¡La segunda parte de los One-Shots!
Aún no me lo puedo creer.
¡Gracias por el apoyo en mi primer libro!
Los requisitos están en el primer cap, espero vuestros pedidos ❤❤
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AVISO:...
— Lo tengo todo planeado. — le conté a Annabeth — Primero, me acercaré a él mientras está entrenando con su espada, que es un moment donde siempre esta solo. Luego, le voy a dar un par de elogios de como maneja su espada. — sonreí bobamente — Y, finalmente — puse una cara seria y respiré hondo — le voy a pedir para salir algun día. ¿Qué te parece? — la miré, nerviosa.
— ¿Me acabas de hacer cerrar mi libro, ver un PowerPoint de 30 páginas sobre como tu y Nico haríais una buena pareja, para después solamente contarme tu plan de 3 pasos de como lo pedirás salir algundía? —cuestionó, a lo que yo asentí con la cabeza — No sé que decirte la verdad, solo, pídele salir de una vez y ya está. — se levantó de la cama y se acercó a mi — Hay hijas de Afrodita que dicen que tu también le gustas a él, no te pierdes nada por intentarlo. — me dió un abrazo rápido y luego se dirigió a la entrada de la cabaña — Me tengo que ir, he quedado con Percy. Espero que te vaya bien con Nico.
Y se fue.
Yo cogí aire mientras intentaba hacer desaparecer esa estúpida sonrisa de enamorada que tenia en los labios.
Al fin me dirigí a la arena, donde Nico estaba entrenando con su espada, justo como había planeado.
"Por algo soy hija de Atenea."
— ¡Hola Nico! — lo saludé alegremente al asegurarme que nadie más estaba ahí — ¿Cómo estás?
Él dejó de entrenar para mirarme fijamente durante unos segundos.
Y luego sonrió levemente.
Y a mi se me volvió a formar la sonrisa tonta en los labios.
— Hola María José. Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Necesitas algo? — me preguntó amablemente.
— ¿Yo? — pregunté, de la nada nerviosa —Pff, no necesito nada. Solo... Quería verte entrenar. — mentí, mientras cada vez los nervios me dominaban más y más — Es que... estás muy guapo cuando entrenas, ¿lo sabías? — expliqué, sin pensar.
— ¿Guapo? — murmuró él, mientras parecía que se sonrojaba — Vaya, gracias... Tu... Tu también estás muy guapa cuando entrenas. — me devolvió el cumplido.
Y entonces nos quedamos mirando y sonriendonos sonrojados, sin atevernos a decir nada.
Hasta que él se aclaró la garganta, dispuesto a decir algo.
— Bueno... Tengo que volver a entrenar. — comentó, algo triste — Pero, algun día, podríamos, ya sabes, quedar para hacer algo, si quieres, claro. — propuso.
— Me encantaría! — acepté, alegre.
Y entonces él volvió a entrenar, y yo volví a mi cabaña, saltando de felicidad.
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Odio como ha quedado.
Lo siento pero lo odio, y mucho.
Al menos volví (? que ya es algo, y tengo planeado terminar todos los pedidos que tengo pendientes, y además, volver a abrir los pedidos de este libro para que pidan más.
Si es que hay gente que aún quiere pedidos :')
Os debo una gran disculpa por tardar tanto en hacer los pedidos, aunque la mitad de la gente maybe ya ni se acuerde de que los hizo jajan't.
Digamos que he tenido ciertos problemas emocionales (? o algo así
