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Que esté encima de mi no es una maldición, es un jodido privilegio para mi que ella me monte

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Que esté encima de mi no es una maldición, es un jodido privilegio para mi que ella me monte.

Sus manos van a mis pecho y comienza saltar con frenesí mi pecho se infla de satisfacción de que me use.

Ser usado por ella es un mar de emociones placenteras compuesta con satisfacción de verla tan feliz.

Su sonrisa al tenerme a su merced no tiene precio y si ella me lo pidiera me quito la vida sin dudarlo si le llego a estorbar.

No niego que siento algo por ella y con orgullo sostengo que le pertenezco por primera vez me siento completo al tenerla conmigo que no me importa compartirla.

- Eres mio Mascherano. Solo mío.

Jadea sin dejar de moverse y aprieto sus caderas ayudándola moverse mientras suelto ligeros gemidos.

- Todo tuyo Principessa.

Su coño me aprieta con fuerza y no me quejo de ello, jamas me he quejado de su forma tan brusca e infantil de ser. Sus manos rasguñan mi espalda en cuanto me indica querer estar debajo de mi.

Arremeto contra ella con fuerza, meto a mi boca uno de sus pezones no sin antes pedirle permiso.

Sus gemidos son como música para mis oídos, sus marcas son para ser exhibidas de que tengo a una mujer poderosa a mi lado.

Con ella no aplica que detrás de un poderoso hombre hay una gran mujer, ella no sabe lo que es eso.

Nunca ha estado detrás de uno.

Yo estoy detrás de ella y me siento satisfecho de eso.

Paso mi lengua por sus tetas, salgo de ella para abrir sus piernas con mis manos y bajar mi lengua a su sexo comenzando a lamer su área y jugar con su clitoris.

Sus manos jalan mi cabello con satisfacción, abro sus labios con mis dedos para hundir mi lengua en ella y probar su deliciosa esencia.

- ¡Eso es, más! - Gime alto y mi sonrísa se curva para comenzar a hacerlo más rápido.

Se retuerce bajo mi lengua y manos que disfruto su rostro rojo de placer, sus espasmos de que va a correrse.

- No quiero correrme en tu boca. - Demanda entre jadeos - Quiero bañar tu polla de mis jugos.

- Hazlo. - Me acomodo debajo de ella y se posiciona para meter mi polla de un golpe haciéndome apretar los dientes del placer, su sonrisa aparece y brinca un poco más.

No aguanto un poco más y me vengo dentro de ella con fuerza abriendo la boca con satisfacción.

Siento como me aprieta más y brinca como una ninfomana que me hace aguantarme los quejidos dejandola ser.

Se corre en mi miembro y suelta un grito de placer. Sus caderas se mueven más sin importar lo sensible que estamos.

Mi mente divaga y extiendo mi mano para tomar la suya, al entenderme toma mi mano entrelazandola como dos enamorados.

- Te amo. - Suelto sin contenerme.

- Tú y otros dos. - Suelta en mis labios después de estar tranquilos.

Me río con ella y niego para acariciar sus nalgas tentandome a pedirle ese lindo culo.

Ella niega besando mis labios y cuello que me hacen olvidarme de todo sus manos me acarician y comienza a medir su mano con la mía.

- Es muy grande... - Susurra entrelazando nuestras manos con delicadeza.

Veo la jadeita en su cuello y paso mis dedos por ella para besar sus labios con fervor. - Y no solo eso es grande.

Su risa me llena el corazón de amor y ese brillo en sus ojos aparece por unos segundos, mi sonrisa aparece para verla a los ojos y apreciar ese bello color.

Jamás amé tanto a una mujer como para asustarme perderla como ahora, no me perdonaría si algo le sucede.

- Se que sabes que mi pasado me sigue.

- Lo sé, estoy intentado encontrar al tipo. - Acaricio su cabello con mi mano libre y ella se acurruca en mi pecho.

- Si lo encuentras dame su cabeza, no quiero que nadie más se entere de este asunto.

- Nadie va a hacerlo - la puerta es abierta y agradezco por un momento que estemos vestidos hasta cierto punto.

Una cabellera negra se asoma por la puerta y sus ojos brillan al ver a Meidara.

- ¡Mami! - Chilla emocionado para correr hacia ella.

- ¡Damon! - Le abre los brazos y ambos se abrazan comenzando a contar su día.

Sabía que ellos se adoran por lo tanto mandé a buscarlo desde hace unos días antes, sus vacaciones empezaron hace poco y me había pedido ver a Meidara lo cual no me negaba pero ella no había venido.

- Te extrañe mucho, quería ir hace tiempo contigo. - Damon hace un tierno puchero y me río un poco por la imagen.

Ambos me miran ofendidos por mi burla pero después Damon se acuesta en medio de ambos para abrazar a Meidara.

Paso mi brazo por detrás de la cabeza de Damon y ella me imita para entrelazar nuestros dedos con cariño.

- Nuestro hijo. - Susurra viéndome a los ojos.

- Nuestro... - Imito.

Damon nos mira y su sonrojo es evidente, quien pensaría que después de esperar tanto tiempo ahora tiene a una madre que lo ama como el merecía.

- Gracias por llegar a nuestras vidas.

Damon no se pudo expresar mejor, los ojos de mi chica se llenan de lágrimas y nos abraza a ambos apachurrando a Damon quien se queja pero después ríe.

Damon no se pudo expresar mejor, los ojos de mi chica se llenan de lágrimas y nos abraza a ambos apachurrando a Damon quien se queja pero después ríe

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Mei-Mei se encontraba en el laboratorio con Damon, Antoni los veía desde una distancia prudente sin dejar de trabajar en su fórmula.

Había estado muy cómoda con ellos desde que llegó y había extrañado al dulce Damon durante su lejanía.

Adoptar al pequeño fue lo mejor que le pudo pasar desde que conoció a ese lindo pequeño y no se arrepentía de encariñarse con el.

Meidara puso música para trabajar mejor dónde comenzó a sonar; Money - ABBA.

Su sonrisa apareció en sus labios ya que en cierta forma era cierto lo que decía la canción. Tenía toda la fortuna de esos hombres a su disposición y más encima si hacia cuentas era más rica que los Morgan y eso era decir demasiado.

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