ᎪႮ: Macaque es el emperador de un reino lleno de demonios y habitantes a su vez de muchas especies. Además de que Macaque tenga una gran responsabilidad, esto se suma más por el hecho de que protege el tercer anillo, obvio por eso... Causaría que MK...
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Mientras toda la gente festejaba y se alegraba por uno de los eventos más importantes en el imperio, un emperador de mirada seria miraba todo a fueras de su balcon. Ese emperador era Macaque, después de lo ocurrido en el pasado, por sus hermanos jurados, por Sun Wukong... El empezó una nueva etapa importante en su vida, ahora no le importaba Wukong o sus líos, ahora el decido ahogar todas sus penas en un lugar muy oculto en su interior. Macaque miro las brillantes luces que se veían a lo lejos de su imperio, mientras miraba el melocotón que tenía en su mano. De pronto todo el silencio fue interrumpido por un golpe que se escuchaba en la puerta, Macaque miro de reojo para luego centrarse aún en las luces.
─ Entra ─ Hablo en un tono serio Macaque, mientras seguía mirando su imperio.
Un guardia entro con cuidado, mirando con dejo de preocupación a Macaque.
─ Emperador, logramos atrapar justo a tiempo a alguien quien quiso tomar el anillo ─
Los ojos de Macaque se abrieron con sorpresa, nunca antes alguien había sabido sobre el anillo que mantuvo oculto.
─ ¿Y? ¿Quien fue? ─
El guardia no sabía que decir, pues el prisionero se negaba totalmente a decir o mencionar su nombre.
─ Bueno... El marginado se niega a decir su nombre, por eso... ¿Podría usted- ─
─ Iré de inmediato ─
Macaque luego se volteó por completo, saliendo de sus aposentos y dirigiendo se hacía la habitación donde se encontraba el encerrado. El guardia en el camino le mencionó a Macaque que esté tuvo que encadenarse para que nosé saliera de control, pues su poder resultaba anti natural. Al momento que Macaque se adentro a la habitación los ojos del prisionero lo miro con sorpresa, Macaque al ver quien resultaba ser el prisionero sintió sus ojos abrirse con total sorpresa, dejando escapar un jadeo de sus labios.
─ ¿¡Wukong!? ─
Macaque vio al prisionero, quien resultaba ser ni más ni menos que Wukong quien aún seguía encadenado.
─ ¿¡Que!? ¿¡Que haces aquí!? ¡Se supone que vendría el emperador no tu! ─ Hablo en voz alta Wukong, mientras se movía más, queriendo liberarse de las cadenas.
─ ¡Yo soy el emperador! ─
Tan pronto Sun Wukong escucho eso, miro atónito a Macaque sin creer las palabras que el dijo... De pronto, el simplemente dejo escapar una risa burlona.
─ ¿Encerio? ¿Tu un emperador? Lo dudo, pero creo que fue posible para un seguidor y títere como tu... ─
Los labios de Macaque se convirtieron en una sonrisa burlona, mientras caminaba cerca del mono castaño.
─ Tus burlonas palabras no servirán, Wukong, en realidad... No creo que sea bueno mencionarlas, recuerda que yo soy quien decide tu castigo ─
─ No te tengo miedo, Macaque ─
─ Lo sé... ─
De pronto el emperador tomo con su mano el mentón del dios, mirándolo con una expresión sería. Macaque acercó sus labios al oído de Macaque, susurrándole en un tono que goteaba odio y rencor, mientras a su vez dejaba escapar bajos gruñidos.
─ Es tu hora de pagar todas esas noches que me hiciste esperarte, rogarte y sobre todo... Pagar el sufrimiento que me hiciste pasar ─ Susurro Macaque molesto, sintiendo su sangre hervir de ira al recordar todo lo sucedido con el mono castaño.
El emperador soltó finalmente al rey, retrocediendo y mostrando a dos de sus guardias quienes salieron detrás de el.
─ Lo que hiciste Wukong es un grave delito, ni creas que te salvarás... De nuevo ─
Luego con un chasquido, los guardias se acercaron a Wukong. Un gemido de dolor salieron de los labios del rey mono al sentir un puñetazo en su mejilla, mientras el emperador miraba todo el espectáculo. La sangre goteaba de la boca del mono castaño, al igual que gemidos de dolor de sus labios. Los dos guardias golpeaban sin descanso a Wukong, como si todos estos golpes fueran reflejados por Macaque... Uno de los guardias tomó del cuello a Wukong, levantando la mano en un puño mientras el rey se preparaba.
─ Alto ─ El emperador levanto su mano en forma de que se detenga el guardia, quien hizo caso y bajo su puño.
─ Eso sería todo, ahora... Largo─ Dijo Macaque, enojo goteando de sus palabras.
En cuanto los guardias se fueron cerraron la puerta, Macaque se acercó a Wukong quien lo miro con furia.
─ Mirate... Tan débil y pagando las consecuencias ─ Macaque miro con burla y a la vez desprecio a Wukong, de pronto tomando por detrás su cabeza y agarrando su cabello con fuerza, obligándolo a que lo mirara y susurrando le en el oído.
─ Ruega por clemencia... ─ Un tono de lujuria y a la vez con desprecio.
Wukong se quedó en silencio por unos segundos, arreglando se las para reír con burla.
─ En tus sueños, no te rogaría nunca por nada ─
Wukong miro con rencor a Macaque, quien se quedó en silencio hasta ver la sangre que goteaba de los labios de el rey.
─ Bien, no ruegues... De todos modos siempre te recordé terco, pero... Nome iré con las manos vacías ─ Una sonrisa traviesa apareció en los labios de Macaque.
De pronto el emperador se acercó, dándole un beso abrasador para eliminar la tentación entre los dos. Wukong intentaba salirse, sintiendo la lengua de Macaque explorar su boca, pero de un momento a otro el rey mono correspondió el beso. Al momento que el beso alfin término, una respiracion pesada salia de los dos monos.
─ Me esperaba muchas cosas, pero no que correspondieras así ─ Burla goteaba de los labios de Macaque, como último lamiendo la sangre que goteaba de la boca de Wukong.
Macaque soltó bruscamente a el rey, volteando se para salir de la presión, pero antes... Macaque miro de reojo.
─ Ahora no hagas ningún escandalo, si te portas bien prometo compensarse ¿si? ─
─ ¿Te parezco un perro o que? ─
─ Oh claro que no Wukong, pero... Lo serás pronto para mi ─
Luego Macaque se fue de la prisión, dejando a solas a Wukong quien solo tenía el seño fruncido y miraba el suelo pensativo.
─ Por lo menos el niño está bien... ─
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Bueno, bueno, ese seria el primer capítulo de este fanfic. Siento que fue algo corto (bastante) Pero me siento aliviada de haberlo terminado para que ya se entienda de que tratara. Pero en fin, eso es todo ¡Bye, bye!
