—¿Cómo que no podemos pasar sin pagar? —pregunté, enarcando una ceja.
—Nunca hemos pagado por entrar aquí —añadió Sophia, que estaba a mi lado—. ¿No sabes quién es? —preguntó señalándome.
El chico negó con la cabeza. Lo cierto era que yo no le había visto nunca. Parecía bastante joven, así que debía de estar en su primer año.
—¡Pero si se ha tirado a media fraternidad! —exclamó Ashanti a mi derecha, como si ese dato fuera a ayudarnos en esta situación.
—Ash, tía —me quejé, intentando contener la risa.
La verdad era que no me importaba para nada la reputación que me había ganado en el campus. Me gustaba tener líos de una noche, me encantaba el sexo y no me importaba para nada lo que pensara la gente de mí. La universidad ya era bastante difícil y estresante como para no poder follarme a quién me diera la real gana.
—Puedo preguntarle a alguno de... —empezó a decir el chico, apuntando con el pulgar hacia dentro de la casa, pero entonces vi cómo Changbin pasaba por delante del hall de entrada en dirección al pasillo.
—¡Binnie! —grité de inmediato y se giró nada más escuchar mi voz.
Genial. Ya estábamos dentro.
—¡Por fin habéis llegado! —dijo justo cuando se acercó a nosotros—. ¿Qué hacéis aquí fuera todavía? —nos preguntó, frunciendo el ceño, y me agarró de la mano para llevarme hacia él y que entrase por la puerta, pasándome de inmediato el brazo por encima de los hombros.
—El novato no nos dejaba pasar —le respondí con una risilla, para que viera que no pasaba nada. No quería causarle ningún problema al pobre chico.
—¡Ah! Jeongin. Te dijimos específicamente que a ella y a sus amigas las dejases pasar.
—No sé cómo pensabais que iba a acordarme con todas las fotos de gente que me enseñasteis para que dejase pasar gratis —le contestó Jeongin.
—¿Le dijiste tú que me dejase entrar gratis, Binnie? —le pregunté y me giré para darle un mordisquito en el cuello.
—En realidad, fue Chan —confesó.
Solté un bufido.
Mierda. ¿Por qué había dicho eso Bangchan? Hacía semanas que ya no me veía con él. De hecho, hacía semanas que me estaba evitando y ni siquiera hablábamos. Todo desde que se había enfadado conmigo, porque no quería que estuviera con ningún tío más si estaba acostándome con él.
—Si tienes alguna duda, mándame un mensaje, que estoy atento —le dijo Changbin a Jeongin.
—Vale, sí, perdón —se disculpó el pobrecillo, haciéndonos una pequeña reverencia.
Hice un gesto con la mano para que viese que no pasaba nada y me acerqué un poco a él. Era muy guapo y muy adorable.
Sonreí y coloqué mi mano en el centro de su pecho.
—Perdonado —le dije mientras bajaba poco a poco en una caricia por su torso y por sus abdominales y le vi tragar con fuerza—. Pero para la próxima tienes que dejarnos pasar.
—S-sí, claro —contestó con rapidez y una risa nerviosa.
Noté cómo Changbin tiraba de mí para acercarme de nuevo a él, para quedarnos como estábamos antes, y nos dio media vuelta y se inclinó para poder decirme algo al oído.
—No juegues con el maknae —rio y yo le imité. Changbin sabía de sobra que me encantaba poner nerviosos a los tíos.
Empezamos a caminar hacia el pasillo, Changbin y yo delante y mis cuatro mejores amigas siguiéndonos.
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Sigma Kappa Zeta |Σ Κ Ζ| (Han Jisung, Bangchan & Tú)
FanfictionNunca te hubieras imaginado con quién ibas a acabar acostándote en una de las muchas fiestas de los chicos de la fraternidad Sigma Kappa Zeta. Y eso que ya habías pasado muy buenas noches en muchas de sus camas, pero ¿conseguiría Han Jisung lo que n...