El día escolar había terminado, Chuuya pasó a recoger a Akutagawa, el cuál iba ansioso por la junta que iba a pasar ese mismo día.
-recuerda, repasa toda la información que Osamu te dió de las cuentas de la empresa, también no hables si no es para presentarte o si te preguntan algo, la espalda recta y cabeza en alto, demuestras respeto- Chuuya iba dándole una mini clase de como sobrevivir en una de esas juntas, el ha ido varias veces a reuniones con Osamu y es como un infierno de presión, no quería eso para su hijo pero era algo que debía hacer.
Akutagawa iba tomando nota mental de todo lo que le decía el pelirrojo, esto era un prueba más para enorgullecer a su padre, y no iba a fallar
.
.
.
.
.
.
.
Después de un rato de instrucciones llegaron, Akutagawa salió tal cohete a su habitación, sacó su traje que le habían comprado para estás ocasiones, estaba perfectamente planchado.Ryunosuke se vistió y se peinó lo mejor que pudo, quería dar una buena impresión.
Después de un rato estudiando y arreglandose escuchó -Ryūnosuke baja!- era su padre, de la forma menos impaciente y más calmada posible, el azabache salió emocionado dando casi brincos de felicidad.
-estoy listo Padre- el menor solo intentaba contener su emoción, pero tampoco es como si se notara.
-bien, vámonos, sigue repasando los papeles que te dí en el auto- Chuuya le entregó los papeles a Akutagawa para luego darles un beso en la mejilla a cada uno.
-que les vaya bien, tú trata bien a tu hijo y tú intenta no estresarte tanto- Osamu le devolvió el beso a su esposo mientras que Akutagawa asintió, luego de eso bajaron del departamento y subieron al auto para irse.
Akutagawa iba revisando los papeles de información de cuentas, estadísticas y todo eso, tenía que aprenderselos si quería demostrar que sabía de su futura empresa.
Los viajes con su padre siempre eran iguales, ninguno de los dos hablaba, era un silencio sepulcral, pero a Akutagawa le gustan el silencio, no le molestaba hablar con Chuuya cuando este lo iba a buscar, pero esto no estaba mal.
Luego se un par de minutos el auto se detuvo (junto con el corazón de Akutagawa).
-recuerda, no hables si no te hablan, quédate a mi lado y todo saldrá bien, no me decepciones- le decía Dazai a su hijo, todo esto mientras ambos bajaban de auto.
-si, padre- al azabache ya se había bajado la emoción, tenía más miedo que nada, pero al segundo de pensar en eso se reprendió, no debía tener miedo, no podía.
Subieron a uno de los últimos pisos a la sala de juntas, llegaron y se sentaron ordenando alguno de los papeles, al parecer no eran los primeros en llegar, había otros contadores y empresarios, algunos también venían con gente de su edad pero no eran muchos, decidió observarlos a todos, para ver qué tan competentes eran, y ahí lo vio.
El mismo chico que le había hablado el otro día, el mismo mal corte, el mismo mechón, los mismos ojos brillantes cuál luna, la misma dulce sonrisa, en fin, era él, se preguntó que carajos hacía ahí cuando decidieron empezar la junta.
Pasaron unos 30 minutos y Ryūnosuke ya no podía más, para su desgracia le había tocado hablar, apenas empezó se notaba inseguro, se trabó una vez, y fue un desastre, en seguida miró por el rabillo del ojo a su, padre, y su mirada de desaprobación lo hizo pedazos, el odiaba esas miradas. Después de eso el pánico lo inundó, se estaba dificultando respirar, se apretaba las manos debajo de la mesa tan fuerte que le empezaba a doler, fueron quince minutos de eso hasta que decidieron parar la junta para un pequeño descanso.
Akutagawa aprovechó y fue al baño, se retiró normal de la sala, pero apenas salió se abrazó a si mismo, hace años no le pasaba esto, y la última vez tuvo ayuda de su papá, pero ahora estaba solo y no podía hacer nada hasta llegar a casa.

ESTÁS LEYENDO
Black Rose / shinsoukoku
FanfictionAkutagawa Ryūnosuke es hijo De Osamu Dazai y Chūya Nakahara, unos de los empresarios más ricos de todo Japón, Ryūnosuke era el futuro heredero de la empresa de su padre así que intentó ser el hijo perfecto hasta que llegó alguien que lo daría vuelta...