambos.

Ella trató de quedarse en el mismo lugar cosa que le hizo pensar al gordo que no quería esa posición así que tomo la iniciativa y logró que ambos quedarán acostados en el suelo,el sobre el cuerpo de ella

—ahora entiendo a Llyod—Ayla estaba aterrada no había nada peor que tener a dos psicópatas enamorados—esos ojitos nunca me cansaría de verlos al igual que de probar tus labios

—tengo ganas de ir al baño—se excusó Ayla cortando el ambiente

—ve—

Salió corriendo al baño en dónde lo primero que hizo fue vomitar

—¿Estás bien?—de nuevo escuchó aquella voz terrorífica y sintió aún más asco.

El gordo tocó y tocó varías veces la puerta sin tener respuesta de Ayla

—voy a entrar

—no!!! Estoy vomitando no creo que quieras ver esto solo dame un poco de tiempo—.

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