-August, ¿qué estás haciendo?. -digo asustada.-No te metas, Aria. -me contesta.
August mantiene su arma apuntando a Matteo. Le mira con frialdad.
-Te doy diez segundos para convencerme que no dispare.
-No puedo decir nada. Seguí ordenes, incluso cuando en el fondo sabía que estaba mal.
-Cinco segundos.
Matteo agacha la cabeza
-Cuatro.
¿Por qué no se defiende? Al final nos ha ayudado a escapar... ¿Le puede la culpa?
-Tres. Dos.
No, August no.
-Uno. -dice y empieza a apretar el gatillo.
Tensa, me preparo y rezo para que August ceda. Para mi inmenso alivio, vacila y baja el arma.
-Tienes suerte de que no estemos solos. No quiero matar a alguien enfrente de ella.
Matteo levanta la cabeza.
-Ya veo...
-Tienes agallas, lo reconozco. No mucha gente podría enfrentarse a mí sin inmutarse. También ha debido de hacer falta valor para desafiar a Angelo y a la policía.
-Tenía que compensar mi traición de algún modo. -dice Matteo.
-Aun así, si tenemos que trabajar juntos, me alegra saber que al menos tienes algo de agallas.
-¿Trabajar juntos?
Parece a punto de protestar, pero tras estudiasr a August durante unos segundo, su expresión se suaviza.
-Aria te importa mucho, ¿verdad? -le pregunta Matteo a August.
-No dejaré que le pase nada. Y no toleraré que nadie vuelva a traicionarla.
Apesar de la amenaza implícita, Matteo casi sonríe.
-Siempre te he considerado mi enemigo, pero... Si Aria significa tanto para ti, ni siquiera un criminal puede ser tan malo. Trabajaré contigo por su bien.
-Procura mantenerte fiel a ese ideal, esta vez.
-Lo haré.
La tensión entre ellos se alivia. Creo que esa es la forma que tiene August de decir que perdona a Mateo. Como mínimo, ahora está dispuesto a verle como un aliado.
-Bueno, ¿qué planea Angelo? -pregunta August.
-Como detective que investiga a mafiosos, me ha mantenido intencionadamente al margen de sus reuniones. Pero parece decidido a interferir en tu compromiso con Aria.
-Entonces, seguro que se cuela en la boda.
Con toda esta locura casi me olvido de nuestra boda. Es finales de semana... Un momento, ¡eso es mañana!
-¿Boda? -pregunta Matteo.
-Nos casamos mañana.
-¡¿Qué?!
-Así que si a Angelo se le ocurre impedir nuestro matrimonio, se presentará en la ceremonia. Eso hace que sea nuestra única oportunidad de detenerle.
-Boda... -dice Matteo, aún incrédulo.
-Sabías que era mi prometida. -dice August.
-Sí, pero... -dice sacudiendo la cabeza. -Tienes razón. Haré todo lo que pueda para ayudar.
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Casándome con la Mafia
RomanceLa vida de Aria Kylemore cambiará, cuando la recomiendan sin ella saber para ser prometida de alguien que no conoce. Nada más ni menos que él mafioso más poderoso, cruel, frío e imponente que no le tiembla la mano al momento de asesinar a quién no l...