Idiota.

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| CAPITULO #2
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—Maldita sea Mikey ¿Cómo puedes seguir con la farsa?

—¿Crees que es fácil para mí?- lo mira frustrado.

—¿Y que piensas hacer? ¿Seguirás engañando a todos y... A él? ¿Cuando piensas afrontar todo con un hombre y no un cobarde- cuestiona el de trenza con enojo.

—¡No puedo hacerlo! Sabes que mi abuela puede mandarla lejos... Tengo que cuidarla...

—Por primera vez estoy de acuerdo con ella, no sé por qué no entiendes que ella solo te quiere por interés.

—¡No hables así de ella!- explota levantándose de golpe- yo nunca opiné de ti y Emma, deja de meterte en mis asuntos Draken- escupe con total furia dándole la espalda para irse.

—Estoy preocupado por Takemichi... Tú ya estás en la madurez para saber que está bien o está mal, aunque lo dudo. Nos vemos- se despide dejando solo al Rubio.

Chasquea los labios y decide irse a casa.

Un sentimiento agrio sintió ante lo pensado, justo ahora le faltaban las deliciosas galletas que Senju le preparaba cada tarde.

Al llegar solo suspiró desanimado y entró encontrándose con el peli negro.

—¡Mikey! Llegaste temprano- habla el oji azul con alegría.

—Si, pero me iré más tarde- responde serio.

—Ohh, ¿Sabes? Los vecinos vinieron hoy a preguntar si estabas soltero- menciona divertido- querían que conocieras a su nieta lejana, creían que podían formalizar algo.

—No me interesa nada, voy a dormir- dice caminando hacia las escaleras.

—¿Estás bien? Últimamente te noto un poco... Distraído ¿Puedo ayudarte?- menciona decaído.

—No. No puedes... No puedes ayudarme en nada, si solo te fueras...- contestó bajamente para si.

Lamentablemente aquel peli negro pudo oír claramente lo dicho.

Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y la pequeña bolsa que contenía unos Dorayakis hechos por el mismo cayeron al suelo.

Suspiró frustrado y levanto aquella bolsita mientras secaba sus lágrimas y sonreía.

—Esta bien, debió ser un día duro para él ¡Ya sé! Le compraré sus dulces favoritos, eso siempre ayudaba cuando éramos niños- se anima saliendo rápidamente de la vivienda.

La tos que comenzaba a ser molesta empeoraba, sabía que al quedarse todas las noches en vela esperando al Rubio le causaría resfriado.

La tienda era muy grande y era la que frecuentaba siempre.

Caminó hasta llegar al área de dulces y panes. El frío comenzaba a llegar, por eso el abrigo color rojo.

Eso le recordó al dulce favorito de Miley, eran los Dorayakis de chocolate y fresa.

—¿De nuevo comprando dulces?- escucha una voz masculina a sus espaldas.

TakemichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora