Capítulo 4
Una taza de azúcar y un litro de jabónEl ambiente en la habitación se podía cortar con un cuchillo. Draco se levantó del sofá, dejando el control de la nintendo en la mesa de centro, Blaise y Pansy parecían contener la respiración, mirando la puerta como si el mismísimo señor oscuro estuviera detrás. Era gracioso de cierta forma.
El recorrido hacia la puerta de madera era corto, por lo que no tardó más de cuatro pasos en llegar y abrir la puerta a medias, lo suficiente para observar a Potter del otro lado. El moreno vestía simples shorts de algodón y una camisa desmangada, la varita sobresalía casi sin importancia de los bolsillos de su pantalón. Su cabello se encontraba hecho un nido de pájaros como era común, y llevaba una taza vacía en la mano. Draco arqueó una ceja ante ese detalle.
-Potter-dijo, afirmando a sus amigos que sí, era Harry Potter el que estaba allí.
-Malfoy. Lamento interrumpir-anunció, moviendo la taza con un movimiento de su mano-.¿Podrías darme un poco de azúcar?.
Draco boqueo un momento, procesando que tenía a Harry Potter en pijama en la puerta de su apartamento en el mundo muggle, pidiéndole una taza de azúcar con una sonrisa ladina. Él no era mucho de incursionar demasiado en el mundo del entretenimiento muggle, pero estaba seguro de que esa escena había sido parte de una película porno que vió alguna vez.
-Azúcar-repitió, extendiendo la mano para aceptar la taza con un poco de duda-.Por supuesto, iré por ella...
Potter alejó la taza de sus dedos apenas consiguieron rozarla, descolocando y malhumorando un poco al rubio. ¿Qué se suponía que quería ese zopenco ahora?.
-¿No me dejaras pasar?-cuestionó el moreno, arqueando una ceja.
¿Dejarlo pasar?.
Draco vió por el rabillo del ojo hacia adentro, notando que Pansy se había movido cerca de Blaise, y ambos parecían tener en mano sus varitas. Por todos los magos, no dejaría pasar a Potter allí, era como una sentencia para que esa sala que tanto se esforzó en arreglar acabara implosionando o algo.
-En este momento mi departamento no está presentable para visitas Potter-respondió. Draco creyó ver al segundo decepción en la expresión de Potter, sin embargo fué reemplazada tan rápido que casi creyó que eran alucionaciones suyas.
El moreno le tendió la taza, y Draco la tomó entre sus manos antes de cerrar la puerta y voltear a ver sus amigos con circunstancia. No era por ser paranoico -joder, que estaba intentando no volverse un segundo Blaise-, pero estaba casi seguro de que Potter era invocado cada que su nombre salía a colación. Por lo tanto. Sus amigos eran los únicos culpables de que estuviera allí en ese momento.
Blaise y Pansy no se disculparon, en cambio le dieron caras satisfechas y con los "te lo dijimos" plasmados en cada centímetro de sus cuerpos.
Debía conseguirse nuevos amigos.
Sin tardarse más fué hasta la barra que separaba la cocina de la sala, y sin pararse a mirar demasiado llenó la taza con azúcar. Cuando fué de nuevo hasta la puerta se encontró con Potter mirando fijamente un punto en el piso. Draco arqueó una ceja, mirando con atención lo absorto que estaba el moreno en nada, y una extraña sensación de familiaridad invadió su pecho, la alejó rápidamente.
-¿La casa de Gryffindor viene con la habilidad de ver espíritus?-inquirió, sacando al moreno de su ensoñación con un leve sobresalto y Draco fue testigo entonces de como la mirada verde se iluminó con curiosidad.
No lo había entendido entonces.
-Ya sabes...como los gatos-empezó a explicar y luego le restó importancia con un gesto-.No importa Potter, toma-le extendió la taza por fin.
Harry la aceptó agradecido, una sonrisa ladina y confundida en su rostro, más no se movió. Draco lo observó, creyendo que iba a decir cualquier otra cosa, sin embargo al notar que solo estaba mirándolo como si fuese un ser de otro planeta, aclaró su garganta.
-Bueno Potter, tengo cosas que hacer así que...
-¡Ah! ¡Por supuesto!-reaccionó por fin el moreno. Miró la taza en su mano unos segundos y luego a él de nuevo-.Gracias de nuevo uh, te veré por ahí, supongo.
Luego dió la espalda y se fué, perdiendose por la escalera.
Draco cerró la puerta, encontrándose con las sonrisas más grandes y aterradoras que vió en su vida.
-¡Te lo dijimos!.
🍃
Era viernes. Draco estaba en el 24/7 cercano a su apartamento, más específicamente, metido en el pasillo que podría producirle alergias por al menos una semana en busca de su jabón favorito. Al día siguiente tenía que volver a su -no- tan preciada lavandería, así que necesitaba implementos.
El jabón era lo único que faltaba, la cesta en su mano estaba llena, y estaba seguro que se arrepentiría de poner los jabones corporales junto al queso por tanto tiempo cuando llegara a casa, pero no podía irse sin ese increíble jabón con olor a limón que tanto le quedó encantando. Y no podía encontrarlo.
Frunció el ceño. Hace tan solo un par de semanas había ido en busca de las mismas cosas y el anaquel estaba lleno ¿Cómo era que habían desaparecido todos tan pronto?.
Caminó una vez más por el pasillo, mirando cada espacio del anaquel en busca de aquel envase transparente con líquido verde agua, pero no importaba cuanto lo hubiese buscado, no había ni uno, y ya era muy tarde para ir a algún otro supermercado.
Suspiró decepcionado por eso y dirigió su atención al celular que estaba vibrando desde hace un buen rato en su bolsillo. Él no era precisamente fan de usarlo, pero Blaise insistía, y debía admitir -aunque le costará un poco-que era mejor eso a tener lechuzas llegando aquí y allá.
Cuando miró la pequeña pantalla se dió cuenta que era un mensaje de Blaise, un largo mensaje que se había dividido en varias partes y ahora no tenía ni pies ni cabeza -eso era lo que detestaba- frunció el ceño, solo viendo que era algo sobre Potter porque lo mencionaba en una de las partes.
Estaba buscando el primer párrafo del mensaje cuando sintió un peso extra en su cesta. Levantó rápido la mirada, pensando que quizá era alguno de los gatos que se paseaban por la tienda buscando la comida de los clientes desprevenidos.
Ah, solo es Potter. Pensó cuando lo vió, y segundos después quiso darse de topes contra la pared. ¿Qué hacía Harry Potter ahí también? ¿Y por qué le había parecido tan normal, joder?.
-El jabón de limón estaba puesto en otro pasillo por error-dijo el moreno apenas supo que tenía su atención, señalando con simplicidad el jabón que había estado buscando.
Draco frunció el ceño, asintiendo dudoso sobre aquello, y examinó a Potter con la mirada, notando que llevaba ropa de andar en casa y una cesta con comida y un algunas cosas personales.
-Se está haciendo costumbre toparnos por aquí, Potter-respondió.
El moreno se encogió de hombros, como si no fuese algo verdaderamente importante.
-Es así desde Hogwarts, supongo-dijo y siguió su camino a la caja.
Draco no quería ser paranoico, pero realmente estaba empezando a creer que Potter era invocado con solo pensar en su nombre. Joder. Que suerte había tenido el mundo mágico de que fuera un bebé con ideales de oro.
Miró su canasta, ya con todo lo que necesitaba dentro, y decidió emprender camino hacia el mostrador para poder pagarlo todo. No fué hasta que estuvo pagando que una duda vino a su mente.
¿Cuándo Potter notó que usaba ese jabón?.
🍃🍃🍃
¡¡Hello!! Aquí está el nuevo capítulo, lamento la tardanza, el trabajo me tenía bastante agobiada y no había podido adelantarlo tanto como quisiera, además que cambié algunas cosas un par de veces. Espero no hayan resentido tanto la tardanza y les haya gustado el capítulo 💖. Estaré escribiendo el inicio del próximo tan pronto suba este.
Les quiere.
Alex 🐍⚡
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Problemas de lavandería (Harco/Drarry)
DiversosDraco tenía problemas al usar una lavadora y Harry, bueno, él había estado por allí solo de casualidad.