Felix y Minho tenían tres hijos y formaban un sólido matrimonio, o al menos eso era lo que Felix pensaba, pero su feliz existencia se hizo añicos cuando supo que Minho tenía una aventura, entonces se dio cuenta de que, a lo largo de los años, sus vi...
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Cuando entró en el salón, Minho estaba sentado en el sofá con un libro entre las manos. Tenía el aspecto de alguien que no se hubiera movido del sitio durante horas. No se molestó en saludar a Felix, que tras una corta pausa, esperando su repentina explosión de furia, que no llegó, cerró la puerta y se dirigió a la cocina. Esbozaba una sonrisa. Minho no lo engañó ni por un momento con su aire de indiferencia, le había visto mirando por la ventana justo antes de entrar por la puerta del jardín.
ㅡSerá mejor que llames a Seungmin ㅡmurmuró, apartando una silla con el pie para sentarse en ella.
Dejó el abrigo sobre una de las sillas de la cocina, se quitó las botas y preparó café. Minho entró como un gato en busca de su comida diaria. Llevaba vaqueros y camisa de algodón.
ㅡ ¿Porqué? ㅡdijo Felix con curiosidad, y mirándolo por un instante.
ㅡPorque no he parado de llamarlo creyendo que estarías en su casa y él no me lo quería decir.
ㅡ¿Y por qué estás tan seguro de que no ha sido así? ㅡantes de contestar, Minho guardó silencio por unos instantes.
ㅡPorque llamé a mi madre para que cuidase de los niños y me fui a su apartamento para ver si era verdad.
ㅡAsí que no sólo Seungmin, sino también tu madre sabe que he estado fuera todo el día ㅡdijo Felix con tono amargo sirviéndose el café, que ya estaba listo.
ㅡNo puedes echarme la culpa de que estuviera tan preocupado después de cómo te fuiste ㅡse quejó Minho.
"Eso está mejor", pensó Felix. "Eso le enseñará a no tratarme como a un niño".
"Puede que lo sea, pero eso no significa que me guste que me traten como tal. Además, así se dará cuenta de que su predecible esposo no es tan predecible después de todo". Se sentó frente a él, tomando con gusto la taza de café caliente entre las manos, todavía frías. Minho se pasó las manos por el pelo y luego las apoyó sobre la mesa y comenzó a tamborilear con los dedos, como si algún pensamiento le rondara en su interior. Inclinó la cabeza hacia delante. Tenía el pelo revuelto, como si se hubiera pasado las manos por él muchas veces.
Felix nunca lo había visto así, con un aspecto tan frágil.
ㅡTus padres también lo saben. ㅡdijo inesperadamente ㅡLos llamé cuando no se me ocurrió ningún otro sitio donde pudieras haber ido. Han estado esperando que aparecieras por Jeolla toda la tarde. Será mejor que los llames para decirles que estás bien.
ㅡTe voy a decir una cosa, Minho ㅡle sugirió ㅡ ¿Por qué no los llamas tú ya que fuiste tú quien los has preocupado? Llama a tu madre y a Seungmin, no tengo ganas de hablar.
Así que sólo se le había ocurrido llamar a tres sitios para localizarlo. ¿Qué le decía eso a él de sí mismo? Se preguntó, pero decidió que ya había hecho suficiente auto análisis aquel día y decidió posponer la respuesta.
