№3: 🅘N TH🅔 D🅐RK

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Antes de continuar:

× × × : pasado.

• • • : presente / cambio de escena.

Ahora sí, continúa leyendo y disfruta de este capítulo.

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❝ Sigo sin comprender lo que le estás haciendo a mi pobre corazón, pero debo admitir de que este sentimiento se está volviendo uno de mis favoritos ❞

Cejo no podía dormir, ya eran casi las cuatro de la mañana y se había quedado escribiendo sin descanso alguno en aquella libreta que tanta importancia tenía para él, cada pensamiento que se le cruzaba por la mente en esos momentos tenía que ver con el híbrido, cosa que comenzaba a preocuparle.

¿Cómo era posible que se encontrara en esta situación?

¡Solo se habían visto por dos días, no debería de comportarse de esa forma!

Aquella calidez que le brindaba la presencia del chico era un sentimiento tan curioso para él, sobre todo porque sentía que ya había vivido algo así con anterioridad. Cuatro páginas enteras dedicadas a las cualidades que más le llamaban la atención de ese, aún, desconocido, ¿qué es lo que le estaba pasando?

Se dió un leve golpe contra el escritorio, luego soltó un largo suspiro, tal ves este era un buen momento para retomar su descanso, de lo contrario, estaría cansado antes de llegar a la secundaria.

Se reincorporó en su asiento y comenzó a arreglar sus cosas, no sin antes echarle un pequeño vistazo a todo lo que había logrado escribir, sonriendo al recordar aquel rostro que hacía a su corazón acelerarse a más no poder. Sacudió su cabeza inmediatamente, no era momento para esta clase de cursilerías, parecía un tonto adolescente enamorado que terminaría por desilusionarse en menos de una semana.

Espera, tal ves eso era lo que le estaba pasando.

No conocía lo suficiente a ese chico como para andar con estas tonterías, el que se preguntara cada segundo qué es lo que estaría haciendo en estos momentos no era algo que le gustara, se sentía como todo un acosador y temía el llegar a asustar al híbrido, pero la curiosidad y el sentimiento no le permitían aclarar sus propias emociones.

Casi se cae de su asiento al intentar apoyar su espalda hacia atrás, abrazó con todas sus fuerzas la libreta y la apegó a su pecho, nadie debe de saber de la existencia de estos escritos, mucho menos ese chico, su mundo se iría abajo si es que algo así llegara a ocurrir. Finalmente, guardó todas las cosas que había estado utilizando en uno de los cajones de aquel escritorio, sintiendo un gran alivio al saber que estaban seguros por ahora, pues su madre no solía entrar a su habitación, a menos que fuera para limpiar.

Se levantó y caminó en dirección al interruptor, apagaría las luces para ya irse a descansar, pero un fuerte sonido lo detuvo, mientras que la curiosidad lo obligaba a ir a revisar por la ventana, una parte suya estaba demasiado desconfiada de aquella idea, de todos modos ese no era su problema.

Pero, como era de esperarse, la curiosidad terminó por convencerlo, acercándose a la ventana y moviendo un poco las cortinas en busca de tener una mejor vista, agregando de que no quería ser descubierto como la última vez que le pasó algo similar.

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