Capítulo 2: Entre Sueños y Realidades

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Lentamente, la claridad que había sentido al despertar se fue desvaneciendo, dejando a Darius con una vista borrosa. Se frotó los ojos intentando aclarar su visión, solo para encontrarse nuevamente en su habitación. La sensación de desilusión lo invadió mientras se sentaba al costado de la cama, desorientado y confundido.

Al mirar a su alrededor, notó que su habitación estaba en un completo desorden. Solo una tenue luz se filtraba por la ventana, lo que hacía que todo pareciera aún más extraño. Libros y objetos estaban desparramados por el suelo, como si alguien hubiera estado buscando algo en medio de la noche.

Darius se rascó la cabeza, tratando de recordar si había dejado su habitación así antes de acostarse. No podía evitar sentir una creciente inquietud mientras se dirigía hacia la sala en busca de su madre o su hermano, pero no encontró a nadie en casa.

Darius: (llamando) ¿Mamá? ¿Brandon?

Silencio. No había respuesta. La sensación de extrañeza se intensificó.

Decidió ir al baño para lavarse el rostro y tratar de aclarar sus pensamientos. Al mirarse al espejo, se dio cuenta de que su collar de diente, un regalo especial que su padre le había dado, no estaba colgado alrededor de su cuello. Esa ausencia lo hizo sentir aún más desconcertado y nervioso.

Además, en el lavamanos, encontró un cuarto cepillo de dientes, algo que no tenía sentido. Solo vivían él, su madre y su hermano en la casa, entonces, ¿quién más podría haber usado ese cepillo?

Darius: (susurrando) Esto es demasiado extraño...

Antes de que pudiera seguir pensando, su celular sonó, interrumpiendo sus reflexiones. En medio del desorden y la oscuridad de su habitación, logró ver el brillo de su teléfono entre la ropa. Escarbando un poco, encontró su celular y trató de desbloquearlo con su patrón habitual, pero para su frustración, el patrón resultó ser incorrecto.

Darius: (frustrado) ¿Qué está pasando?

Convencido de que lo hizo mal por haberlo hecho rápidamente, intentó nuevamente, pero sin éxito. Repitió el proceso varias veces, pero el celular seguía sin desbloquearse. Finalmente, se rindió y se recostó en la cama, listo para leer el mensaje en la pantalla de bloqueo.

Era un mensaje de su madre: "Dejé algo de comida en el microondas, recalienta y come algo antes de ir a la escuela, te amo". Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Darius ante las palabras de su madre, pero la sonrisa desapareció rápidamente al notar la hora que marcaba su celular.

Darius: (angustiado) ¡Casi es mediodía! ¡Llegaré tarde a la escuela!

Sin perder tiempo, metió el celular en su bolsillo, tomó su mochila del suelo y salió corriendo de la casa, dispuesto a llegar a la escuela lo más rápido posible. La confusión y el misterio lo acompañaban en cada paso, pero en medio del caos, Darius estaba decidido a llegar a la escuela a tiempo y, quizás, encontrar algunas respuestas en el camino.

Apurado y con la mente llena de interrogantes, Darius llegó corriendo a la escuela. Sin embargo, al acercarse a la entrada, notó un tumulto de gente reunida alrededor de una escena preocupante. Entre gritos y algarabía, varios grupos de personas grababan con sus teléfonos mientras alguien parecía estar violentando a otro estudiante.

Darius se abrió paso entre los curiosos para acercarse y ver lo que estaba ocurriendo. La escena era perturbadora: un joven ensangrentado yacía en el suelo, casi sin dientes y aparentemente lastimado. El ambiente estaba cargado de adrenalina y hostilidad mientras algunos alentaban la pelea y otros simplemente observaban en silencio.

Darius: (preocupado) ¡Deténganlo! ¡Llamen a un maestro o a un directivo!

Pero sus palabras quedaron ahogadas en medio del caos. La violencia y la crueldad que presenciaba lo llenaban de indignación y tristeza. Entre la multitud, logró ver a un joven de espaldas levantando los brazos en señal de victoria, festejando su supuesta conquista.

Darius sintió un nudo en el estómago al ver la escena, pero entonces algo capturó su atención. Un directivo de la escuela llegó al lugar y tomó del brazo al joven que parecía ser el agresor. Darius quedó atónito cuando el directivo lo obligó a dar la vuelta, revelando su rostro.

Darius: (asombrado) ¡Ben!

Era su amigo Ben, pero lucía completamente diferente. Su mirada estaba llena de odio y agresión, algo que Darius nunca había visto en él antes. La sorpresa y la tristeza se mezclaron en su corazón al ver a su amigo en esa situación.

Los recuerdos de cómo solían ser inseparables y de cómo compartían momentos divertidos en el pasado se agolparon en la mente de Darius. No podía comprender qué había llevado a Ben a convertirse en alguien tan violento y despiadado.

Darius: (susurrando) ¿Qué te ha pasado, Ben?

El directivo separó a Ben de la multitud y lo condujo hacia el interior del colegio. La escena se dispersó poco a poco, pero la perturbación en el corazón de Darius permanecía. No podía quedarse de brazos cruzados, tenía que descubrir qué había sucedido con Ben para haber cometido tal atrocidad.

Entre el desorden de sus pensamientos y la tristeza que le embargaba, Darius se prometió a sí mismo que no ignoraría la realidad que tenía frente a sus ojos. Algo extraño y oscuro estaba sucediendo en su vida, y no podía permitirse ignorarlo. Mientras continuaba su camino en busca de respuestas, la línea entre sueños y realidades seguía difuminándose, y su viaje de autodescubrimiento se volvía cada vez más inquietante.

Continuara...

Bueno aquí el segundo capitulo de esta historia, donde Darius parece haber despertado de aquel sueño, pero todo parece fuera de lugar, todo le da más preguntas que respuestas ¿Que estará pasando con Darius?

¡Espero que les haya gustado el capitulo y muchas gracias por el apoyo!

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