Felix y Minho tenían tres hijos y formaban un sólido matrimonio, o al menos eso era lo que Felix pensaba, pero su feliz existencia se hizo añicos cuando supo que Minho tenía una aventura, entonces se dio cuenta de que, a lo largo de los años, sus vi...
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El desayuno transcurrió en medio de una atmósfera enrarecida. Los mellizos no dejaban de mirarlos con extrañeza y curiosidad. Felix sabía que se habían hecho muchas preguntas acerca de su ausencia el día anterior, pero era obvio que Minho les había ordenado que no hicieran preguntas.
No pudo evitar una media sonrisa cuando Chae abrió la boca para decir algo y Minho la silenció con una mirada. Sunwoo se comportaba de forma distinta. No dejaba de mirar, pero no decía nada, en realidad, no había dicho nada desde que había bajado a desayunar.
ㅡCome, Sunwoo. ㅡle dijo Felix amablemente, después de que el niño estuviera jugando con la cuchara un buen rato ㅡA media mañana vas a tener hambre si ahora no comes nada.
Sunwoo frunció el ceño y lo miró. Tenía los mismos ojos que su abuelo.
ㅡ ¿Adónde fuiste ayer? ㅡle preguntó de repente, y miró a su padre.
ㅡPues... salí a pasar el día por ahí. ㅡrespondió Felix con una sonrisa, para demostrarle a su hijo que no sucedía nada anormal ㅡNo te importa; ¿verdad?
Sunwoo se removió en la silla. Felix se inquietó. Sunwoo no era como su hermana, extrovertida y comunicativa con todo el mundo, siempre se callaba sus problemas.
Si le hacía aquella pregunta era porque estaba realmente preocupado.
ㅡPero, ¿adónde fuiste? ㅡinsistió el niño.
Felix suspiró y le acarició el pelo. Sunwoo no protestó, como solía hacer.
ㅡEstaba muy cansado. ㅡrespondió, tratando de encontrar una explicación que un niño de seis años pudiera comprender ㅡAdemás, como me paso el tiempo en casa, me apetecía dar un paseo. Eso es todo.
ㅡ ¡Pero normalmente vas con uno de nosotros, para que te cuide! ㅡdijo mirando a su padre, pero esta vez para decirle que se mantuviera al margen de aquella conversación.
ㅡ¿Quién ha dicho eso? ㅡdijo Felix en broma, tratando de tomarse aquella afirmación con buen humor, cuando, en realidad, estaba horrorizado de que su hijo también pensara que era incapaz de cuidar de sí mismo ㅡYa sabes que soy mayor y que puedo cuidar de mí mismo.
ㅡPapá dijo que no. ㅡintervino Chae ㅡLlamó a la abuela y estaba muy nervioso. Y habló por teléfono con el tío Seungmin y se puso furioso.
ㅡYa basta, Chae ㅡdijo Minho con calma, pero en un tono tajante.
ㅡ ¡Pero sí lo dijiste! ¡Y te portaste como un toro loco!
ㅡ ¿Cómo un qué? ㅡpreguntó Minho.
ㅡComo un toro loco. ㅡrepitió la niña ㅡEso es lo que nos dice mi profesora cuando corremos por la clase, "Los toros al campo". ㅡdijo Chae y esbozó una de sus encantadoras sonrisas, de ésas con las que se le caía la baba a su padre ㅡPero papi volvió sano y salvo, como dije yo.
