El Departamento de I&E era mi segundo lugar preferido, después de mi habitación. Ya que era el área científica más grande de todo el territorio analista, gozaba de excelentes condiciones para cualquier cosa que se pudiera imaginar. Apenas al entrar tuve que esquivar la caída de un prototipo de vehículo, conocido como Levitador, el cual era un cubo con imanes que en teoría podría desplazarse por una vía de metal colgada en el techo. Era básicamente un tren magnético, pero boca arriba, porque algún ENTP dijo que sería una gran innovación y se vería mejor. En otra mesa, probaban las prótesis innecesarias, en este caso, de dedos. Originalmente esas prótesis eran para gente que perdía una parte del cuerpo, pero encontraron una persona con polidactilia que era brillante en el piano y eso les dió la idea de agregar dedos artificiales para aumentar las capacidades de una persona. Hasta ahora, nuestros voluntarios apenas podían teclear una frase con algo de dificultad. Aún no se acostumbraban a manejar el sexto dedo. Al fondo, usaban de marioneta a otro voluntario entusiasmado, al cual le colocaron un casco lleno de terminales eléctricas puestas en puntos estratégicos.
¿La idea? Tomar el control del cuerpo de una persona por medio de electricidad. Suena más cruel de lo que realmente es. Su propósito era médico, y era determinar qué partes del cuerpo respondían en caso de sufrir un accidente. Nala tomaba gran importancia a la donación de órganos y demás partes útiles del cuerpo, para que todo pudieran sanar con ayuda de la ciencia. Los avances médicos se probaban en otro departamento, pero ese prototipo se nos encargó específicamente a nosotros.
Después de esquivar las clásicas gotas de nitroglicerina (las cuales eran una broma recurrente en I&E), llegué a la sección donde preparaban a los agentes para sus respectivas misiones. Ya conocía todo el proceso de memoria, así como al tipo castaño tras la mesa luminosa que me recibió.
–Hola Spencer, hace mucho que no vienes conmigo. ¿La jefa te mandó al campo como forma de castigo? –dijo a modo de saludo.
Era Joseph, un ENTJ director de la sección de preparativos.
–Afortunadamente no, aunque lo parece.
–¿Acaso te mandaron de emisario a la sede de los verdes? –preguntó, divertido.
–No, en realidad, me mandaron por… el asunto de los desaparecidos. –bajé la voz.
Aunque el tema de las desapariciones era algo secreto, Joseph estaba un rango por debajo de los Representantes Menores y confiaba en que tuviera la responsabilidad suficiente para guardar el secreto.
–¿Entonces no están porque se fueron de vacaciones? Eso nos contaron.
–¿Cuando has visto que Nala dé vacaciones a tanta gente junta?
–Cierto, tienes razón. ¿Pero a dónde te van a enviar?
–Aún no lo sé, supongo que me lo dirán en Administración.
–No se diga más– dijo Joseph, zanjando el asunto–. ¿Qué es lo que vas a querer para esta misión? ¿Tal vez un arma discreta? ¿Binoculares? ¿Cámaras espía? ¿Equipo de escalada?
La mesa luminosa se volvió una pantalla con todos los artículos que Joseph mencionó y muchos otros más. A pesar de que había visto muchas veces ese proceso, nunca me aburría de él. Sin embargo, la situación no era apropiada para llevar equipo pesado. Tenía que elegir con cuidado.
–Dame los binoculares, algunas cámaras, una libreta de notas y tres de mis especiales de la casa.
Joseph sonrió al escuchar lo último. La broma más clásica de todo el departamento de I&E había sido idea mía. Las gotas de nitroglicerina siempre podrían ser útiles.
–Son buenas elecciones, pero no voy a dejar que vayas sin más protección que eso. –rezongó Joseph y colocó una pequeña pistola con silenciador sobre la mesa. –Al menos llévate un cargador.
Suspiré. Joseph seguramente no llegaría a ser el representante mayor, pero así fuera en el ala de preparativos, me alegraba de contar con él. Acepté su petición.
–Regresaré pronto, si todo sale bien.
–¡Cuidado con los Diplomáticos! ¡Son los peores! –gritó Joseph mientras yo salía de mi querido I&E.Antes de salir del edificio central, tuve que pasar por el trámite obligatorio para las misiones. Cargué todo lo que me dió Joseph en una mochila y me dirigí al "Ala de administración", un nombre muy formal para el cuartucho que en realidad era. Ni siquiera media 10 metros cuadrados, y sus estantes estaban atiborrados de documentos. En medio de la estrecha habitación, se hallaba un maltrecho escritorio donde el Representante Menor INTJ, Edward, mantenía bajo control el monumental papeleo del edificio. Al final de cada día con la ayuda de otros INTJ, Edward purgaba la habitación de documentos inútiles o caducos, y hacía espacio para la nueva jornada. He de reconocer que al menos mantenía el orden mucho mejor que yo en mi habitación, la cual parecía la víctima de un tifón.
–Hola Ed, solo vengo a llenar el papeleo de salida– dije. Como toda respuesta, sacó una hoja de debajo de la mesa y me la extendió junto con una pluma. Mientras llenaba la hoja con los datos correspondientes (día de expedición, nombre, misión, equipo usado y nombre de la persona que ordenó la misión), pude notar que el tablero de ajedrez personal de Edward volvía a estar en una posición de espejo. Tenía la costumbre de jugar contra él mismo y meterse en situaciones hipotéticas para pensar en opciones de escape.
Le devolví la hoja y cuando la miró, frunció el ceño
–¿Esto es orden directa de Nala? –Preguntó.
Asentí.
–Bien, deja tu equipo aquí y se te hará llegar en la salida.
–¿Por qué?
–Es una misión de carácter secreto. Si hubiera algún infiltrado aquí, no debería enterarse de esto bajo ninguna circunstancia– dijo mientras rompía mi formulario en pedazos.
En ese momento mi celular vibró. No era un número conocido para mí, pero la voz que emergió del otro lado, si.
–“Después de mucho pensarlo querido, he decidido que tu primer destino será el hogar de Los Diplomáticos. ¿No es emocionante? Irás por los Número uno si hablamos de habitantes, porque si hablamos de mejor dirección, claramente ese puesto lo tenemos nosotros. En fin, te mandaré los documentos para pasar desapercibido. Para esos cabezas de musgo serás un simple ciudadano que fue a la ciudad verde para conocer y quizá quedarse un tiempo ahí. También te enviaré la ubicación de tu escondite durante tu estadía en ese lugar. ¡Suerte!”
Nala colgó, y lo único que pude hacer fue murmurar un ligero adiós a Edward y dejar caer mi mochila en su escritorio. Nunca había ido a la ciudad de los Diplomáticos y lo que dijo Joseph me inquietó un poco, así que traté de calmarme usando el viejo truco de morder mis uñas. Con las manos dentro de la bata, me encaminé rumbo a la salida y a mi inminente misión.
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Espionaje Tipológico (MBTI)
FanficEn un mundo parecido al nuestro, las tipologías han comenzado a gobernar el mundo. Sin embargo, no es un mundo en paz. Cosas turbulentas ocurren bajo la superficie, y es misión (obligada) de INTP descubrir qué es lo que pasa