|Narrador Omnisciente|
Emma se sentía tan reprimida de ser ella misma, se sentía de una forma espeluznante al no encontrar rápidamente el lugar de escape que le quitara el hecho de que todos sus compañeros la miraron interrogantes, y la encontró, sin más pensar fue y se sentó al lado de aquella rubia que parecía más que hundida en sus pensamientos. Sentía que ella era la persona que menos intimidante le resultaba de su grupo, para todos lados donde miro se encontró con chicas bonitas y de intimidante actitud que les salía por los poros, chicos rebosantes de la seguridad que a ella le faltaba, se sentía pequeña.
-Hola- la rubia que estaba al lado de Emma la miraba curiosa, esperando por una respuesta.
La pelirroja no sabía cómo interactuar con personas, se sentía frustrada de no saber cómo contestar a un simple saludo por parte de una chica tan normal con ella. Sólo atinó a suspirar.
-Soy Malorie- Emma escuchó a su insistente compañera y pensó que sería demasiado malo de su parte seguir en su armazón de indiferencia.
-Me llamo Emma- fue lo único que pudo articular y al instante se sintió estúpida que sus primeras palabras sonaran tan rígidas.
Pero no tuvo que preocuparse más puesto que ningunas de las dos hablo lo que resto de su primera clase. Emma agradeció por el hecho, se dispuso a concentrarse en lo que el profesor decía y al mismo tiempo sus pensamientos viajaban a otros lugares, unos muy fantásticos y hermosos en los que le habría gustado ser la doncella que era rescatada de aquel gran peligro, mirándose sin pensar con Ashton en sus historias de ocio.
La clase terminó, Emma se concentró en mirar a su horario para saber a donde tendría que correr esta vez en lo que todos sus compañeros salían del aula dejándola sólo con Malorie quien luchaba por ponerse de pie sin conseguirlo, por lo que uno de sus intentos Emma le ayudó a hacerlo, ganándose un cordial agradecimiento de la ojiazul. Ella era muy amable, y pensó que podría abrirse una oportunidad para hacer una amiga.
Ambas hablaron un poco, era extraño para Emma también ser la primer persona conocida de Malorie, ella también era inglesa, y le resultaba suavemente reconfortante charlar con alguien que no tuviese un acento tan marcado como el de un canguro. Para su suerte el destino había querido que ellas convivieran lo suficiente, sus horarios eran idénticos por lo que pasarían todo o la mayor parte del tiempo juntas y a Emma le parecía una idea demasiado buena para ser cierta.
El día había transcurrido con una suavidad increíble, su primer día había llegado a su fin, y eso le parecía increíble porque sería la primera vez que regresaría a casa sin sentirse tonta por no haber hecho ninguna amiga con la cual sentirse menos solitaria, pero esta vez lo había hecho, e inclusive había sucedido que por alguna razón que no comprendía ella y Malorie se encontraban charlando con Aria, aquella chica que habían conocido en clase de literatura. Ella le había hablado a Malorie sobre Ashton, después de que Aria se había despedido de ambas, vio al ojimiel caminar en su dirección, mirándola con aquella mirada que la hacía sentir especial y aquella radiante sonrisa.
-Emma, te busque todo el día- dijo él cuando estaba más próximo a nosotras.
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Esclavo de la Luna |Ashton Irwin|
Fanfic"Tú eres la tranquilidad que me acompaña en noches de soledad y tormento" Serie Esclavos de la Noche. Historia Original.