Danger Inside // JJK + KTH

06- Flowers

Era ya una bonita rutina el despertar antes de que su fastidiosa alarma sonara sólo para tomar esos minutos antes de levantarse para poder observar el rostro apacible dormido a su lado.

A Taehyung le gustaba detallar cada mechón de ese cabello oscuro desparramado sobre la blanca almohada, contornear con su mirada ese rostro tan definido. Jungkook solía dormir sobre su costado o con el pecho contra el colchón pero siempre con el rostro de frente hacia Taehyung y esa era la principal causa por la que muchas veces se le hacía tarde para comenzar el día.

Le gustaba sentir su respirar calmo, le gustaba escuchar los pequeños quejidos que soltaba cuando tenía un mal sueño y se relajada a su tacto en seguida cuando el mayor acariciaba su rostro, le gustaba como fruncía su rostro cuando la luz del ventanal entraba y golpeaba su piel, le encantaba lo linda que se veía su boca en las mañanas, con un pigmento más intenso debido a los besos de la noche anterior porque si, a Taehyung le fascina morder y chupar hasta que uno de los dos cae dormido primero.

Era una hermosa costumbre el despertar en medio de la madrugada y sentir unos brazos cálidos y posesivos rodear su cintura, muchas veces Taehyung despertó sintiendo su cuerpo frío porque Jungkook dormía tan profundo que sus brazos se soltaban de su agarre y entonces, Taehyung no dudaba en ser él quien abrazara esa piel.

Un desayuno nunca faltaba porque por mucho que Taehyung le dijo que no era necesario, Jungkook siempre insistía en levantarse corriendo y preparar algo rápido, se enojaba cuando el mayor salía de casa sin comer y por algunos días tuvo que lidiar con un Jungkook que lo ignoraba como castigo pero que siempre guardaba su cena caliente.

Su ropa estaba limpia y organizada, su casa impecable, su jardín adornado con flores de varios colores y Taehyung tenía terminantemente prohibido salir de casa sin un paraguas o una campera cuando hubo llegado la temporada de lluvia.

Era todo tan cálido, las noches en que se iban a la cama tarde porque Jungkook sugería un maratón de películas o porque Taehyung estaba empeñado en aprender a preparar ese pan de maíz que tanto le gustaba comer y que el menor le insistía en que era fácil de preparar (pero que ya había quemado tres veces). Sus tardes de charla casual junto a una exquisita copa de vino, esos fines de semana donde preparaban barbacoa e invitaban a Jimin e incluso a Hoseok...

Todos esos momentos comenzaban a pasar factura en la mente atormentada de un Taehyung que día tras día se martirizaba pensando en que estaba siendo tan jodidamente egoísta, en que el hombre acostado a su lado era tan irreal que tal vez, quizá, era hora de dejarlo partir.

Taehyung en sus años nunca tuvo una relación formal, nunca lo consideró, nunca le hizo falta, era algo innecesario e insulto atarse a alguien cuando podría follar libremente y adiós. Nunca sintió esa patética necesidad de querer estar lo más cerca posible de alguien, le asqueaba el hecho de sólo pensar tener que ver la misma cara todos los días despertar con ese ácido y horrendo aliento mañanero, sin embargo, no entendía por qué mierda todo eso le parecía tan mágico ahora, tal vez era porque Jungkook nunca tuvo ese aliento mañanero o porque se veía tan bonito al despertar con su pelo desaliñado o quizá por lo tierno que era cuando le pedía que se quedara en la cama un rato más o pudiera ser por esas veces en que Jungkook lo despertaba con su cabeza enterrada entre sus piernas o tal vez y una jodida mierda, simplemente estuvo equivocado por mucho tiempo, tal vez le gusta demasiado el hombre que logra en él tantas cosas.

Taehyung suspiró antes de por fin ponerse de pie esa mañana, apagando su alarma antes de que emitiera ese molesto sonido y se dirigió al baño para ducharse, esa mañana no abrió las cortinas, dejó que su habitación se quedara a oscuras para no despertar a Jungkook y bajo el agua tibia que fluía por su cuerpo volvió a pensar mil veces más, recapituló todo lo que había ocurrido en los más de seis meses que llevaban juntos.