Estaba en la cafetería, con una taza grande de café doble debido a que ayer me dormí muy tarde porque mis queridísimas amigas, me tuvieron que llamar exigiendo todo tipo de detalle de la “no cita”. Les conté todo aunque no fue de lo más emocionante. Ya que Alice me dijo con su tono dramático o “dramaqueen” como ella quería llamarlo:
“Pues vaya aburrido que es Ethan. Me siento estafada, yo quería el beso del final de la película”.
Mis ojos se cerraban poco a poco, mirando el portátil. Ni el café me quitaba el sueño.
–¿Cansada, Martínez?
Esa voz, poco escuchada al decir verdad.
Hizo que abriera los ojos de par en par y seguidamente, levanté la cabeza encontrándome con la persona que menos quería encontrarme hoy.–Buenos días, Michael.
–O buenas noches. –dijo él mofándose de mí persona.
Puse los ojos en blanco y me concentré en lo que minutos antes estaba haciendo. Vi por el rabillo del ojo que se fue, no sé a dónde pero no me importaba en lo más mínimo.
Terminé de mis tareas pendientes y de mi rato de soledad. Fui a la caja, para poder pagar y no. Otra vez, él no.
–¿Qué desea, señorita?
Parece que no se había dado cuenta de que era yo por estar limpiando un vaso de cristal.
A continuación, levantó la cabeza y me vio. Su expresión cambió por completo a una de arrogancia y de engreimiento absoluto.
–Ah, Martínez. ¿Ya has dormido lo suficiente? –sonrió de medio lado.
Ojos en blanco, otra vez por mi parte.
–No es de tu incumbencia, Broxton. Las clases empiezan dentro de veinte minutos. ¿Cuánto es?
Me dijo la cantidad con una sonrisa a lo más Broxton, pagué, me devolvió el cambio y me di media vuelta para irme pero me cogió del brazo.
–Para tu información, soy el nuevo cajero.
Eso significa que me tendrás que ver cada día si no quieres cambiar de café.–Me sorprende que seas el nuevo cajero ni sabiendo contar dos más dos.
–Te puedo sorprender.
–Ya nos veremos. –finalice la conversación.
Me soltó y salí de allí, sin creerlo aún. Estaba alucinada y un poco fastidiada al saber que lo tendría que ver cada mañana.
No, Señor.
¿Por qué me haces esto?
Llegué a clase, a tiempo para contarle todo lo que había pasado a Alice y a Tony.
–Si tan molestas estás ¿Por qué no cambias de cafetería y ya? –preguntó la segunda nombrada.
–Porque no le voy a dar ese disfrute. Además, adoro ese café y no pienso cambiarlo y menos por él.
–Claro seguro que te quedas sólo por el café. –vaciló Alice con tono de falso convencimiento y viendo el asiento vacío delante mía, el cual antes era mío pero ahora era de Michael
Desde que había llegado aquí. Fue mi primera cafetería a la que me adentré. Me encanta ese Starbucks y no pienso ir a otro. Además que es la más cercana a mi apartamento.
Quería convencerme a mí misma de eso aunque hubiera una voz en mi cabeza que me decía que me quedaba por él. La ignoré categóricamente.
16 de Enero.
Ellen Martínez.🗽🤍
¡Holaaa personitas bonitas!
• ¿Opiniones sobre Michael? ¿Os está cayendo bien?
• ¿Os gusta Starbucks?
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SIN QUERER, QUERIENDO
Teen FictionUna chica normal y corriente, Ellen Martínez, se muda a Nueva York con la intención de estudiar el nuevo año en la Universidad de Columbia, donde conoce a Alice y a Tony, sus dos mejores amigas y al chico más popular y egocéntrico de toda la región:...