★ ❱ FiGHT FØR ME - C3JOCHØN!

№4: ØH MY G🅞D!

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❝ Gracias por dejarme perderme en tu mirada antes de irme a dormir ❞

Mictia no podía creer lo que estaba escuchando, pero por la gran sonrisa que portaba el moreno y ese buen ánimo que llevaba consigo desde que llegó al salón comenzó a sospechar de que, tal vez, Cejo no le estaba mintiendo.

Sonaba como una locura, pero para Cejo el haber conocido un poco más acerca del híbrido era ya un avance, y uno bastante bueno. Terminó contándole todo lo ocurrido a Mictia, pues la chica no pudo contener la curiosidad en cuanto lo vió ingresar al salón mucho más animado que el día anterior, aunque tampoco es como si el chico fuera la persona más indiscreta del mundo, todos los estudiantes estaban con sus caras largas y aburridas, era obvio que iba a destacar de entre tantas personas y llamar la atención de alguien.

¿Quién llegaría con total felicidad a la escuela? Solo él, era evidente.

- Oye, pero, ¿de verdad ocurrió eso? —arqueó una ceja, por más irreal que sonara lo que Cejo le estuviera contando, seguía sin creerle del todo, aunque debía de suponerlo al estar en un lugar tan pequeño como ese— Es decir, ¿qué rayos estabas estudiando a las tres de la mañana?

- ... Ciencias —tardó un poco en responder, pero cuando finalmente lo logró, sonrió nerviosamente, esperando que la chica se creyera lo que acababa de decir—

Ambos se miraron por unos cortos segundos, uno con esperanzas de que la castaña le creyera, mientras que la otra con toda la convicción del mundo en que el moreno no le estaba diciendo la verdad del todo, pero no iba a seguir con sus preguntas, tampoco es como si quisiera incomodarlo.

- Oh, genial —sonrió, provocando un suspiro de alivio por parte del contrario— Entonces, ¿piensas arreglarte un poco, o...?

- ¿Para qué? Estoy bien así —le restó importancia al tema de su vestimenta, de todos modos, se sentía cómodo con lo que llevaba puesto, a pesar de que fuera el uniforme escolar... Bueno, quizá sí debería de cambiarse al llegar a casa—

- Pero se supone que estarás con él un buen rato —detuvo su andar al ya encontrarse en la entrada de la institución, luego siguió hablando— Digo, estarás con él a solas, ya sabes... Tú y él, solos, estudiando, compartiendo tiempo juntos... Los dos solos, ¿entiendes?

- Creo que ya me había quedado un poco claro desde el primer momento, pero gracias por recordarme ese pequeño detalle —soltó una pequeña risa mientras acomodaba su mochila detrás de su espalda, para luego percatarse de lo que había dicho y terminar de procesarlo, quedándose quieto como si de una estatua se tratase— Espera... Él y yo solos, los dos, juntos... Oh mierda.

La castaña le dió unas cuántas palmadas en el hombro, pues en vista de que el moreno había agachado la cabeza en modo de tristeza, no pudo evitar el sentirse mal por haber recalcado algo tan obvio, pero que el chico había dejado pasar por alto.

- Tranquilo, cuando llegues a casa te podrás arreglar un poco, aún hay tiempo —al notar que su contrario la miró, le guiñó el ojo mientras sonreía, indicándole que no diría nada más al respecto— Por cierto, ¿no te gustaría ir con nosotros? —observó a su alrededor, buscando con la mirada a sus otros dos amigos, quienes le habían dicho que los estarían esperando justo en la entrada de la escuela— La madre de Natalan no tardará en llegar, te puede dar un pequeño aventón hacia tu casa.