Cinco.

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Al llegar a casa nana ya me tenía la cena lista por lo que cene en silencio ya que no había llegado el abuelo, al terminar dejé mis platos en la cocina y subí a darme un baño.
Me relaje lo más que pude en la tina todavía sentía un leve ardor en la garganta, al cerrar los ojos lo que pasó temprano se coló en mis pensamientos cosa que me ponía los pelos de punta, pero los ojos del lobo que me salvó me dio algo de paz lo cual era extraño.

Después de todo este pueblo tiene cosas muy locas, tendría más cuidado no quisiera salir lastimada de ninguna manera.

Al salir de la tina me coloque mi pijama y me seque el cabello, me coloque mis cremas y lave mis dientes, salí directo hacia mi cama ya que mis tareas las había hecho en casa de Jacob, coloque mi alarma temprano y caí dormida.


Narrador Omnisciente.

Una Emma de 12 años se encontraba haciendo sus tareas con supervisión de su nana, cuando suena el teléfono la señora rápidamente contesta.

-Señora Claire, ¿Emma está en casa con usted?- la voz de Thomas se escuchó del otro lado de la línea

-Asi es, se encuentra haciendo sus tareas- la señora Claire respondió, no le era extraño el que él señor Thomas preguntará más por Emma que por sus otros nietos

-Bien.....llegaré tardé, no me haga de cenar

Ni tiempo de responder le dio a la nana cuando el señor ya había colgado, se encogió de hombros y siguió ayudando a la nena.

La señora Elisa y su esposo habían salido con los gemelos hace no más de una hora. Eso sí le pareció extraño porque nunca salían sin que el señor Thomas fuera, pero no le tomo importancia después de todo ella era una simple trabajadora en esa casa.
Cuando la niña termino, guardo todo en su mochila y le preparo el baño, mientras la pequeña se bañaba le preparó un vaso con leche y unas cuantas galletas, Emma se acostó en su cama cuando salió y la señora Claire le llevo en una bandeja su cena. Mientras le secaba el cabello ella comía y escuchaba el cuento que tanto le gustaba.

Al terminar, quitó la bandeja y la ayudo a llegar al baño para lavarse sus dientes, la pequeña se durmió luego de eso y Nana bajo para lavar todo, cuando estuvo por sentarse la llamada en el teléfono de la cocina la hizo caminar hasta allí.

El oficial de policía se comunicó a la casa de los Saint-Clair para informar el aparatoso accidente en donde la hija del famoso Thomas, junto con el esposo de esta y sus pequeños niños habían perdido la vida. La señora Claire no sabía cómo sentirse, no quería levantar a la pequeña ella no podría darle una noticia así. Marco al número del señor y cuando él le contesto le contó lo que él oficial le había dicho. No paso ni media hora cuando el señor entro y fue hasta la habitación de la pequeña, la nana veía desdé el pasillo como la pequeña Emma era abrazada, el señor susurraba palabras que no lograba entender y decidió acercarse con cuidado para entender.

-Perdoname Emma.... Perdón, lo hice por tu bien....... Te daré una mejor vida..... Perdoname pequeña- allí, ella pudo entender y de solo pensar en lo que creia la sangre se le heló. Se fue de allí con cuidado y fue a la habitación que ella tenía en la parte de abajo y soltó lágrimas.

La señora Elisa siempre fue un sol en esa casa, el señor Henry era más serio pero siempre la trataron bien, no podía imaginar lo que la pequeña sentiría cuando le dijeran lo que ocurrió.

A la mañana siguiente cuando la pequeña despertó, encontró a su abuelo con ella. El parecía no haber dormido y tenía lágrimas en su rostro al verla

-Abuelito.....¿te sientes bien?- la pequeña se acercó a la orilla de la cama y coloco su pequeña manita en el rostro del hombre, con uno de sus dedos limpio sus lágrimas

Secret Love • Sam UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora