✓ | ARIEL [DRACO MALFOY]

xvi

capítulo dieciséis 

Ariel había descubierto con el paso de los días que Elizabeth Potter era una cotilla de primera y que muchas veces le era difícil mantener cerrada la boca. Gracias a eso ahora tenía información de los Malfoy que la pelirroja consideraba confidencial y Ariel tenía que admitir que tenía razón porque no muchas persones sabían que Circe Malfoy había tenido una hija con Remus Lupin

Vaya sorpresa se llevo Ariel cuando vio a Circe salir de una de las reuniones de la orden, en su mente, la rubia también había esperado ver a Draco, pero luego Elizabeth le informó que nadie de la familía Malfoy sabía que ella estaba del lado de la buenos

Ariel le había confesa a Elizabeth en una de las noches en las que se quedaban hablando hasta tarde que le gustaría ver a la hija de Circe. La tonta idea de encontrar algún parecido con Draco la mantenía despierta durante las noches y no podía evitar preguntarse como sería Draco Malfoy siendo tío.

Pero unos días después se arrepentía profundamente de haberle confesado aquello a Elizabeth porque ella tuvo que abrir su grande bocota.

La reunión de la orden acababa de terminar y Lizzy Potter se había colgado del cuello de Sirius, mirando a Circe Malfoy que estaba hablando con Snape.

—Eh, Circe —lsa llamó la pelirroja cuando Snape se fue— ¿No puedes traer a tu hija algún día? —le preguntó y luego se giró discretamente hacía Ariel y le guiño un ojo— Creo que todos aquí la queremos conocer. Además Sirius y Evan son de la familía.

Circe miro a Elizabeth con una ceja alzada y luego giro para mirar a Ariel que se había mantenido en silencio sentada al final de las escaleras

—No lo creo —respondio Circe volviendo la vista a la pelirroja— este lugar es horrible para traer a Atie.

Elizabeth bufó, tirando de la camisa de Sirius mientras fingía llorar. Pero a Circe no le importó eso, la chica se sentó al lado de Ariel en las escaleras y la estudió por un momento.

—Tus rasgos se han definido un poco más, Ariel —le dijo, inclinando un poco la cabeza y notando a Wily que salía del bolsillo de su camisa— ¿Y el otro bicho, el escarbato?

Ariel la miró con sorpresa por un momento, preguntándose como ella sabía que tenia un escarbato. La rubia podia recordar que una vez que Circe le habia echado la bronca en su tercer curso porque Willy había intentando quitarle los ojos a un alumno de Slytherin que la molestaba, asi que era bastante obvio que ella sabía de la existencia del bowtruckle, pero no del escarbato.

—Draco me lo contó —dijo Circe como si hubiera leído los pensamientos de Ariel— el habla un poco sobre ti cada vez que va a casa a ver a Atenea. Creo que le gustas, es tonto pero de buen corazón.

Mirando por última vez a Ariel, Circe se puso de pié y se encaminó a la salida.

Si Ariel era completamente sincera estaba bastante sorprendida por lo que Circe le habla dicho. La chica había sospechado más de una vez que Draco se preocupaba realmente por ella como una amiga, pero ahora que Ariel tenía esta información no parecia del todo loco que Draco la hubiese intentado besar aquella vez.

Pero Ariel no estaba tan segura de si le gustaba de esa forma, porque a veces Draco podría ser la persona más linda del mundo y luego la trataba tan mal...

—¡Jooo! Eso era más que obvio, Jazmin  —dijo Lizzy llamándola por su segundo nombre cuando Ariel le contó lo que Circe le había dicho— el orangután refinado es una mierda pero es demasiado bueno contigo. ¿Recuerdas esa vez que no chocamos en la escalera? Me dijo que te dejará en paz, él es realmente territorial contigo, como si fuera un perro que...

—E-esa ve-vez el in-intentó be-besarme —le informó Ariel con las mejillas coloradas. Elizabeth soltó una exclamación nombrando a su madre y a Darwin— pe-pero yo no que-queria que mi-mi primer be-beso fu-fuera asi a-asi que m-me a-aleje y el lu-luego me di-dijo que había si-sido una e-equivocación por-porque na-nadie gu-gustaria de mi.

—¡Ese idiota! —dijo la pelirroja con rabia— Bueno, escuchame, el te puede gustar y toda esa mierda sentimental pero no puedes permitirle que te trate asi ¿escuchaste bien? es su jodido problema si no sabe como manejar sus sentimientos. No puede estar un día queriendote besar y al otro insultandote ¿Que con él, es géminis o que?

Ariel no puedo evitar soltar una risita.

—De-de hecho cre-creo que lo-lo e-es.

—Bueno, ni a Darwin le interesa eso. Por que si gusta de ti tiene que tratarte bien. ¿Que clase de revista inmunda lee que dice que tratar mal a las chicas sirve para conquistarlas?

La rubia hubiese querido contestar que pensaba igual que Lizzy, pero no puedo.

—¡No puedo creerlo! —chilló Elizabeth mirándola— Te enamoró con esas acciones cavernícolas.

—No-no me e-enamoró —se apresuró a decir Ariel— creo que so-solamente me a-atrae un po poco y el a ve-veces es ta-tan bu-bueno....

Elizabeth se llevó una mano a la fente y se dejó caer en la cama de forma dramática, suspirando. La puerta se abrió luego de eso, revelando a Sirius.

—Ari —la saludo, guiñandole un ojo— Elizabeth estas en serios problemas, jovencita.

Ariel sonrió cuando Sirius se sentó a su lado y paso un brazo por sus hombros. Desde la otra cama Elizabeth rodo en su lugar para mirar al hombre.

—Fue sin querer, lo prometo es que tu madre es taaaaan fastidiosa. Ni si siquiera se quemó un poco, Remus me atrapó y prometió que no te iba a contar nada...

Sirius solto una risotada.

—Liz, ¿por que no me avisaste? Jo ¡Lo hubiésemos intentado juntos!

Ariel se sorprendió bastante del tono jovial de Sirius y no paso desapercibido para ella el brillo de felicidad cada vez que Lizzy le hablaba. En la mente de Ariel no había la duda de que Sirius veia a Elizabeth como su difunto amigo.

—Jovencita luego vamos a arreglar eso, pero ahora necesito saber porque Evan esta tan enojado con el mundo.

Elizabeth francio el ceño.

—Es natural en él.

—Si pero cuando hablaba contigo no estaba tan enojado.

—Bueno, el esta enojado conmigo porque le aclaré algunas cosas el curso anterior y todavia no quiere admitirlas. ¡Y no voy a disculparme por eso, Canuto! Tengo razón y mi orgullo no me permite dar el brazo a forcer

Ariel estaba bastante interesada en saber el porqué del enojo de Evan, pero penso que era mejor dejar que ellos hablaran solos porque no era su asunto. Pero cuando salió la habitación se encontró de cara con Evan quien la miró mal.

—Muévete, Scamander.

La rubia estaba apunto de dar un paso al costado, pero la puerta se volvió a abrir y Sirius miró a su hijo, lo tomó por el cuello de su camisa y lo tiró adentró de la habitación, cerrando la puerta de nuevo.

—Disculpalo, Ari —dijo Sirius abriendo la puerta de nuevo, pero esta vez asomando su cabeza— a la próxima te dejó pegarle.

Ariel ni siquiera llegó a responder porque la puerta volvió cerrarse.

—El tiene que ordenar sus prioridades.

La rubia giro la cabeza para encontrarse a Ron y a Hermione que le estaba pegando a su amigo disimuladamente.

—Veníamos a hablar con Liz —le informó Hermione sonriendo— pero parece algo ocupada.

Ron asintió, todavía mirando la puerta, esperando que Sirius volviera a salir.

—Y tu padre te estaba buscando antes, Ariel.