8

552 63 2
                                    

OCHO

┃❝  I hope I was your favorite crime  ❞

-¿Como están los niños?—Preguntó Iris tomando una taza de café

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Como están los niños?—Preguntó Iris tomando una taza de café

—Lloraron el resto de la tarde

Ambas estaban en la cocina tomando un pequeño descanso del día, Agnes había encontrado al pequeño cachorro muerto, y los niños habían quedado desconsolados. Visión salió al patio para enterrar al perro mientras ambas mujeres estaban en la cocina.

—¿Es cierto lo que dijeron? —Wanda la observó —¿Puedes arreglar la muerte?

—No, por Dios no— Se dio la vuelta hacia el lavatrastos— No se porque lo dijeron

—Creo que si lo quisieras, el perro estaría por aquí de nuevo

—¿Qué intentas decir? — Wanda se volteó a la defensiva

—No digo nada que tú no sepas

—¿Crees que voy por la vida reviviendo a quien quiero, como si nada?

—Creo que no me dices toda la verdad

—Estoy siendo sincera, yo solo...

—Tranquila —Iris se levantó —Iré a ver a los niños —Se levanto dispuesta a irse pero Wanda la detuvo

—Iris...¿te veré mañana? —La pelinegra asintió, Wanda se acerco a darle un beso en la mejilla pero antes de hacerlo Visión entro y ambas se separaron

Visión entro algo molesto, tal vez era por lo que vio, pero estaba molesto por otra cosa. E iba dispuesto a confrontar a su esposa.


■□■□■□■□ ■□■□■□■

Iris improviso una tienda de campaña, Wanda intentaba dormir adentro mientras la pelinegra miraba el fuego de la fogata fijamente. Wanda no podía dormir, estuvo dando vueltas y vueltas hasta que sintió que Iris entraba a acostarse junto a ella. Fingió inútilmente de dormir.

Tenía tantas cosas en mente. El rescate de su hermano y ahora la leve atracción que sentía por su compañera, quería decirle lo que sentía pero no tenía el valor, sería más fácil si Iris sintiera lo mismo y lo hablara, después de todo ella parecía no tener miedo de decir lo que siente.

Quedaron en silencio por un buen rato

—Iris—Wanda habló —Yo...

—¿Estás bien? ¿Aún te duele la mordida?

—No... Yo— Ambas voltearon a verse una a la otra, sin ninguna explicación necesaria Wanda se lanzó a sus labios juntando sus labios en un beso, y para su sorpresa Iris no la rechazó sino que aceptó gustosa el beso pegándola más a su cuerpo.

Las dos se dejaron llevar por el momento, mientras el beso subía de tono cada vez más.

The white leaves || Wanda MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora