Capítulo 23: La segunda prueba

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Todos los equipos se movían por el bosque a gran velocidad para lograr encontrar a un equipo y obtener el pergamino que les faltaba. Entre ellos, el equipo 8 de Hinata estaba detenido en una zona del bosque y Kiba dijo:

-Así que, básicamente todo el mundo está dirigiéndose a la torre, ¿verdad? Entonces, colocar trampas cerca de allí será lo mejor.-

Pero Hinata ya había visto a un equipo observándolos desde un árbol y les dijo a sus compañeros:

-Kiba-kun, hay alguien allí.- dijo ella señalando una dirección con seriedad.

Kiba miro por el rabillo del ojo el lugar donde se encontraban los tres oponentes y dijo con una sonrisa:

-¡Menuda rapidez! ¿Donde están ellos?-

Los tres Genin que los observaban, estaban planteandose cómo atacarlos, cuando uno vio cómo su compañero se había quedado muy quieto y temblaba mucho. Al mirarlo mejor, vio cómo unas sanguijuelas de gran tamaño chupando su cuello y al momento siguiente, más sanguijuelas cayeron sobre ellos provocando que cayeran en el suelo delante del equipo 8. Uno de ellos se levanto y escucho la voz de Kiba que dijo:

-Las sanguijuelas de Konoha son capaces de sentir formas de vida y atacan en grupo. Cinco minutos chupandote y estarás en el otro mundo. Con esto y colocando las trampas, ¿donde escapará el enemigo ahora? ¡Uno menos!-

Hinata rodó los ojos ante sus palabras ya que este plan se le hubiera ocurrido a un ninja bien entrenado y miró hacia el interior del bosque mientras pensaba:

“¿Cómo lo estarán haciendo, Naruto-kun y su equipo?”

En ese momento, uno de los capturados dio un grito lleno de horror y Hinata le dijo con frialdad:

-Ay por favor, compórtate cómo un shinobi de verdad y no cómo una niña.-

Kiba y Shino la miraron con miedo ante su actitud más parecida a la de una sádica y tuvieron pena por el pobre de Naruto si la hacía enojar.

En otra zona

-Eso fue un grito humano, ¿verdad?- preguntó Akeno mirando el bosque con seriedad.

El equipo 7 se encontraba en una zona del bosque, buscando a algún equipo cercano para poder quitarles el pergamino que necesitaban y estaban trazando un plan cuando escucharon el grito desgarrador.

-No te preocupes, Akeno-chan. De seguro fue una víctima de algún equipo que le quitó el pergamino. Sólo me preguntó de quién fue víctima. Si fue ella, pues que Kami lo tenga en su gloria.- dijo Naruto con algo de temblor.

-No puedo verla torturando a alguien luego de haberla visto tan amable y gentil con todos en nuestra vida pasada.- dijo Sakura con el ceño fruncido.

-¿De verdad crees que no es capaz? Lo ha hecho conmigo cuando trate de ocultarle una cosa vergonzosa y no fue nada bonito. Esa naturaleza gentil es una máscara muy útil a la hora de torturar: imaginate estar tranquilo ante una chica que ves tan gentil y tan pura… ¡para luego estar ante una sonrisa oscura y mortal que sólo te transmite muerte y tragedia! Desde esa tortura, me jure no volver a ocultarle nada y mucho menos enojarla.- dijo Naruto con mucho temblor.

Entonces, sintió algo en su cuerpo y se puso algo nervioso mientras decía:

-Perdón, pero debo ir al baño. Quédense aquí hasta que regrese y… ¡no confíen en nadie!-

Dicho eso, se retiró para ir al baño y al quedarse solas, Sakura le preguntó a Akeno:

-¿Lo espiamos?-

Naruto: El RetornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora