Parte #3

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Las golondrinas volaban por los jardines del hogar de Elisa, los rosales su perfume desprendían y el zumbido de las abejas relajante era.

Por los corredores de la casa se escuchan los pasos del señor Solís, el padre de Elisa. Este era un viudo de cabello negro y canoso; sin embargo, la falta de barba lo hacía lucir más joven, el señor estaba cerca de cumplir 50 años, llevaba 5 años de viudo, lamentablemente perdió a su esposa, la madre de Marie en un accidente automovilístico en Singapur, ella viajaba por negocios y un conductor ebrio impactó su auto, causándole a la señora Solís una muerte instantánea por perforación pulmonar bilateral.

El padre de Elisa se dirigió a su oficina, para tomar su pasaporte y visa, tenía un viaje de negocios a Estados Unidos, ya había reservado un hotel, un vuelo y servicios de transporte para él y su asistente.

Al entrar a su oficina, vio a Elisa, sentada en uno de los sillones de la oficina, leyendo un libro mientras estaba acostada en el sofá color carmesí de su lúgubre y sombría oficina.

Al entrar a su oficina, vio a Elisa, sentada en uno de los sillones de la oficina, leyendo un libro mientras estaba acostada en el sofá color carmesí de su lúgubre y sombría oficina

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—¿Qué lees Eli?—Pregunto mientras buscaba su pasaporte

—Estoy leyendo: "El retrato de Dorian Gray"—Respondió su hija sin despegar los ojos de su lectura

—Me encanta Wild—Le contó su padre

—Lo encontré en tu biblioteca personal, en la sección de favoritos —Le confesó Elisa

—Hay una copia en la biblioteca comunitaria—Respondió su padre en un murmullo tranquilo

Un ligero ruido interrumpió el silencio que se había formado, era uno de los pasaportes del padre de Elisa, el cual había caído al suelo, el padre de Marie tenía muchos pasaportes, pues él guardaba algunos pasaportes antiguos o ya no vigentes.

—¿A dónde vas?— Pregunto Elisa levantándose del sofá para poder husmear entre los asuntos de su papá.

—Arreglaré unos negocios en Estados Unidos—Le respondió mientras buscaba su pasaporte

—¿Cuándo llegas¿—Pregunto Elisa

—Dentro de 10 días, tal vez más—Le confesó, volteando su mirada y dirigiéndola a ella —Sé que es mucho tiempo, pero no puedes ir conmigo, no puedes dejar la escuela a medias—Le dijo

Elisa inconforme con su respuesta, se sentó en la silla del escritorio y lo miró indiferente.

—¿Puedo tomar asesoramiento de química? —Le pregunto a su padre con un ligero afán de fastidiar

El señor Solís volteó a verla, él era graduado de ingeniería química en la universidad de Oxford y tenía posgrado en química inorgánica, que su hija pidiera asesoramientos a alguien más, le ofendió mucho, pues pensó que ella dudaba de sus capacidades, sin embargo, comprendió que ella quisiera reforzar sus conocimientos con otro profesional.

—Está bien, ¿Quieres que le llame a algún colega?—Pregunto volteando a verla y dándose cuenta de lo indiferente que se mostraba su hija

—Yo lo busco, no te preocupes —Murmuro Elisa

Profesor | Cillian Murphy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora