𝗜𝗻𝗰𝗲𝘀𝘁𝗼

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Omnisciente:

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Omnisciente:

P𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨

—Entonces nos vemos está noche? —Ben dejo un pequeño beso en la comisura de los labios de la pelirroja.

Megan estaba feliz, en la noche iba a tener una cita con Ben, por lo que rápido se fue a la habitación de Klaus.

Número cuatro se encontraba a lado de su ventana, drogándose como de costumbre, hace algunos meses Klaus había empezado a probar el sabor de la cocaína y desde ahí no había dejado de hacerlo. Ocho había intentado ayudar a Klaus pero este simplemente le respondió que no se entrometa en sus asuntos.

Lo que ocho no sabía es que ella tiempo más tarde también iba a recurrir a aquellos métodos que Klaus solía utilizar para olvidar sus poderes, ella lo utilizaría para no pensar en Ben.

—¡Adivina que! —exclamo entusiasmada Megan, ignorando el hecho de que su hermano estaba inalando esa porquería, como ella solía llamarlo.

—¿Qué? —pregunto Klaus con curiosidad.

—Tendre una cita con Ben está noche, tienes que ayudarme.

Klaus pego un brinco emocionado, claro no era la primera vez que seis y ocho tenían una cita a escondidas y Klaus se encargaba de ayudarlos, pero el siempre se emocionaba como si fuera la primera vez que Ben le pedía una cita a Megan.

—Bien. ¿En qué vas a necesitar mi ayuda Meg?

—Solo quiero que arregles el rincón de los enamorados, ya sabes quedó en mal estado cuando Luther y Allison lo utilizaron para hacer sus cosas.

Klaus llegó a la azotea, observo el rincón que se encontraba escondido donde casi nadie podía ver.

Lo empezó a decorar tal y como Meg le había indicado, quería que quede perfecto para sus hermanos, Klaus era el que mayormente se encargaba de estás cosas y sus hermanos le pagaban por sus servicios, con el dinero el podía irse de fiesta o comprar algo que le había ayudado mucho, la cocaína.

Cuando por fin termino de arreglar el rincón de los enamorados se dispuso a ir a buscar a Meg y decirle que ya había terminado, claro a ella no pensaba cobrarle nada. Megan era su mejor amiga y también la chica que ocupaba sus pensamientos la mayor parte de tiempo.

Klaus nunca admitiría que todo lo que hacía por Meg era porque él tenía sentimientos por ella, el respetaba la relación que Ben y Megan tenían.

—¡Joder! Klaus eres el mejor! —exclamo la pelirroja, mientras le daba un abrazo al drogadicto.

Este solo sonrió, su corazón comenzó a latir fuertemente y sus mejillas se tornaron de un tono carmesí, aunque después se calmo pues pensó que para Meg el solo era su mejor amigo.

𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐄𝐍𝐎𝐔𝐆𝐇- 𝐁𝐄𝐍 𝐒𝐏𝐀𝐑𝐑𝐎𝐖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora