✨Primer Encuentro✨

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Freen miraba hacia todas partes mientras sostenía con fuerza la mano de su madre. Aquel lugar estaba lleno de niños que desconocía y se sentía intimidada, insegura, sobre todo al ser demasiado consciente de que tendría que quedarse ahí por quien sabe cuánto tiempo, sin la compañía de un familiar.

- Mamá, ¿de verdad tengo que estar aquí? - la menor miraba inquieta a una niña llorando
escandalosamente en la entrada mientras sus padres intentaban calmarla - Mamá, ella está
llorando, ¿Es por que este lugar es feo?

- Este lugar no es feo, mi amor - río suavemente, enternecida - Ella llora porque está asustada. Pero tú eres muy valiente, ¿cierto?. Así que no vas a llorar cuando yo me vaya - giro a verle con una sonrisa, notando su rostro lleno de pánico, y no tardó en agacharse frente a ella mientras
tomaba sus pequeñas manos - Lo he dicho antes, ¿cierto, mi niña?. Aquí harás muchos amigos.

Además, no tienes de que preocuparte, ¡tu amiga Nam estará aquí también!
- Pero no la veo, mami - sus ojos estaban a punto de llenarse de lágrimas.
- Vamos a tu salón, ¿Si?. Quizá ya esté ahí - la animó a seguir caminando.

No muy lejos de ahí, Becky que había llegado hace un rato, pero había querido ir al baño, no
dejaba de corretear por los pasillos bajo la impaciente mirada de su madre.

- Becca, no vayas tan lejos de mí - la pequeña seguía curioseando por todas partes, sus ojos mirando con expectación cada rincón del lugar - Ven aquí - extendió su mano hacia ella, dándole a entender que debía de tomarla, pero la niña la ignoro por completo para comenzar a correr de regreso a su salón

- ¡Rebeca!

No es que Becky fuese una niña desobediente. Por el contrario, la mayoría del tiempo era
obediente con su madre, pero le era difícil no sentirse ansiosa ante el nuevo ambiente. Ya había escuchado comentarios de su hermano mayor respecto a la escuela y ella se sentía un poco más grande al por fin asistir. Y una niña grande debe aprender a caminar sola por los pasillos, ¿cierto?. ¡Así que su madre tendría que ser un poco más comprensiva con ella!

- ¡Becca, no corras por los pasillos!

Bien. Caminar, correr, saltar, ¿cuál era la diferencia?

- ¡Ay! - y fue cosa de un segundo para que terminará chocando con alguien al girar donde se encontraba su salón.

Ambas cayeron a la vez. Pudo escuchar perfectamente la voz de su madre acercándose mientras le regañaba y ni siquiera le dió tiempo para quejarse, sino que se levantó precipitada con intención de huir de ella, pues su madre enojada era por mucho una calamidad.

- ¡Es por eso que te digo que no debes correr por los pasillos! - era demasiado tarde para huir
- ¿No te vas a disculpar? - la miro con reproche.

Becky miró por primera vez a la niña que estaba en el piso. Está le miraba con ojos asustadizos y llorosos, y ella misma sintió miedo al pensar que la había lastimado seriamente.

- ¡Lo siento!, ¡Lo siento! - se disculpó, tomando sus manos para ayudarla a levantarse - ¿Te duele mucho?, de verdad lo siento - volvió a disculparse, soltando sus manos con nerviosismo para dar un paso atrás.

Freen quitó los resto de lágrimas de sus ojos y observo a la desconocida frente a ella. Está
seguía mirándole absorta, sonriendo finalmente cuando sus miradas se encontraron, como si con ello intentará animarla un poco. Y, Dios, ¿acaso estaba viendo un ángel?, porque estaba segura
de que nunca antes había visto a una niña tan preciosa como ella.

- ¿Estás bien? - le pregunto Becky, y ella asintió tímidamente en respuesta, sin dejar de
observarla como si fuera única en el mundo.

Becky seguía sonriendo para ella poco importándole el hecho de que su madre había
comenzado a hablar con la madre de la contraria, disculpándose por ella mientras está le decía que no se preocupara, porque así eran los niños. Los ojos de Freen no se despegaban de ella y ladeó su cabeza un poco curiosa, preguntándose si tenía algo en la cara y por eso aquella chica no había dejado de mirarle.

- Linda - dijo finalmente Freen.

- ¿Qué? - Becky le miraba sin entender.

- Eres muy linda - y esas palabras bastaron para que la sonrisa de la castaña se desvaneciera y retrocediera un par de pasos más hasta chocar con su madre. ¿Por qué aquella niña extraña le estaba diciendo linda?. ¡Sólo su madre y sus tías podían referirse a ella de esa manera! - ¿Como te llamas?

Becky aferró sus manitas a la falda de su madre, esperando que está entendiera su temor y la llevará lejos de aquella extraña que la miraba como si fuera el juguete más bonito de la juguetería o como el dulce carísimo de la tienda que su madre jamás le compraría.

- Hija, te están haciendo una pregunta - la mujer la tomó por los hombros, empujándola en dirección a Freen. Becky no podía entender como ella, sangre de su sangre, se atrevía a
empujarla hacia su perdición - Vamos, dile tu nombre a tu amiguita.

¡¿Amiguita?!. ¡Ella no llamaría lindas a sus amigas!

- ¡No quiero! - y sin más preámbulos, dió un empujón a Freen al pasar al salón rápidamente.

- ¡Becky! - grito su madre, llevando su mano a su frente - Disculpen, está nerviosa por el
primer día - se excusó con las mujeres antes de seguir a su hija.

La señora sonrió con algo de comprensión, hindicándole a su hija que parecía en la luna.

- ¿Estás bien, mi amor? - pregunto, acariciando su cabello.

- Becky...- fue lo único capaz de pronunciar.

- Si, la niña que te ha empujado se llama Becky - Freen giro a verla, su mirada repentinamente iluminada.

- Mami, Becky es muy linda, ¿cierto? - sonreía inocentemente, la mujer en cambio la miró pensativa.

- Uhm, ella lo es, ¿no? - la pequeña asintió con euforia - Ah, ¡qué suerte tienes, mi amor!. Hay una niña linda como Becky en tu clase, así que la escuela no es un lugar feo, ¿cierto?

- ¡No, no!. ¡La escuela no es un lugar feo!

- Entonces no llorarás cuando me vaya, ¿cierto? - la menor negó con la cabeza y la mujer sonrió más tranquila.

Después de todo, no tenía que preocuparse. Freen encontraba a Becky linda, ¿y que con
ello?. Al menos había olvidado su miedo a la escuela. Además, ¿Cuánto podía durar le su manía hacia la otra niña?. No mucho suponía.

Cuán equivocada estaba.

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Holaa, esta es una adaptación.

Me tomé el atrevimiento de adaptarla a Freenbecky, es una historia muy linda y espero que la disfruten...

A la autora no la conozco, me gustaría conocerla y agradecerle por tan maravillosa historia.

Saludos 👋🏻😊

All these years- Freenbecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora