№5: CR🅞SSⒾNG STØRi🅔S

414 23 65
                                    

× × ×

No quería salir de su habitación, mucho menos comenzar a guardar sus juguetes en la caja que su madre había dejado a un lado de su cama, ¿por qué sus padres tenían tanta prisa en guardar todas sus pertenencias e irse de la casa?

Cejo lloraba mientras abrazaba una de sus almohadas, su padre le había gritado desde el primer piso que se callara, de lo contrario, le daría una muy buena razón para seguir llorando, mientras que su madre había entrado a su habitación para indicarle que guardara todas sus cosas y que no hiciera mucho ruido, pues el hombre no estaba de buen humor ese día.

No quería irse, estaba feliz viviendo en ese lugar y quería seguir jugando con Locochon, deseaba seguir asistiendo a la escuela y correr por el gran jardín de la casa.

Estuvo por levantarse de la cama e ir a hacer lo pedido por su madre, pero un curioso sonido que provenía de la ventana captó su atención inmediatamente, obligándolo a tomar su banquito y colocarlo a sus pies, subiéndose a él y apoyando sus manos en el marco de la ventana.

Se sorprendió al ver a Locochon, quien brincaba y movía sus manos de un lado a otro, saludándolo a la distancia, cosa que lo hizo sonreír e imitar dicha acción, sólo que sin brincar, pues sino se caería. El híbrido le hizo señas para indicarle que bajara, probablemente porque quería jugar, pero sabía que no podía desobedecer a su padre, no deseaba recibir una regañada de su parte.

Aunque... No tendría por qué enterarse, ¿verdad?

• • •

❝ Dos segundos a tu lado son suficientes para que mi corazón caiga ante ti y todos estos sentimientos tan hermosos que me haces sentir ❞

Las clases habían pasado más rápido de lo esperado, tanto Cejo como Lucasta se dirigían hacia la salida luego de ver al resto de sus compañeros salir despavoridos del lugar, ¿tanto odiaban la secundaria?

Claro que sí, pero esta ocasión no parecía ser el motivo principal por el cuál los estudiantes iban rápidamente hacia la salida, sino que se había hecho oír el rumor de que uno de los chicos del tan aclamado "quinto A" estaba repartiendo invitaciones para un "tono"... O una fiesta, como quieran llamarle.

¿Y el problema?
¡Las invitaciones eran limitadas!

- Te juro que sigo sin entender todo este escándalo —Cejo soltó un suspiro, ya había chocado con más de diez personas en todo el camino por "meterse en su camino" y encontraba bastante cansado el comportamiento intenso de varios estudiantes con respecto a una fiesta. Aunque tampoco los culpaba, es decir, suponía que era parte de su etapa... O algo así— Deberíamos buscar otro lugar para esperar al resto, ¿no lo crees?

- Si, a este paso, Natalan y Soarinng terminarán completamente perdidos entre tanta gente —soltó una pequeña risa, parece que debían acostumbrarse a esperar a esos dos cada que era momento de volver a casa, pues el de polera amarilla había vuelto a detención y aún no sabían el por qué— Ven, por aquí.

Lucasta se adelantó, siendo seguido por Cejo, quien hizo todo lo posible para poder pasar por toda esa multitud reunida en la entrada de la institución. Ambos veían cómo un par de chicos repartían unas invitaciones a unos cuántos estudiantes, mientras que una chica hablaba con otros que insistían por recibir las suyas.

★ ❱ FiGHT FØR ME - C3JOCHØN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora