Sophia. Una simple chica. Una simple chica Que tuvo que vivir experiencias horribles, una simple chica que ha vivido desde comparaciones, disputas, preferencias hasta cosas que la atormentan por las noches y no la dejan dormir, cosas que la han obli...
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☀︎︎𝐓𝐎𝐌☀︎︎
Mis párpados poco a poco se abrieron a causa de la luz filtrándose por las cortinas de mi ventana.
Al cobrar mis cinco sentidos correctamente y liberarme de la pereza, sentí un par de manos rodeandome detrás abrazándome con sus manos acariciando mis abdominales.
Los sucesos de la noche anterior pasaron por mi mente logrando que recuerde que efectivamente el cuerpo que me brindaba calor en mi espalda, le pertenecía a «Nancy».
O cómo mejor la conocía yo: «La amiga de Sophia».
Pasé una mano por mi rostro con estrés y fatiga antes de liberarme de su abrazo y sentarme en la cama para dirigir mi mirada hacia la rubia.
Estaba desnuda y su cuerpo solo estaba cubierto por mi fina sábana blanca, en una posición fetal.
Se removió molesta causando que pueda tener mejor vista de su rostro.
Sus largas pestañas, sus finos labios, sus arqueadas cejas y su cabello.
Su liso cabello rubio.
Hubiera preferido amanecer con una melena castaña rebelde.
Sus ojos se abrieron para mirarme adormilada con sus ojos azules.
Nada diferente a lo usual.
Esbozó una sonrisa. -¿Amaneciste bien?
Solo asentí con un semblante neutral para intentar bajar de la cama.
Y digo «intentar», porque su delgada mano envuelta en mi muñeca me lo impidió.
