You Belong with Me [sonny&cuti/deki]

dieciocho

Deki estaba nervioso, no lo podía negar, todo su cuerpo temblaba y sus manos sudaban más de lo común al ingresar al estadio Wembley. Era atemorizante ingresar a la zona de familiares y amigos, le generaba ansiedad encontrarse con gente cercana a Cuti o no sabe bien, quizás hablar con las parejas. Entiende que no debe preocuparse, pero ya estaba en su naturaleza sobre pensar cada situación en la que se metía.

Una pequeña notificación hace que se ilumine la pantalla de su celular, es Lolo que le pregunta cómo se encuentra. Deki suspira mientras escribe que está bien y quiere omitir la parte que está en estadio para ver al argentino. No es que le deba explicaciones ni mucho menos, no quiere lastimar a su amigo más sabiendo los sentimientos que tiene por él. Ya lo preocupó lo suficiente cuando desapareció del festejo por el tema de su celo y no le avisó a nadie. Tampoco sabe si Cristian lo hizo por él. Como haya sido la cuestión, cuando estuvo en sus cabales y agarró su teléfono vio las distintas notificaciones de sus compañeros, del uruguayo y de Pierre mostrándose alertas y preguntándole a dónde se había metido. Al menos se sentía querido y protegido en su entorno.

Avanzó por las butacas y fue a buscar a donde se le había sido asignada, al encontrarla efectivamente estaba rodeado por las parejas de los demás jugadores. Varias omegas rubias, algunos alfas y omegas que jugaban en distintos clubes, la mayoría con sus cachorros y bueno ahí en medio estaba él.

Aún faltaba bastante para el inicio del partido, podía comprarse algo para comer mientras tanto o quizás distraerse un poco con sus redes sociales. Sí, eso haría.

"Disculpa, ¿Vos jugas en el Tottenham?" Le preguntaron en inglés, al girarse se dio con la melena rubia del delantero del Manchester City Erling Haaland, al parecer eran los únicos que se conocían mínimamente o se tenían de vista.

"Uh, sí" murmuró frente al Alfa. "Soy Dejan"

"Erling" El chico se sentó a su lado. "Veo que también viniste por alguien"

Deki miró la camiseta que tenía puesta, era la de Cristian, con el trece y el parche de campeón de América, y se sonrojó. Igual no era la misma que le había regalado antes, le pasó otra porque la primera quedó un poco... durante el celo y después ya no sé veía tan linda y pulcra como al inicio.

"Sí, yo... vine por Romero" Confesó tímidamente.

"¿Viniste por Cuti?" Se sumaron a la conversación otras Omega y una Alfa, que identificó como Jorgelina, que se acercaron a hablarle y hacerle preguntas sobre hace cuánto llevaba conociendo al Alfa. Erling tampoco se quedó atrás en el interrogatorio.

¿Así eran con todos?

***

"Che, qué onda que estas todo nervioso"

Nahuel le lanzó una media a su amigo sentado pensativo en su locker. A su lado también estaba Lisandro con la pechera de suplente mirando al cordobés con una cena alzada mostrando sospecha.

"Te vino a ver, ¿No?"

Sin respuesta.

"¡¿Te vino a ver el coreano?!" Exclamó Nahuel y el Alfa saltó a taparle la boca al Omega. "¿Ya te confesaste?"

"¡No! digo, no es Sonny" Soltó a su amigo y se volvió a sentar.

"¿Quién vino?" Preguntó más calmo Lisandro.

"¿Superaste al coreano?" Continuó Nahuel.

"Vino Deki, es... No sé" Confesó el cordobés. "Y sobre Sonny, no lo sé. Tipo sé que algo me pasa con Deki, sé que me gusta y mucho"

"¿Pero él sabe eso?"

"Ninguno sabe, sólo que a Deki lo ayude en su celo y..."

"Ni lento ni perezoso" acotó Nahuel riéndose. "Hijo 'e tigre"

"Para que es complicado" Lo detuvo el más alto. "creo que tiene algo con Rodri"

"Ah, sos chaja" murmuró Nahuel balanceándose de un lado al otro.

"Bueno, pero tenes que hablarle y ver qué sigue con lo suyo" Aconsejó Licha golpeando a Nahuel en el brazo para que se quede quieto. "Lo bueno es que vino a verte"

"Además tan enganchado con Bentancur no está si vino hasta acá" tiro otro comentario el chico de Embalse.

"Es cierto" Asintió Licha palmeando la espalda del más alto. "Aunque debes resolver tu tema con Son"

"¡Vamos chicos, a entrar en calor"

***

El partido dio inicio, fue una dominancia absoluta del seleccionado argentino. Fácilmente llegó el primer tanto, luego el segundo y recién al final hubo un tercero de Paulo, su antiguo compañero de Juventus. Fue disfrutable y se vivió una fiesta por la cantidad de público argentino que se pasó alentando a la albiceleste.

Dejan siempre se pasó buscando al Alfa con la mirada para poder seguir su recorrido y alegrarse con la magia que él tenía al moverse en la cancha. Sí, podía ser algo bruto y bastante drástico al momento de defender, pero eso a él le fascinaba. Ni hablar de la pasión que se le veía en sus ojos. La verdad era que no podía dejar de lado su corazón hincha del cordobés que era dueño de su corazón.

Cuando terminó el partido celebró con sus demás vecinos y no se atrevió a ir hasta la cancha, vería todo el festejo desde su asiento. Así que, a la distancia -y por las pantallas del Wembley-, lo vio coronarse con otro título y portar una nueva medalla alrededor de su cuello. 

Recién se pudo encontrar con Cuti, esperándolo a las afueras de los vestidores, luego de que se produjera allá adentro todo un festejo al ritmo de cumbia y fuerte olor a birra. Para el momento en que Cristian apareció, todo sonriente, mucho más cariñoso que de costumbre, lo estrechó en sus brazos, apretujándolo contra su pecho de una forma en que Deki podía sentir los latidos del Alfa con facilidad.

"Te dije, Deki, la camiseta te queda pintada" Le dijo Cuti al apartarse del abrazo y dejando su beso en la mejilla de este. "¿Y? ¿Qué te pareció?"

"No pude dejar de verte" Confesó Dejan sonrojándose. "Lo hiciste muy bien"

"Por estos colores siempre me esfuerzo al máximo" Cristián volvió a rodear la cintura del pelirrojo con sus brazos cubiertos por tatuajes para esconder su rostro en el hueco del cuello del sueco, quien sintió un escalofrió cuando la respiración del argentino rozó su piel. "Hueles tan rico"

"¿Así?" La piel se le erizó al momento en que, en medio del pasillo, Cristian empezó a besar esa zona de sus glándulas aromáticas. Deki se sentía tan mareado y con la temperatura en su cuerpo subir ante aquel acto.

"Muy rico" Afirmó y tomándole de la mano se dirigieron al baño para seguir con el ambiente subido de tono en que se habían sumido.

A la distancia, escondidos detrás de una columna con el propósito, en un principio, de saludar al Omega que había dejado desorbitado a su amigo, pero que al ver como la charla se volvía más acalorada, prefirieron quedarse en ese lugar hasta verlos desaparecer. También se aseguraron que las demás personas que querían utilizar el espacio no sufran algún trauma al poner un cartel que indicaba 'clausurado'.

Sí, su amigo debía aclarar lo que le pasaba porque el colorado se veía bastante enganchado.

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BUENO APARECÍ

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