Takemichi

Risas fugases

CAPÍTULO #14

Movía las bolsas de un lado para el otro mientras tarareaba una melodia al caminar. Su mente estaba en blanco, sin poder pensar correcto el rumbo de sus paso. Lo único que su corazón podía sentir era miedo y frío ante el clima nevado. Solo sabía una cosa, llegar a la dirección que interiormente había recibido en su teléfono por alguien "desconocido".

"¿Puedes preparar mi pasta favorita? Pasemos una noche juntos Takemicchi"

Mikey quedaría encantado al saber que ya tenía todos los ingredientes para la cena.

En taxi pudo llegar con rapidez, pero decidió caminar incluso ante el fuerte dolor en su pecho y garganta.

"Aguanta un poco más Takemichi"

Alzó la mirada al pararse frente a un gran edificio.

"Motel Kisslonki"

Era un nombre muy peculiar.
Ingresó al lugar a pasos lentos y al llegar con la mujer operadora, este le enseño el pase de invitación que aquel extrañó le mandó a su teléfono.

La mujer le sonrió indicándole en que piso y número se encontraba la habitación.

Subió por el elevador y no se sorprendió al saber que se dirigía al último piso. Las puerta se abrieron y caminó a la primera y única puerta que se encontraba en el pasillo.

"213"

Sus manos temblaban levemente al presionar los botones correctos y la puerta se abrió de golpe. Miró el Interios y era muy grande, con pocas cosas pero valiosas y hermosas. Miró su teléfono leyendo el mensaje anónimo y comenzó a subir las grandes escaleras. Una gran puerta blanca lo esperaba entre abierta y unas voces hicieron que sus lágrimas comenzarán a brotar.

Sus piernas se negaban a avanzar pero su corazón y mente luchaban para hacerlo.

-Te dije que acercarme de nuevo a él no iba a funcionar. Sabes que lo nuestro no tiene arreglo- la voz de Mikey era tan serena...

-¿De verdad? ¡Voy a confiar en lo que dices! Pero... La verdad me siento muy mal por él. Él de verdad creé que cambiaste- suspiró tapándose con las sábanas- ¡Pero eso es bueno porque ahora sé que me amas solo a mí! No me des falsas ilusiones como lo haces con él Mikey- lloriqueo la albina.

-Nunca lo haré, ¿Aún esperas que cancele la boda? Él fue realmente estúpido al creer eso. Nunca lo haré.

-¿¡Lo estás reconsiderando!?

-Senju... Muchas sorpresas vienen en camino, y te aseguro que tú tendrás la más grande y llenadora- dijo acariciando el pelo blanco de la chica.

Miró con extrañes al Rubio y se acercó a su pecho para abrazarlo.

Miró de reojo a la puerta y soltó una risita al no ver a nadie.

Ahora estaba asegurada de que Mikey sería solo para ella.

No era necesario correr o gritar, solo caminó lentamente hasta llegar a la salida del Motel.

¿Acaso esperaba una fiesta sorpresa?

Miró el cielo opaco ante la casi llegada del anochecer, el frío le hacía tener escalofrío. Sus ojos nunca se detuvieron al contener el llanto, su rostro estaba empapado ante el fluido caliente y salado.