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Si la única forma de verla es bombardear su territorio para poder llevármela y castigarla por dejarme esperando cual mujerzuela lo haría

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Si la única forma de verla es bombardear su territorio para poder llevármela y castigarla por dejarme esperando cual mujerzuela lo haría.

- Coronel estamos listos.

- ¡Vamos a recuperar esas arma! - Me importan una mierda esas armas - No la podemos encarcelar pero podría pasar un accidente. - Como por accidente secuestrarla y enterrarme en su interior.

- ¡Sobrevuelan Moscú, territorio de la reina Meidara cabecilla de la mafia italiana, regresen ahora o tiramos su chatarra! - Escucho el aviso de los Halcones por el avión militar.

No me voy de aquí sin llevarme ese coño mágico conmigo.

Rápidamente comenzaron la lluvia de disparos con el otro helicóptero de distracción, decendemos en silencio y preparo mis armas para quitarme toda la escoria que se interponga.

Una bala pasa por mi lado en advertencia y Ali me mira con burla.

- Christopher Morgan, coronel de la FEMF... - Relame sus labios y le apunto dispuesto a matarlo.

- A las ratas las quito.

Siento el frío de un arma detrás de mí y por primera vez me cuestiono mi puesto como coronel como para no escuchar a que hora me tuvieron rodeado.

- Nosotros también. Sin embargo nos ofende que creyeras que podrías venir aquí sin consecuencias. Entrar es fácil.

Se acerca con tranquilidad quitándome el arma y me obligan a arrodillarme frente a esta escoria.

- Lo difícil... - Hace una señal al que me apunta -es salir. - Siento un golpe que me aturde dejándome inconsciente.

Escupo el agua que me lanzan y unos tacones son lo primero que veo cuando abro los ojos, mis manos están atadas al igual que mis pies

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Escupo el agua que me lanzan y unos tacones son lo primero que veo cuando abro los ojos, mis manos están atadas al igual que mis pies.

- No sé si eres estúpido o yo te deje así.

Alzo la cabeza con la vista algo nublada todavía pero distingo perfectamente esas piernas torneadas aún si me las muestras de lejos.

- Meidara. - Susurro y mi garganta arde.

- Para que me sirvas. - Me toma del mentón. - ¿De verdad creiste que intentar volar mi territorio no traería consecuencias? - Se ríe en mi cara.

Me cabreo de inmediato porque ya es la segunda mancha que voy a tener en mi historial por su jodida culpa.

- Maldita. - Siseo.

- Peores cosas me han dicho. - Siento un fuerte puñetazo en mi mejilla haciendo mi cabeza a un lado. - Eso es por intentar bombardearme.

Esta mujer de verdad tiene fuerza, trato de calmar el dolor en mi mejilla ocultándola con una sonrisa.

- Peores golpes me han dado. - Imito.

Se burla y es ahora donde la veo, tiene un jodido vestido rojo que se ciñe a su figura lo que me hace cerrar los ojos por un momento para tranquilizarme.

Siento un escalofrío en mi oreja acompañado de un aliento, su perfume me embriaga y abro los ojos para verla frente a mí.

- Por otro lado...puedes serme de una buena distracción hasta que me aburra y tu padre pida por tu liberación.

Veo como sus manos comienzan a tocar mi pecho encima de la ropa, me muevo para intentar liverarme pero solo logro que se burle en mi cara.

- Sueltame.

- No quiero, no soy estúpida y se que viniste aquí no por las armas, no por la mercancía que tengo. Por mí. - Se acerca a mis labios y un click de una navaja me saca de mis pensamientos.

- ¿Qué haces? - Gruño.

- Ya te lo dije, ahora voy a ser yo la que va a usarte para mi deleite y dejarte por otro como haces tú. - Siento el filo en mi camisa militar y escucho como la tela se va rompiendo.

Chisto al sentir como roza mi abdomen con la navaja haciéndome sangrar un poco. Mi respiración se agita al verla agacharse y pasar su lengua desde la V hasta llevarse la sangre a mi pecho.

- Meidara - Suelto un suspiro y mi polla aprieta mis pantalones de forma dolorosa.

- Tranquilo coronel, solo pruebo un poco para saber si te pago bien o no.

Mi sangre arde y mi colera solo aumenta ante sus insinuaciones de que soy un jodido prostituto.

- ¡Sueltame! - Le grito a la cara y se sienta en mis piernas, mi boca se seca y el grito ceza al sentir su coño desnudo en mi polla.

Su humedad me hace agua la boca y maldigo que años en la FEMF no me sirvieron para quitar el desconocido nudo que me tiene atrapado.

- ¿De verdad quieres que te suelte? Hace un mes te perdías por completo dentro de mi... - Sus manos acarician mis brazos para después subir a mis hombros y alzarse un poco para dejarse caer.

Maldigo en sus labios sin dejar de ver sus ojos y luego esas tetas que había extrañado, quiero quitarme la ropa para que vuelva a sentarse así pero con mi polla dentro de su mágico coño.

- Me pedías que me moviera como una posesa y restregara mis tetas en tu rostro.

Los recuerdos de esa noche me abruman y otra descarga eléctrica recorre mi espalda tal como ese día cuando me montaba.

- ¿No era esto lo que querías?

Baja mi pantalón junto a mi Bóxer para comenzar a frotarse, muevo mi pelvis deseando enterrarme en ella pero se levanta un poco impidiendolo.

- No seas un desobediente - Posa un dedo en mis labios que no dude en besar.

-Cuando logre soltarme voy a dejarte ese coño lleno y tu culo adolorido. -Masculle.

- Me temo que cuando logres soltarte estarás rumbo a Londres y por no esperar paciente por mi llamada vas a recibir un castigo.

Se quita de encima y mi aliento se vuelve a ir cerrando mis ojos llevando mi cabeza hacia atrás por su boca caliente tomar mi miembro.

- Umh - las vibraciones de su gemido me hace abrir la boca para soltar un gemido.

- Meidara - Gimo cuando comienza a chupar como ociosa, regreso mi vista a ella y las ganas de tomar su cabeza para hundirla más me matan.

Saca mi verga de su boca y suelto un quejido queriendo volver a sentir su calor con desesperación.

- Tú eres el que va a recordar mi nombre por siempre coronel, vas a desear tanto haber esperado esa llamada que llevaba al paraíso de Mei-Mei. - Chupa mis bolas y tiro mi cabeza hacia atrás nuevamente perdiendo la cordura.

- Por favor... - Suplico y me siento tan estúpido pero el calor me domina.

- Por favor ¿que? - Me mira y maldigo en silencio para prepararme.

- Por favor dame mi orgasmo Meidara, hazme correrme. - Supliqué.

Después de esto voy a necesitar una terapia urgente. Todo mi plan se salio de mis manos y es ella la que ahora me tiene en su poder.

Meidara Russo volvió a ganarme.

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