Fuck Hightower

08

Todos estaban reunidos en la sala del trono, cada uno dividido en su lado viendose los unos a los otros tratando de menguar el ambiente tenso que había ahí. De una lado se encontraban los verdes que veían todo con naturalidad, ellos sabían el destino de lo que pasaría hoy, por eso se mantenían tranquilos. Mientras que los negros estaban tensos execto daemon, el jamás estaba tenso.

Rhaelys miraba la situación con aburrimiento, ella quería ir a leer un libro bajo el arbol o estar comiendo tartas con aegon en vez de estas estúpidas situaciones políticas. Aegon estaba igual, mirando el trono contando cada espada hasta que se olvidaba del número y empezaba otra vez, era divertido y lo entretenía  de no mirar al alfa que estaba pendiente de sus movimientos. Haelena se permita mirar a la alfa de rulos hermosos que la miraba de la misma manera, amabas en un coqueteo en silencio que nadie prestaba atención y ellas disfrutaban. Aemond no podía evitar no ver el omega que estaba frente a el, el tiempo lo había hecho más maduro haciendo que poco a poco sus facciones se fueran endureciendo, pero no evitaba que se viera como un angel. Era su ángel

En el otro lado lucerys trataba de distraer su atención para evitar dos cosas. Ver a aemond y sentir nervios, la situación sobre la sucesión lo asustaba pero no se dejaba amendetrar por algo que era su derecho, un derecho que su padre siempre sostuvo hasta el día de su muerte. Aemond era otra cuestión, su mirada la sentían tan penetrante y aguda que sentía atracción por verlo, pero no iba permitirse ver al imbécil que alguna vez lo daño. Era un maldito que merecía morir por todas las desgracias que generaba a la familia.

El se había enterado de todo los engaños a su esposa y que nisiquiera le había podido engendrar hijos, aunque esa noticia lo alegraba un poco porque no la había tocado según los rumores, era un infeliz por engañar a su esposa con otros omegas. El imaginaba lo infeliz que seguro era rhaelys pero se notaba tranquila y hasta serena, estaba muy lejos de su esposo y desde que llegaron solo la había visto con aegon y nadie más. Era muy sospechoso que estuvieran tan pegados, de hecho, no se despegaban para nada y el quería saber el porque de su comportamiento. Era curioso.

Todos callaron cuando la mano se sentó en el trono, la mano dio inicio la sesión viendo a la gente con superioridad desde el trono haciendo irritar a daemon que lo miraba con fastidio y odio. Las peleas no se hicieron esperar y todo se volvió un caos en segundos por cada acusación de vaemond hacia lucerys.

Todos quedaron en silencio al momento que las puertas fueron abiertas, un caballero elevó su voz soltando los títulos de su abuelo quien caminaba con algo de dificultad hacía el trono, todos fueron haciendo la debida reverencia hasta que llegó al trono diciendole a otto que hoy se sentaría en el trono. Todos veían impresionados como el rey ahora parecía tener tan fuerza para hablar bien y caminar casí sin problema, muchos decían que el amor hacia su hija era tan grande que no podía evitarlo mientras otros pensaban en el caos que seguro se haría. Viserys paró un momento tratando de descansar, pero su hermano agarro su mano ayudandolo hasta llegar al trono donde le puso la corona otra vez en la cabeza.

— debo admitir, que estoy algo confundido al tener que estar aquí para discutir algo que ya estaba claro desde hace mucho — hablo por fin el alfa viejo cuando se sentó en el trono, daemon volvió a a su lugar después de ayudar a su hermano pero sin dejar de vigilar sus movimientos.

— Pero si tenemos que discutir sobre la sucesión de la casa, creo que deberíamos darle la palabra a la princesa rhaenys. Ella es la única después de todo que conoce muy bien los deseos de su esposo— Rhaenys se acercó al trono dando una pequeña reverencia, todos manteniendo la vista fija en la princesa.

— Así es mi rey, yo más que nadie conozco los deseos de mi esposo y se que el más que nadie desea que lucerys sea el sucesor del trono de las mareas, como alguna vez lo quiso laenor con su legitimo hijo— Rhaenyra por fin pudo respirar agarrando las manos de lucerys en forma de apoyo.