¿Todo es Real?

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CAPÍTULO #9






Las pequeñas hojas de cerezos Caín levemente ante la brisa de la mañana. Los pájaros cantaban y el hermoso resplandor del sol indicando la mañana.

Takemichi se encontraba parado debajo de uno de los tantos cerezos que rodeaban su colegio.

Dicen que si te podés debajo del cerezo tendrás mala suerte en el amor, yo pienso que es pura mentira- escucha hablar a un par de chicas que pasaban por ahí.

—¿Tú lo crees? Algunos dicen que te da suerte en el amor y suerte en la escuela- comenta la otra chica.

—¿Y tú qué opinas?

—Creo que cada uno decide que creer, yo creo en qué un árbol tan Hermoso y Rosa como este no podría hacerte daño. Yo creo en qué no es malo... Es hermoso.- Contesta el Rubio aún mirando aquel árbol con brillo en los ojos sin percatarse del extraño que se encontraba a su lado.

Volteó su rostro encontrándose con aquel Rubio de ojos Onix, jamás había visto unos ojos tan negros y profundos como esos, pero al mismo tiempo llenos de calidez y brillo. Una sonrisa adornó su rostro y se volteo quedando frente al oji azul, sus ojos no pidan apartarse de ambas miradas. Takemichi no podía decir o hacer nada, mirarlo era tan hipnotizante.

Yo creo en qué puede llevarte hasta la persona correcta para ti... Hola, soy Manjiro Sano.

...

..

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Sus regalos y acciones hacia mí habían cambiando drásticamente así mi, y eso me hacía muy feliz.

Habían pasado unas semanas desde que Mikey asistía menos al trabajo y me dedicaba más tiempo a mí.

Estaba tan feliz al escucharlo hablar sobre nuestra boda, tenía muchas ideas y hablarlo con Mikey me lo hacía más fácil y feliz.

Me alegra mucho que ya se estén poniendo al corriente sobre su boda- habla la abuela de Manjiro sentada en nuestra sala.

—¿Por qué no avisas que vienes? Estábamos por salir- reprocha el Rubio un poco enojado, y es que anteriormente habíamos quedado en dar un paseo por la plaza.

Esta bien Mikey, podemos ir después- trato de calmarlo y solo lo veo cruzar los brazos con molestia y continúa comiendo sus Taiyakis.

Tu actitud y modales nunca cambiarán Manjiro, como sea. Vine a decirles que no tiene que preocuparse de los gastos y los preparativos, todo corre por mi cuenta ¿Entendido? Estoy tan feliz por ustedes- Sonríe ampliamente sirviendo un poco de té.

Muchas gracias Señora Tada, no sabe cuan estoy agradecido con usted, siempre me trató como un hijo- digo con total sinceridad y es que las palabras no serían suficientes para poder agradecerle.

Cuando mis padres fallecieron en aquel accidente, la señora Tada se encargó de mi y cuidó hasta que cumplí la mayoría de edad y gracias a ella puse entrar ala universidad.

TakemichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora