The white leaves || Wanda Maximoff

7

SIETE

┃❝  I swear for my life i've benn a good girl, tonight I don't wanna be her ❞

Apenas habían pasado 24 horas pero Wanda sentía que habían pasado años. Iris no había regresado desde ayer e intentaba no pensar en ella, no quería quererla en su nueva vida.

Camino hasta la cocina y vio como sus hijos hacían algo que ella no podía ver bien en el lavaplatos -Sus hijos habían crecido mucho, habían pasado de unos bebés recién nacidos a unos niños de 6 años, literalmente; pero eso era normal en esa vida- Se acercó a ellos y vió que bañaban a un perrito.

Wanda estaba con los niños en la sala mientras jugaban con Chispita, la pelirroja aún pensaba en la discusión que había tenido con Visión, Wanda quería dejar de esconderse, quería ser ella misma, pero no lo lograría junto con Visión.

Penso en Iris, apenas había pasado un día pero en serio quería estar con ella, hacía mucho tiempo y Wanda no quería dejarla ir. De hecho parecía que no quería que nadie en Westview se fuera, pero en especial Iris.

El timbre sonó y Billie corrió abrir, ahí estaba la pelinegra, sonriendo igual que la primera vez que llegó el día anterior.

-¡Iris! - Los gemelos corrieron a abrazarla

Les devolvió el abrazó pero volteó a ver a Wanda intentando buscar un explicación de quienes eran los niños y porque la conocían.

Wanda sólo sonrió y se encogio de hombros.

-Bien niños, es suficiente, vayan a jugar

Los dos salieron con el perro al patio. Wanda observó a la pelinegra acercarse cautelosamente hacia ella, se preguntaba si estába bajo su control en ese momento.

-Yo...

-¿Para qué me llamaste? - Iris la interrumpió

-¿Yo te llamé? - Asintió - Nada en especial, solo no quiero que te vayas

-Si eso es lo que quieres, entonces no me iré

Wanda sintió un poco de tristeza, cuanto hubiese querido que esas palabras las hubiera dicho Iris sin tener que estar bajo su control, pero ella no sabía que la verdadera Iris lo había dicho desde el fondo de su corazón, después de todo, el amor que le tenía no dejaba que la manipulase del todo.

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-Es ahí - Iris señaló una construcción que apenas se alcanzaba a ver, estaba en una montaña, escondida entre muchos árboles - Tu hermano debe estar ahí

-Estamos tan cerca...

-Descansaremos-Iris se descolgó su mochila - Ha sido un viaje largo

Ambas se acomodaron al pie de un rio, Iris ató a Dove a un árbol cerca de un pequeño arroyo para que pudiera tomar agua, Wanda se alejó un poco para refrescarse. Se aseguró de que Iris no estuviera cerca, paró dónde habían algunos arbustos y comenzó a quitarse la ropa, una vez que estuvo en ropa interior se adentró en el agua, relajando se al sentir el contacto del agua con su piel.

Estaba tan concentrada en relajarse que, no vio la serpiente que se acercaba lentamente a ella hasta que la mordió, soltó un desgarrador grito. Iris corrió hacia ella para ver que pasaba.

Cuando llegó vio a Wanda con una mueca de dolor intentando salir del agua, corrió a ella y la ayudó. Tenía una herida en el abdomen, la recostó y comenzó a examinar su herida.

-Me duele... - Wanda se quejaba, estaba tan sumida al dolor que no recordaba que estaba casi desnuda.

-Tranquila... Solo debo sacar el veneno...

Y por fin se dio cuenta de lo que ninguna de las dos le estaban dando importancia, Wanda estaba semi-desnuda. Nerviosa por la revelación Iris acercó su rostro al abdomen de Wanda y comenzó a extraer el veneno. No era la primera vez que trataba la mordedura de una serpiente, pero se sentía nerviosa por la cercana que estaba a la intimidad de la castaña.

Una vez pasó el peligro Wanda también se dio cuenta de lo comprometedora de la situación, Iris terminó de curarla y siguieron su camino. Ambas se mantuvieron en silencio durante el trayecto, estaban nerviosas, ligeramente avergonzadas pero sobre todo, las dos estaban excitadas.