№8: JⒺALØUSY iN TR🅞UBLE

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Viernes por la mañana; los pájaros cantan, las plantas se mueven delicadamente con el viento y una mochila cuelga desde el último piso de la institución, siendo ésta misma la de nuestro querido y fiel amigo, Lucasta.

- ¡Tomy-gato, eres una mierda! —el chico de gafas estaba rojo de la furia, ¿en qué momento había perdido de vista a su pobre mochila? bueno, parece que el híbrido de gato se había levantado con la peluca de payaso ya puesta, pues era demasiado temprano como para iniciar el día de esta forma—

- Bromita —el chico rió, provocando que Lucasta bufara por lo bajo y se alejara de él en busca de ayuda, pues no pensaba dejar sus cosas allá arriba en todo lo que restaba del día, iba a llegar tarde a la clase de economía y todo era por culpa de su compañero de salón—

Así es como iniciaba el día escolar; los alumnos preparándose para sus respectivas actividades del día, algunos corriendo por los pasillos y otros huyendo de los maestros, como Soarinng y un tal "Kendo"... Sepa Dios en qué problema se metieron ahora, pero eso no es tan importante, por ahora.

Volviendo al tema principal...

- ¡No puede ser! —tan pronto como la castaña exclamó aquello con total emoción, los dos chicos que la acompañaban la callaron lo más rápido posible, no porque quisieran, sino porque al moreno le daba pena que alguien más en el aula supiera algo de lo ocurrido el día anterior— Ups, lo siento, se me pasó...

- No te preocupes, pero trata de no ser muy evidente para la próxima, Mic —Natalan dió leves palmadas en la cabeza a la más baja, sacándole una sonrisa a la chica, mientras que Cejo no hacía más que observarlos mientras terminaba de acomodar sus cosas en su mochila—

- Está bien —la chica asintió, luego siguió hablando— Pero, Cejito... ¿Lo dices en serio?

- ¿No me crees? —tan pronto como dijo aquello, Mictia soltó una carcajada, mientras que Natalan rodó los ojos. Vaya, su grupo de amigos era todo un caso... Pero no se quejaba—

- No es eso, sólo que jamás pensé que ustedes dos ya se conocieran desde hace mucho —tomó asiento en su respectivo lugar mientras dejaba su mochila a un lado de su pupitre, ni siquiera había comenzado a buscar los libros de la primera materia del día por estar al pendiente del "chisme"— Pero estoy muy feliz por ustedes, sobre todo por tí, Cejito.

Mictia pellizcó su mejilla con ternura, tratándolo como si fuera un bebé, cosa que provocó que Natalan riera ante las acciones de la chica y tomara asiento en su respectivo lugar, juntando un poco su pupitre con el suyo en busca de seguir con la conversación.

- Y no te olvides de su cita... —alargó la "a" en dicha oración, recibiendo por respuesta las risas de Mictia y las quejas de Cejo, quien se puso lo suficientemente rojo como para parecer un tomate—

- Mientras más lo pienso, se acumula ese presentimiento extraño de que algo malo pueda suceder —golpeó su cabeza contra el pupitre y cubrió una parte de su rostro con ayuda de sus brazos, mismos que terminó apoyando contra la fría y dura madera de la mesa—

- Oh, no digas eso, las fiestas de Duxo son de lo mejor, se la pasarán genial —Mictia intentó animarlo, sonando lo más feliz posible mientras comentaba ese pequeño detalle, pero parece que no había funcionado del todo— Además, tendrás todo el tiempo del mundo para pasarlo junto a Locochon, ¿no es fantástico?

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