Aliados

II

Cada vez que lo veo, mi estómago se revuelve y mis mejillas arden.

Al inicio pensé que era desagrado, pero aquel sentimiento se fué haciendo cada vez más fuerte. Y me traía aún más felicidad.

–Ahora que somos novios, quiero que salgamos más. Quiero conocerte.

Sonreí. Sé y soy consiente de que mi "relación" con Poe es una equivocación, que yo mismo provoqué. Pero, es divertido y me gusta aún así.

–¿Te parece bien la próxima semana? Yo no tengo días libres. Trabajaré esta semana el doble, para que estar libre el día de nuestra cita.

Realmente es divertido y me gusta.

–En ese caso. ¡La cita, la organizo yo!

No pasó más de unas cuantas horas desde nuestra "confesión".

Poe no siente amor hacia mí. Lo sé. Por eso mismo afrontaré toda circunstancia para que yo le guste.

–En ese caso, esperaré tu mensaje. Dime el lugar, fecha y hora.

–¿Ya te irás?

–A Karl no le gusta los lugares con mucha gente. Y ya es muy tarde, prefiero dormir temprano así mañana afrontar de la mejor manera mi trabajo.

–Bien.

Miente. Quiere huir. Lo sé.

–¡Hasta la cita!

Se fué.

Tendré que acordar con Karl el próximo plan. Lo único que falta saber, es cuál será el plan...

Le prometí a Karl que tendría todo bajo control. Pero, solo actuaré e improvisaré en el momento.

Volví a casa sin ocultar mi sonrisa. Le presumí a todos de mi nuevo novio. Bueno, casi todos, al presidente no le dije nada.

Ya es de noche. Apenas entré a mi cama, y mis sábanas me cubrieron, intenté idear algo para la salida con Poe.

Dejé de pensar en la cita y comencé a cerrar mis ojos de lo pesados que se habían vuelto. Fué un día bastante largo.

...

–Parece que la alegría de ayer, sigue prevaleciendo hasta ahora.

–¡Buenos días, Dazai!

¡Soñé con la mejor idea para nuestro primer acercamiento!

–Buenos días, Yosano. ¿Me recomiendas algún veterinario?

Para mi próximo plan, tendré que enseñarle a un mapache a como actuar de enfermo. ¡Que divertido!

~°~

–Lamento mucho esto, Ranpo.

–No te preocupes. Espero que Karl se recupere pronto.

–Tenias todo ya reservado. Seguro planeaste una gran cita... Lo siento. No puedo dejar a Karl solo en este estado.

–Por suerte aceptan reembolsos. Y llamé a un veterinario, es amigo de la doctora de la agencia, no nos cobrará.

–Gracias... En serio. Estoy en deuda contigo.

–No, no. Si me hubiera pasado a mí, tú habrías hecho lo mismo en mi lugar.