Capítulo 4: El cambiaformas
El sol evitó que viera el rostro de su raptor por un par de minutos, eso hasta que lo que parecían ser unas enormes alas taparan el sol al extenderse por completo, jadeó sorprendido y aterrado a la vez, era una persona, al menos eso parecía, un hombre alto de tez levemente bronceada, unos ojos de un profundo tono verde bastante llamativo, casi llegando al tóxico que lo miraban con lo que parecía ser una mezcla de indiferencia y confusión, su cabello era tan negro como la misma noche al igual que esos extraños miembros que llevaba, parecía una especie de demonio, aunque debía admitir que un demonio bastante lindo.
Qué - un susurro apenas audible salió temblorosamente de sus labios, vio como aquella persona lo miró con lo que parecía ser confusión - ¿Quién eres tú? - murmuró con algo de temor - ¿Qué eres tú? - especificó intentando retroceder.
Humanos - bufó rodando los ojos, vio como él intentaba alejarse y en un rápido movimiento atrapo su pierna con la cola y lo atrajo de nuevo consiguiendo un leve grito de su parte.
¡Aléjate de mí! - le exigió con terror logrando que él suspirara algo exasperado.
No te voy a lastimar - Intentó hablar con las manos en alto en un intento de fallido de verse menos amenazante para él, Hipo vio con terror y leve fascinación como aquella acción revelo la musculatura muy bien formada de aquel sujeto - eres más pequeño de lo que imagine - murmuró curioso cuando lo vio mejor.
¿Disculpa? - preguntó claramente ofendido por el comentario, esto hizo al extraño hombre sobresaltarse y ponerse levemente nervioso.
No, no, no quise decir eso, lo siento - se disculpó con rapidez causando su sorpresa, ¿Él se estaba disculpando?, ese día se estaba volviendo cada vez más raro, primero un dragón no quería atacarlo, segundo fue raptado y tercero su raptor se estaba disculpando con él... ¡por haberle ofendido!, estaba a punto de pellizcarse para ver si todo era simplemente producto de su imaginación - bueno... debes tener hambre, ¿Cierto?... ven - pidió como intento de cambiar el tema de conversación antes de caminar un par de pasos dejándolo atrás por breves segundos, luego de no sentir su presencia tras él volvió a girar - ¿No vas a venir? - preguntó intrigado y confundido al ver que él no hacía ningún esfuerzo por seguirlo, Hipo simplemente le miro con desconfianza - Sabes que no te voy a morder ¿verdad? - preguntó con algo de cansancio.
¿En serio no me vas a hacer nada? - preguntó aún con desconfianza, aquella persona pareció luchar por no rodar los ojos o bufar antes su comentario, Hipo se empezó a levantar con cuidado en busca de ver algo que amenazara su seguridad, para su fortuna él no había hecho ningún movimiento más que simplemente seguirlo con la mirada.
¿Tengo que decirlo tantas veces para que me creas? - preguntó bufando luego de verlo tenso, él se avergonzó un poco y se permitió relajarse brevemente, empezó a caminar con algo de cuidado hasta él, cuando estuvo a una distancia prudente él siguió avanzando hasta llegar a una laguna, se sentó frente a lo que parecía ser una pequeña fogata hecha con anterioridad para opacar el probable frío de la mañana, con la mirada lo invitó a sentarse y él lo hizo con algo de cuidado- no sé que comen los humanos, así que opté por traerte esto - admitió sin una pizca de interés antes de lanzarle un pescado crudo que con algo de dificultad logró agarrar - está recién pescado, tienes suerte, no suelo pescar para muchas personas - comentó antes de acercar el suyo propio a su boca y arrancarle la piel junto con la carne de un solo mordisco, Hipo logró ver que sus dientes tenían una forma más puntiaguda cuando comía, algo extraño debido a que juró ver cómo sus dientes eran normales minutos antes.
Tus dientes - murmuró confundido, él le miró curioso mientras seguía masticando el pescado - juraba que tus dientes eran planos - murmuró sin entender, él tosió un poco antes de tragar y aclararse la garganta.
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Mi mejor amigo
Fanfiction"Pequeño" "Delgado" "Patético" "Poco Vikingo" Esas eran las palabras que lo definían, palabras que solía escuchar a menudo en su tribu, su vida no era más que una comedia trágica - Al menos así le decía - Nunca tuvo amigos, los vikingos de su edad...