Danger Inside // JJK + KTH

Final

Había vuelto a acostumbrarse a caminar entre el tumulto de gente, la hora pico en las mañanas donde las personas caminaban de un lado a otro apurados para llegar a sus trabajos siempre le eran agobiantes. Odiaba el ruido del tráfico, odiaba los pitidos de los autos, odiaba la selva de cemento que era la ciudad y sin embargo, le era menester tener que convivir con la sociedad. 

No tenía nada allí, ya no tenía trabajo, no tenía amigos, no tenía familiares cercanos entonces, se le hizo fácil tomar los ahorros que había amasado en sus mejores años y abandonar esa ciudad, lejos de lo que tenía, que materialmente hablando no era mucho, lejos de lo que alguna vez vivió, mas no lejos de los recuerdos, esos no podía sacarlos de su mente aunque se obligaba diario o no pensar en ello. 

Aquellos ahorros le darían abasto por largo más de un año si a ello le sumaba la venta de algunas cosas personales que había puesto en venta, había conservado su auto en cambio, lo necesitaría para poder transportarse como ese día por ejemplo, donde había recibido una llamada desde la ciudad que requería su presencia, era importante, era algo con lo que había soñado y es así como a pesar del gentío a su alrededor, Jungkook se sentía felíz, después de dos años donde no hizo más que tratar de sobrevivir a su propia monotonía, estaba feliz. 

Se había marchado de la urbanización con amargos pero también bonitos momentos, retorcidos desde puntos ajenos pero bonitos a los suyos. Eligió un lugar para vivir que siempre anheló, lejos de la contaminación y del bullicio, a las afueras de Daegu, en una zona rural donde por doquier su vista era verde y colorida, mucha vegetación y muchos envejecientes, pues se decía que la juventud prefería la ciudad, bueno, él nunca fue parte de los comúnes de todos modos porque allí estaba, donde a ojos de muchos él desencajaba, ahí se sentía pleno. 

La pequeña casa que había comprado no era ni la mitad de su antiguo departamento, era pequeña, rústica y sin lujos, nunca se sintió rico mientras trabajaba y ganaba buen dinero en cambio ahora que vivía como un campesino de un pueblo pequeño, se sentía millonario, se sentía más en paz con sí mismo, más tranquilo aunque de cuando en vez el recuerdo de aquel hombre llegaba para desubicarlo e incluso así, sonreía, porque nunca quiso guardar cosas que le dolían, prefería quedarse con lo que le produjera buenos ánimos. 

Amaba salir a caminar en la mañana por su patio, donde yacía tierra fresca y verde hierba que fielmente mantenía recortada. Inevitablemente la imagen de un hombre con una sonrisa cuadrada llegaba a su mente cada vez que se disponía a regar sus flores, estaban hermosas y frondosas y se preguntaba, qué sería de aquel fino rosal que había dejado abandonado muy a su pesar… 

Detenía abruptamente esos pensamientos y huía a hacer otras cosas que le distrajeran. Las tardes las amaba más, aquellas donde caminaba descalzo cerca del río que quedaba a pocos minutos de su hogar, se quedaba allí hasta que el sol le daba un último guiño y le sonreía con un "hasta mañana" entonces, caminaba de vuelta a su pequeña cueva para culminar con la rutina del día. 

Se había vuelto un hombre totalmente diferente a lo que solía ser, sin mayor estrés en su vida que vivir el día a día y tal vez, no era exactamente eso lo que quería en un principio pero definitivamente la vida lo desvío por un mejor plan. 

Nunca volvió a saber algo de Kim, rara vez lo vio en la portada de alguna página posando mas nunca se adentró a leer los artículos adjuntos, se sentía bien sabiendo que la vida no lo trataba mal, nada más. 

Un año luego de mudarse, en una de esas veces donde volvía a la cuidad para comprar algo que le hacía falta en casa y que no podía conseguir por sus alrededores, las casualidades lo volvieron a reunir con Jimin, éste le había invitado a comer y él había aceptado, hablando de todo y de nada, sonrieron sabiendo que estaban bien, no profundizaron de más y agradeció que el contrario no le hablara de el único hombre que marcó su vida, luego de ello, habían dividido caminos y de allí en más tras otro año no habían vuelto a hablar.