La llegada de Eren a Orvud fue un bálsamo en los corazones de sus padres y su hermana. Incluso, al verlo, la salud de Petronella había mejorado notablemente, llorando de la felicidad al ver que no era una alucinación de la muerte, sino una hermosa realidad. Aun así, prefirieron llevar su estadía en secreto, pues Eren les contó que había escapado de sus salvadores, ya que los prisioneros de la isla recuperados no fueron rescatados del todo, sino que, al estar en contacto con titanes y robado algunos pergaminos antiguos de Marley, los Azumabito habían sugerido experimentar con ellos para dar el contraataque. Propuesta bien recibida en Mitras.
Lo cual hacía que el papel de Eren cambiara drásticamente a la de una especie de prófugo de la justicia. Y el panorama empeoraba al saber que la carta había sido leída antes de llegar a él, por lo que temían que la Policía Militar apareciera en cualquier momento.
Y, para complicarlo todo, al día siguiente Levi Ackerman hizo su aparición en la puerta de la casa de la familia. Petra dejó a su padre y a su hermano charlar animadamente; ella misma despacharía al hombre.
No quería que Levi viera a Eren. ¿Y si, a modo de venganza, lo denunciaba? No quería ni pensarlo.
—Señorita Ral —saludó el azabache.
—Señor Ackerman...
—Sólo he venido a devolverle un libro a su padre y a traerle fruta a su madre —dijo con un tono carente de vida, sólo demostrando amabilidad y buenos modos. Pero, sin duda, esperaba ser invitado a pasar.
—Gracias —respondió ella tomando el libro y la canasta—. ¿Ya se enteró de la gravedad de la enfermedad de mi madre? Queríamos mantenerlo lo más secreto posible —añadió con tristeza.
—Lamentablemente, este tipo de situaciones no tardan en saberse —replicó el hombre—. Pero créame que de mi parte no causaré molestias al respecto, ni mi familia.
Se quedaron un rato en silencio, en el umbral de la casa. Levi se estaba impacientando.
—Pensé que todavía sería bienvenido, a pesar de lo que pasó entre nosotros —comenzó a decir él—. Al menos como invitado de su padre.
Pero Petra no podía dejarlo pasar. Su razón era poderosa.
—De hecho, usted es bienvenido, pero...
Se vio interrumpida por unas risas masculinas que provenían del piso superior. Levi pudo distinguir al señor Ral, pero no a la otra persona. Pero sí pudo notar que era un hombre joven.
Recordó la escena de Petra abrazada a Farlan como jamás lo abrazaría a él, y los celos carcomieron su corazón.
—Creo que tienen compañía —dijo con rapidez, tratando de ocultar su malestar—. Me retiro.
Algo ansiosa, la pelirroja volvió a la pequeña sala del piso superior, donde Eren limpiaba sus heridas. Su hermana rápidamente se dispuso a ayudarlo con las vendas.
—¿Quién era? —quiso saber el joven.
—Levi Ackerman, un industrial amigo de nuestro padre —respondió Petra.
—En pocas palabras, un rico que se cree dueño de todo —sentenció Eren con el ceño fruncido—. ¿Cómo pueden tener semejantes compañías?
—Levi Ackerman es un caballero, Eren, y ha sido muy bueno con nosotros —explicó su padre, comentando todas las ayudas que habían recibido de su parte desde el primer día.
—Lo siento —terminó disculpándose el muchacho—. ¿Quién soy para criticarlo? Yo, que ni siquiera puedo agradecerle lo que hizo por mi familia sin delatar mi condición.

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Norte y Sur
FanfictionLa joven Petra Ral se traslada junto a su familia del distrito Shiganshina del sur al industrial Orvud, en el norte de la Muralla Sina. Horrorizada con su nuevo entorno, sentirá desprecio por el tosco y desagradable Levi Ackerman. Él tampoco se most...