Vendi mi alma por ti, cariño -Tom Kaulitz

Despierta...

Pasaron 4 meses desde el ultimo secuestro de Megan, ya tenía demasiado tiempo sin hablar de ella o incluso recordarla, no sé cómo luce ahora, solo sabía los mafiosos no la tocaban por qué creían que éramos pareja, solo si me volví el rey de NY, Megan iba a cualquier lugar y nadie la secuestraba nadie la mataba, incluso ya no iba con guardias Megan era una persona total mente normal, solo que mi pavor de ella seguía como pudo ser capas una persona como ella acabar con 4 tipos ella sola, era demasiado para mi ver, sigo recordando su rostro en el aire disfrutando lo que paso ese viaje en moto ella lo gozaba como si fuera el último como si estuviera viva nuevamente recuerdo cada pequeña parte de ello, y fue inexplicable lo que sentí, me alegraba el saber que el trato se cumplía pero no mucho por que sabía que iban a querer ir tras Meg por el chip de dinero, nadie respetaría que Meg se salió de este círculo tan horrible y miserable que lo atormentaba así que decidí mandarle guardias a escondidas para que la protejan. Mi vida era la más soñada como la pedí, pero extrañaba a algo a ese alguien que con solo verla me di un flechazo, me acostaba con mujeres tenía diferente mujer en mi cama todos los días, siempre me acompañaba cualquiera pero yo, yo quería a esos ojos azules llenos de tristeza, yo quería a Meg, siempre podía recordar su silueta en ese pijama su cuerpo tan pequeño como ella, mi vida necesitaba su coraje y su locura. Tome la gran decisión de pasar a verla, como se encontraba qué tal la pasaba.

Tome las llaves de mi lujoso auto y no respondí a las preguntas de los hermanos que me rodearon y camine asía la puerta para manejar con alta velocidad he llegar con Megan, solo recordaba sus ojos azules fue como si ella misma me llamara, mi vida necesitaba ver su cuerpo, su cabello y sus ojos una vez más. Manejando con gran velocidad para manejar sobre esa gran montaña donde se encontraba mi gran espejo en mujer soñaba y adoraba con verla, con sentirla cerca mío.

Llegando a esa gran casa, abrí con fuerza las puertas de madera café obscuro estaba ahí justo en esas escaleras la vi con un gran vestido guindo, sus ojos resaltaban mucho más sus cuevas eran perfectas no me resistí, así que caí de rodillas frente a ella su mirada me clavó los ojos y mi interior se descontrolo mi pecho sentía un dolor tan explicable, me llenaba de vida solo con verla y me era difícil poderme mantener firme frente a ella escucho su voz cálida que entra dentro mis oídos decir "Tom párate estas bien?" solo me sonreía y me estiro su mano para tomarla y recogerme del suelo, tome su mano y la abracé fuertemente, su olor su frescura a cereza era lo que más me llenaba de vida.

-"Tom estas bien, te ves ridiculo y tu fuerza me está sofocando"

La tomo de sus hombros y la elejo pero no la suelto -"Necesitaba tu forma ruda de ser para tener fuerzas"

-"Suenas muy ridiculo, ahora márchate de aquí"

-"Megan vendré por ti en la noche, que quiero llevarte a cenar te mandaré un lindo vestido y zapatillas con Andreas, es evento de pandillas y necesito llevarte" solo la abracé y me marche.

POV DE MEGAN

Me sorprendió verlo, lucia igual de guapo que siempre, pero sabía que no podría tratarlo de la manera en que quisiera, me estaba enamorando de Tom, lo avía extrañado por mucho tiempo, pero tenía que poner orden en mis sentimientos y jamás le diría lo que siento aún así moriría, me asía feliz saber que logro lo que quería y yo también, pero lo necesitaba y al verlo mis ganas de correr abrazarlo y besarlo surgieron más, me aguante tantas cosas que quería decirle y mi contacto físico estaba a punto de explotar en instantes, pero no lo hice.

Veo a Tom caer de rodillas frente mío como si estuviera cansado, agotado, pero esa no era la realidad callo a mis pies y solo me observaba con sus ojos cafés que me volvían loca, su mirada me seducía como no queriendo no quería que lo hiciera, así que extendí mi brazo y lo levanté en cuestión de momento me abrazo con fuerza, cerré mis ojos por un momento y lo disfruté, sus brazos se abrazaban con mi cuerpo y mis manos abrazaban el suyo sentí una conexión y una calidez tan explicable que no sabía cómo describirla sentí su calor junto con el mío como si diera una reacción de electricidad, me sentí por fin en casa, pero no podía mostrarlo y lo tuve que apartar.