Dos.

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Hoy me había levantado un poco más tarde de lo que estoy acostumbrada, nana me llevo el desayuno a mi habitación así que comí allí, cuando termine me levanté y me estire un poco, observé por la ventana para ver cómo sería el clima, no estaba nublado y había un poco de sol.

Fui directamente a mi armario para preparar la ropa que me pondría, decidí por un suéter gris y un pantalon, me coloque botas y decidí dejarme suelto el cabello. Prepare un pequeño bolso con un libro y mi celular, lo deje a un lado y tome los platos donde comí para bajar a la cocina. La señora Elena los tomo y me prohibió lavar los platos ya que ese era su trabajo.

Sin más que hacer me quedé platicando un rato con ella y me contó que tenía un hijo que estaba en la universidad y era su más grande orgullo, que tenía un esposo pero que era más como un adorno en la casa porque no hacia nada y no tenía trabajo, el trabajo que consiguió con el abuelo fue como si le cayera del cielo.
Sonreí escuchándola, era una mujer con mucha sabiduría y conocimiento, me platico sobre la vida aquí en Forks que los lugareños eran algo entrometidos pero eran buenas personas.

..............

Él abuelo había pasado por mi y estábamos en camino a la reservación, dijo que tenía a un viejo amigo allí que no veía en años, llevaba en la parte de atrás una caja que desconozco su contenido.

Me iba diciendo lo mismo de siempre, que me comportará y si no me hablaban no dijera nada, que mostrará una sonrisa y no entrara en detalles.
Iba mirando por la ventana porque ya me sabía el monólogo del abuelo.

—Tiene 3 hijos, unas gemelas que ya deben tener cerca de 22 años y un chico como de tu edad sino mal recuerdo— iba a una velocidad considerable, casi nunca lo veía sin su traje, llevaba un pantalón marrón, una camisa azul cielo de botones y tenía sus lentes— El nombre de mi amigo es Billy Black, comportate por favor Emma

—Esta bien, no te decepcionaré— asentí levemente

—Bien

Fue lo último que dijo, la entrada a la reservación era como un cambio de 180° del pueblo, más vegetación y casas pequeñas con colores rojizos en la fachada. Mucho verde y bosque, parecía respirarse mejor en este lugar.

Él abuelo estacionó frente a una cabaña rojiza. Solté un leve suspiro y salí del auto al mismo tiempo que él, abrió la puerta de atrás y saco la caja.

—Ven— empezó a avanzar a la entrada de la casa. Lo seguí por detrás y observé con más atención el lugar, era un terreno bastante grande y estaba bien cuidado, el abuelo tocó el timbre y espero. Me mantuve en silencio a su lado.

Se escucharon pasos del otro lado y la puerta fue abierta por un chico bastante alto, que parecía de mi edad.

—Buenas tardes, a quien busca?— observo a mi abuelo con atención

—Soy Thomas Saint-Clair un viajo amigo de Billy, se encuentra en casa

—Oh si, pasen y tomen asiento ahora lo traigo— abrió la puerta y nos dejó entrar.

Él abuelo fue el primero en pasar y se sentó en el sillón colocando la caja a su lado, yo me senté a su lado y observé la casa maravillada, era pequeña pero muy bonita y cuidada.

Se escucharon voces en el pasillo y el sonido de ruedas en el piso, observe el pasillo por el que se fue el chico y por el se vio a un hombre en silla de ruedas y de vuelta el mismo chico.

—Billy, cuánto tiempo desde la última vez que hablamos— el abuelo lo observó— como...

—Viejo amigo, años sin saber de ti— El señor Billy le regaló una sonrisa— ya sabes, dejar pasar las enfermedades me llevaron a esta silla

Secret Love • Sam UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora