Capítulo 10

1.1K 48 0
                                    


¡August! Al oír los disparos, me pongo en lo peor. Algo debe de haber salido mal en el trato.

-Maldita sea. No tengo tiempo de coger mi arma. August dijo que las cosas no irían tan mal. -dice Ace frunciendo el ceño y toma una decisión rápida. -Será mejor que averigüe si está metido en esto. Quédate aquí. Estarás a salvo.

Se macha calle abajo. ¡Como si fuera a hacerte caso! ¡Los dos pueden estar en peligro! Lo persigo. El tiroteo continúa en los límites del recinto del festival.

August y lo miembros de la familia Romano que ha traído consigo se han puesto a cubierto en el lateral del edificio y detrás de los coches. Disparan contra otro grupo de hombres al otro lado de la calle. Algunos disparan desde el interior de los edificios circundantes. Debe tratarse de una emboscada.

Un grupo se acerca a la posición de August con las armas preparadas. ¡August! Hay un camino hacia mi posición que debería proporcionar algo de cobertura. No tengo ninguna posibilidad contra un grupo de mafiosos.

-Ace, ¡August tiene problemas!. -le digo.

Me mira agotado, pero actúa con rapidez para mirar en dirección a August.

-¡Estoy en ello!. -me dice esquivando las balas con facilidad y llega hasta August, obligándole a ponerse a cubierto.

COn paso firme, se abren paso hasta ponerse a salvo, hasta que por fin llegan a donde estoy yo. Qué alivio.

-¡Quietos!- dice un policía entrando en escena y controlando rápidamente la situación y detiene a todos los pistoleros implicados. August incluido.

-Debería haber sabido que llegaríamos a esto.

-No te preocupes, te sacaremos antes de que te des cuenta.

-August.-digo alargando mi mano, temerosa por él.

Auguste me mira y se separa de su escolta policial.

-Eh, ¡vuelve aquí! -dice el policía.

Le ignora y se apresura a llegar a mi lado.

-Pase lo que pase, Aria, prométeme que tendrás cuidado.

-Qué...

Me coge las manos y le miro a los ojos sobresaltada.

-Pórtate bien hasta que vuelva. No corras riesgos innecesarios. Puedes contar con Ace.

-¿Cuánto tiempo crees que estarás fuera? -le pregunto.

-¿Quién sabe? -dice mirándome y me levanta la mano para besarme el dorso.

El contacto me pone la piel de gallina. Siento una punzada en el corazón cuando me suelta al recibir un empujón del policía.

August...

-No te preocupes, no es la primera vez. -me dice Ace. -Al menos a nosotros dos nos consideraron espectadores inocentes.

Ace me pone suavemente la mano en la espalda.

-Volvamos a casa antes de que cambien de opinión.

Cuando volvemos a la villa esa noche, todavía estoy de los nervios.

-¿A que te referías cuando dijiste que August ya había pasado por esto antes? -le pregunto a Ace.

-De vez en cuando, pasa algo y la poli intenta ficharlo. Pero no lo consigue.

-¿Y por qué no?

-Siempre tiene un as bajo la manga. Mañana, sus abogados empezarán a insistir en que los otros empezaron la pelea. Y luego harán desaparecer cualquier prueba de que estaba allí por tratos ilegales.

Casándome con la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora