Becky sabía que tenía esconderse.
Desde el inicio del semestre, tras la llegada de una chica a la clase de música que estaba
haciendo sus prácticas, Freen no había dudado en adherirse a ella como una garrapata todo para que la mayor le enseñará a tocar la guitarra.Siendo demasiado ingenua, Becky creyó que sería bueno que Freen pasara tanto tiempo en el aula de música. Tristemente para ella, no precisó que Freen con una guitarra era
equivalente a la mayor vergüenza de su vida secundaria, porque los rumores ya corrían en todas las direcciones luego de aquella chica la siguiera por todo el instituto con la intención de hacerle una serenata.Maldito el día en el que Yha llegó para enseñarle guitarra a Freen ¿Es que Becky no había tenido muchas humillaciones en su vida?
— ¿Sabes? — Yuki comía su merienda, viendo a Becky encogida temerosa en su sitio — Freen no hace estas cosas con mala intención. A ella solo le gustas mucho, no la tomes contra de ella — y sonrió, intentando alivianar las cargas de su amiga.
— Para ustedes es fácil, ¿cierto? — Becky se quejaba — Ustedes no han tenido a una
acosadora pisandole los talones por casi toda una vida. Además, sólo saben ponerse en los
zapatos de ella, pero no en los míos. ¿Acaso no les resultaría terrorífico que una chica les
siguiera por toda la secundaria con una guitarra sólo por qué quiere dedicarles posiblemente la canción más asquerosamente cursi que van a escuchar en sus vidas?. ¡Y sin contar que estarán todos ahí!, ¡Todos los estudiantes viendo lo que ella hace!— Bueno, eso es...— Yuki aclaró la garganta, intentando encontrar algo bueno que decir, pero al sentirse avergonzada con sólo imaginar algo así, no tardó en llenar su boca de pan.
— Eso es raro — la castaña se sintió aliviada de que al menos Tee resultará sensata — Oh,
Becky, ¡Ahí viene Freen! — y ese comentario bastó para que la chica se lanzará bajo el
escritorio, provocando que su compañera estallara en una carcajada — Era una mentira.— Eres una hija de...
— ¡Becky! — Becky, que aún yacía completamente tirada en el piso, se tenso al oír la voz de Nam. Si la chica estaba ahí, Freen también lo estaba, ¿no? — ¿Donde esta Becky? — pregunto Nam viendo hacia todas partes, y la menos maldijo a sus amigas cuando estás
señalaron hacia abajo — Ah, Becky...— suspiró con alivió, agachándose para verle — ¿Cómo
llegaste ahí?— El suelo es muy cómodo, ¿no te enteraste?
— la chica sólo sonrió, demasiado inocente —
¿Donde esta la idiota de Freen?, ¿Por qué no estás con ella?— Está con Yha, he venido sola — se inclinó hacia ella — ¿Tienes un tiempo?
— ¿Para ti? — Nam asintió, con aire muy angelical — No.
La mirada angelical de Nam se esfumó de inmediato. Becky se levantó del piso, sacudiendo su ropa, y una mueca se formó en sus labios en cuanto la expresión de la chica paso de ser angelical a maquiavélica.
— Nam, tú no...
— Lo siento, Becky.Becky no tuvo tiempo para reaccionar, en menos de un pestañeo aquella chica la estaba sosteniendo de los brazos y cuando intento liberarse, Yuki no tardó en tomar sus pies, apoyando el secuestro. ¿Es que sus amigas siempre estarían en su contra?
— ¡Tee! — gritó mientras era llevada a la fuerza hacia el exterior — ¡¿Podrías mover tu
maldito trasero y ayudarme?! — pero su amiga se limitó a mirarle con una sonrisa, encogiéndose de hombros como si estuviese de acuerdo con su secuestro — ¡Si ustedes me llevan hasta Freen juro que tendrán que olvidarse de mi!
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All these years- Freenbecky
Short StoryFreen y Becky tenían cinco años cuando se conocieron. Freen estaba segura de haber encontrado a la niña más bonita del mundo en su salón de clases. Becky, por su parte, no pudo evitar la aversión hacia su compañera que desde un primer día no dejo de...