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゚。Ateez
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Reacciones, one shots, mini historias, etc.
𓍢ִ໋🌷͙֒ Espero que difruten de la lectura.
𓍢ִ໋🌷͙֒ Actualizaciones diarias si me es posible.
𓍢ִ໋🌷͙֒ -Que no creo que lo sean.
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Comienzo: 23/07/23.
Final: x/x/x
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Choi San: ⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆My precious succubus
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Choi San, el demonio sexual o súcubo más conocido por estos lares el cual se hace pasar por stripper para mantener relaciones sexuales con mujeres jóvenes y ya de paso robarles su vitalidad. Lo que nadie sabía es que este ser tenía una debilidad, su querido amor platónico Ahyeon, una chica de unos veintidós años aproximadamente, con el cabello rojo como las misma llamas del averno, unos ojos verde esmeralda y unos labios hermosos sabor a cereza los cuales él ansiaba probar desde que la vió por primera vez, ella fue la única mujer que declinó sus encantos irresistibles y San sigue sin saber el cómo pudo suceder. Él la necesitaba no por su fuerza vital sino porque él la amaba, la deseaba, la necesitaba y haría todo lo necesario para estar junto a ella.
A través de la mejor amiga de la chica él consiguió que ella viniera a su club.
San subió al escenario para dar comienzo a su misión: —Bienvenidas a todas, buenas noches, yo soy San el hombre de sus ojos. No podrán apartar su vista de mi— dijo mientras sus ojos se tornaban del negro a un fuerte rojo vivo, la lujuria se podía distinguir en ellos desde lejos— disfruten damiselas— dijo haciendo una reverencia despidiéndose y bajando del escenario—
Este se dirigió hacia su objetivo y sus amigas.
—Bienvenidas damiselas a mi espectáculo espero y las vistas sean de su agrado— dijo con una voz ronca que se sentía como mil demonios dentro de las intimidades de las chicas—, encantado mamuasel— dijo besando el dorso de tu mano— —Enchantée monsieur— la cara de San se tornó a un gran asombro al escucharla hablar un perfecto francés—
Tras esto San se fue con una sonrisa pegada en su bello rostro.
Lo que Ahyeon no sabía es que el súcubo ahora mismo estaba apoderado de su cuerpo tras ese contacto piel con piel que hicieron momentos atrás. Ahyeon de repente empezó a sentir mucho calor aunque ella iba con una blusa de tirantes y unos shorts, todo era culpa de San. Esta se sentía muy acalorada por todo el cuerpo pero más por la zona de su entrepierna, era como si algo indivisible estuviera preparando su cuerpo para llevarla a su clímax. Ahyeon no pudo más y se despidió de sus amigas diciéndoles que le dolía mucho la tripa, y se fue a casa.
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Cuando llegó se tumbó en su cama para intentar conciliar el sueño intentando olvidar lo que le pasaba.
— Ahyeon se que me necesitas— le susurró una voz al lado suya—
La llamada abrió los ojos rápidamente en busca de alguien pero no vió nada más que la oscuridad de su habitación, en cuanto se repuso, intentó volver a su anterior estado pero de nuevo ese sentimiento la reconcomía por dentro.
—Dí que me necesitas, que necesitas mi cuerpo encima del tuyo haciéndote gemir mi nombre— se volvió a oír la voz pero esta vez más fuerte, retumbaba dentro de su oído sin descanso alguno— —Te necesito San— no se como esas palabras salieron de mi boca pero justo cuando volví a abrir los ojos San estaba encima mío mirándome fijamente— —Me llamaste y aquí estoy— dijo quitándome un mechón de pelo de la cara—, wow, te ves aún más hermosa de cerca— dijo y yo rápidamente lo aparté— —¿Cómo coño estás aquí?¿Cómo sabes donde vivo? ¡Éstas loco!— dije histérica levantándome rápidamente de mi cama con intenciones de atacarle como se me acercara— —Porque no estoy loco bueno si, pero por ti, pero no es eso, soy el súcubo que vive por cada aliento que das, y llevas mi marca en la mano derecha donde te di el beso mamuasel— dijo con una sonrisa triunfante tumbado en mi cama-
Miraste tu mano y es cierto tenías una S serigrafiada en el dorso, se veía como un tatuaje, que realista se veía.
—¿Quieres que sacie esa incomodidad que sientes ahí abajo cariño?— me preguntó—
De mi boca solo salió un gemido leve porque de repente me estaba reconcomiendo aún más.
—Me lo tomaré como un sí princesita— dijo y una fuerza inhumana me arrastró hacia él sentándome en sus piernas como una niña— —Sabes que eres lo más bonito del mundo— me dijo tocando mi zona por encima de mis bragas— ¿No te tocaste mientras yo no estaba, no?— me preguntó seriamente a lo cual yo negué fuertemente por el roce agarrando su camisa de seda negra— —Pues no se que ha pasado pero estas como para follarte ya— me dijo tranquilamente—
De repente echó a un lado mis bragas y sumergió dos de sus dedos en mi zona haciendo que un gemido resuene en la habitación.
—¿Te gusta mi princesa?— preguntó a lo que yo asentí repetidamente con los ojos cerrados, lo hacia como los mismísimos ángeles— Estás lista para mi— dijo y sin más me corrí en su mano todos esos fluidos calientes recorriendo sus dedos, que sensación más placentera— —Así me gusta— me sentó en la cama y se puso de rodillas ante mí y su cara se acercó a mi clítoris y empezó a lamerlo recogiendo los fluidos con su fría y áspera lengua, se sentía tan bien—
Estimulaba mi zona aún más ahora con su lengua y sus manos venosas, este dejaba pequeños besos en mi zona y me miraba mientras yo ponía la cabeza hacia atrás lentamente y liberaba barbaridades.
—San— dije— —Si princesa— me respondió al instante— —Móntame ya— dije sin más aire en los pulmones— —Lo que me pidas son órdenes y yo siempre las acataré— dijo colocándome tumbada con mucha delicadeza como si de un jarrón de cristal se tratase, con las piernas bien abiertas fue colocando su erección en mi agujero y un leve gemido sonó de sus lindos labios para luego ronronear como un gato en celo, fue el sonido más embriagador de toda la noche— —Eso sí me ha gustado— le dije ayudándole agarrando sus hombros para que entrara más profundo en mí—
Este en respuesta besó mis piernas desnudas dejando por ahí su amor a su paso.
—A este paso mañana no podrás caminar lo sabes, ¿no?— me dijo atentamente sonando demasiado dulce, raro era— —No es algo que me importe, ahora solo me importas tú— dije acercándolo a mi y uniendo sus labios a los míos y en el intento resonando un gemido entre nuestras bocas— —Cuando quieras pasar tiempo conmigo tú solo dí mi nombre y apareceré princesa mía— me dijo y yo asentí que rico se sentía, hacia mucho que no me sentía así de bien—
Terminó corriéndose uniendo nuestros fluidos con un cálido beso que permitió una unión entre los dos, esto no era solo sexo, era amor.
—San no te vayas nunca— le pedí— —Ya te dije que yo te haré caso en todo lo que me pidas, y si quieres que me quede, me quedo, y si quieres que me vaya, me voy, aunque me dolerá mucho debes saberlo— me dijo con su cabeza apoyada en mi pecho dejando un beso en él-
Yo nos arrope y allí nos quedamos dormidos hasta que a la mañana siguiente, él ya no estaba pero tampoco lo llamé ni lo busqué ya sabía que él volvería si se lo pedía y eso me producía la sensación más placentera que nunca había sentido. San sabía que su plan había funcionado y nunca te irías o te separarías de él.
FIN
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Creo que siempre digo lo mismo pero bueno, espero que lo hayan disfrutado me esforzaré para que cada uno sea aún mejor que el otro, un beso lectorxs.