Capítulo 2

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Kate gime ante la sensación de la luz del sol golpeando su rostro.

Alcanzando a ciegas, agarra su teléfono de su mesita de noche, ignorando todas las alertas de noticias sobre su secuestro mientras mira la hora.

Ella deja escapar otro gemido cuando se da cuenta de lo tarde que era. Su mamá la iba a matar.

Saliendo de su cama, la cual  estaba llena de cajas de comida para llevar vacías de la noche anterior, sale de su habitación, eligiendo tomar las escaleras esta vez, en lugar de la barandilla, no queriendo enojar aún más a su madre.

Kate se detiene a mitad de camino por las escaleras cuando escucha el sonido de la voz de su madre hablando con alguien. Sin embargo, ella no podía escuchar lo que se decía. Bajando en silencio el resto de las escaleras, intenta colarse en la cocina.

- ¡Ay Kate! - Grita su madre, haciendo que Kate se congele en seco.

- Diablos. - Murmura entre dientes antes de girar sobre sus talones y caminar hacia donde estaba su madre. - Hola mamá, buenos días.

- Más bien buenas tardes. - Eleanor la corrige, caminado hacia su hija, envolviendo un brazo alrededor de su cintura. - Kate, me gustaría que conocieras a alguien. - Dice metiéndola más a la habitación. - Esta es Yelena Romanova, ella es tu nueva guardaespaldas.

Kate mira hacia la esquina de la habitación donde ve a una mujer rubia mirándola desde donde está parada cerca de la ventana. Kate siente que su boca se seca, la mujer la miró como si estuviera mirando dentro de su alma, como si pudiera ver todo lo que Kate era.

Era desconcertante y, sin embargo, completamente caliente. Kate evita que sus pensamientos vayan más allá cuando las palabras de su madre finalmente hacen clic.

- ¿Espera, guardaespaldas? Mamá, no necesito un guardaespaldas, no soy una niñita. - Kate trata de defenderse.

- Kate, fuiste secuestrada. No puedo permitir que eso vuelva a suceder, así que contraté a Yelena para protegerte.

- ¡Puedo hacerme cargo de mí misma! -  Kate dice antes de volverse hacia Yelena, quien simplemente arquea una ceja de una manera que Kate definitivamente no encuentra atractiva. - Sin ofender, estoy segura de que eres genial. Quiero decir que tienes todo el asunto de la mirada intimidante, pero no necesito un guardaespaldas. - La pelinegro reafirma antes de volverse hacia su madre.

- Bueno, los eventos de ayer demostraron lo contrario. - Eleanor responde. - Mira, sé que piensas que eres invencible, la mayoría de las personas jóvenes y ricas lo hacen. Pero no lo eres. Te harán daño. Contraté a la Sra Romanova para protegerte. - Dijo con una mirada desafiante.

- Bien. - Kate suspira, haciendo que Eleanor sonría. - Solo voy a ir a cambiarme. - Ella dice, un ligero rubor colorea sus mejillas cuando se da cuenta de que todavía está en pijama frente a la rubia abrumadoramente caliente. Sin hacer contacto visual con la rubia, rápidamente gira sobre sus talones y regresa a su habitación.

Pasando rápidamente por su rutina matutina y vistiéndose, Kate sale del baño que está conectado a su habitación. Su lista mental de cosas que hacer para el día sale por la ventana cuando se da cuenta de que la rubia caliente está en su habitación, mirando sus trofeos pasados.

- Oh, hola. -  Kate dice nerviosamente mientras entra a su habitación. Yelena se gira para mirarla, sus ojos exploran su cuerpo antes de encontrarse con los ojos de Kate. Kate baja la mirada con nerviosismo, esta chica pierde seriamente su juego. - Soy Kate, por cierto. - La rubia levanta una ceja.

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