Kylie...?

185 10 2
                                    

(Kylie)
8:00 p.m
Ya hace 1 hora había llegado a la casa, por suerte Tom si cumplió su promesa y me devolvió mis llaves del auto. Me dejó en mi casa y luego llamó a Georg para que lo pasará a buscar, el chico había pasado toda la tarde junto a Emma haciendo quién sabe que cosas.

Estaba tomando un vaso de leche con galletas mientras miraba la TV cuando el sonido de la puerta resonó por toda la sala, era mi padre quien al entrar en la casa se dirigió a la sala, dejo el maletín sobre la mesa y tomo asiento junto a mí.

—Cariño, siento mucho lo de hoy, prometo que no volverá a pasar.— lo noté algo apenado.

—Tranquilo papá, hoy después de la universidad fui a dar una vuelta y de paso comí en el carrito—

—¿Sola? Si no mal recuerdo no te gusta comer sola en el carrito—

—Oh no, fui con Emma— sé que mentí, pero no le hablaría de Tom a mi padre, de seguro ya ni lo volvería a ver después de ese día.

Es Tom Kaulitz, ha de estar ocupado con chicas y con cosas de la banda.

—Me parece bien y... ¿Comemos algo?— dejó a la luz sus perfectos dientes en una sonrisa.

—No sabes cuánto llevo esperando a que dijeras eso— siempre cocinamos juntos y hoy no sería una excepción, nos dirigimos a la cocina y buscamos algunos ingredientes que teníamos en los muebles para luego pensar en que cocinar.

—No se tu, pero a mí se me antoja una hamburguesa— mi padre lo pensó durante unos segundos.

—Buena idea, no creo que le haga mal a la dieta— solo reí al recordar la dieta que mi padre estaba teniendo.

—No te preocupes hija, a la mierda la dieta— ambos reímos y nos preparamos para comenzar a preparar las hamburguesas. Solo éramos dos por lo que solo tendríamos que cocinar 2 hamburguesas, tampoco éramos de comer mucho.

(Narrador omnisciente)

Padre e hija se encontraban cocinando las tan esperadas hamburguesas. Ambos reían, no eran expertos en la cocina por lo que cometen algunos errores pero nada que no se pudiera solucionar.

Llevaban tiempo siendo solo ellos dos por lo que a temprana edad tuvieron que acostumbrarse a hacerlo todo ellos mismos, sin una madre en casa todo es más difícil. La madre de Kylie los abandono cuando la pequeña tenía solo tres años, han pasado quince años desde entonces, casi dieciséis...

A la pequeña Kylie de tan solo siete años le hubiera gustado tener a su madre con ella. La pequeña sufría de constantes burlas por no tener a su madre presente, sin embargo se acostumbro a vivir con ello, con aquellas burlas tan dañinas, y comenzó a aceptar que solo sería ella y su padre...

Kylie y su padre siguieron en el proceso de las hamburguesas hasta que por fin las terminaron, ambos sonrieron victoriosos, una vez listos para dar el gran mordisco, 1...2...3... Abrieron lo más que pudieron la boca y dieron un gran mordisco, quedando con algunos residuos en esta.

La pelinegra entreabrió su boca para decir algunas palabras, las cuales a los segundos fueron detenidas. —Esta muy rica, dios, que hicimos para que quedaran tan bien.— el mayor dijo mientras aún masticaba algo de comida en su boca.

—Me leíste la mente, están muy buenas, hasta se me antoja otra más, pero es suficiente, hay que respetar un poco la dieta— ahora sí la pelinegra pudo hablar y una vez terminada su oración mostro una sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos.

—Mañana te prometo que empiezo nuevamente con la dieta, cielo— el mayor hablo nuevamente pero esta vez algo más divertido.

—Papá, llevas diciendo eso hace un mes, ya es tiempo de ir al gym— la pelinegra sugirió ir al gym hace ya un tiempo pero su mayor siempre se negaba.

You Won The Bet - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora