Two choices: Villains or Heroes (Zodiac)

Four

Primer día de entrenamiento.

Y eso significa dejar tus tardes libres.

Era un precio costoso solo por ver a sus amigos.

Despacito y sin ningún apuro, el acuariano iba despojándose de sus mantas y frazadas cómodas, dónde estuvo durmiendo hace un momento.

Estuvo por toda su casa rezongando y quejándose de sus horarios y su vida; sin embargo, no tardó mucho en alistarse para volver al colegio.
Si tuviera un poder como el de teletransportarse o aparecer, muchas cosas mejorarían. Pero él no corría la misma suerte.

Salió de su casa soltando un bostezo, antes de tomar su camino hacia la escuela, de nuevo.

...

— ¡Cuánto tardas! —se quejó el ariano apenas lo vió ingresando en el salón. Estaban en la sala de profesores, esperándolo junto a la profesora Sheila.

El menor rodó los ojos, ignorando las quejas.

— ¿Ya están todos? ¿Solo son seis?

— Sí —confirmó Virgo, que inseguro, volvió a contarlos.

— Bien, acompañarme por favor.

Con esto, recogió un frasco transparente vacío; dos cronómetros; un espejo; una libreta, y un lapicero. Con su expresión seria se dirigió hasta la salida, esperando a que los alumnos la siguieran.

— ¿No podía tocarnos un mejor profesor? —susurró Piscis, a quien no le agradaba la mujer.

— Es la única que se ofreció a entrenar nuestro grupo, y la única que tiene las tardes libres, no creo que sea tan mala —contestó Virgo.

— Es simple para tí decirlo. Te fuiste antes de que ella llegara a dar clases —susurró Libra, pasando por su lado.

— Rápido, no vamos a dejar que nuestra única profesora se vaya —apuró Sagitario, mientras se dirigía a la puerta, seguido de los demás.

La siguieron hasta el patio, el lugar más espacioso de la escuela.

— Trabajaremos al aire libre. Tengo entendido que ustedes ya tienen experiencia en este tipo de cosas —dijo, dejando su cuaderno a un lado—. Ya saben, peleas, batallas, técnicas en combate y control de sus poderes.

— En realidad, no somos más que principiantes en est-

— Es por eso que quiero ponerlos a prueba —sentenció—. De acuerdo a como se desempeñen hoy como equipo, podremos proseguir en los siguientes entrenamientos.

— Pero nosotros...-

— Por ser el primer día, no será complicado —alzó el frasco, y arrojándolo con todas sus fuerzas hacia el fondo, confundiendo a los chicos—. Quiero que ante todo, su objetivo sea organizarse y cumplir con la misión. En lo posible, que colaboren todos.

— ¿Qué vamos a hacer, específicamente? —preguntó intrigado el castaño.

— Jugar a las atrapadas, ¿lo han intentado alguna vez?

— ¡¿Correr?! —preguntó esta vez Libra.

— Hmm... sí. O bueno, si es que es necesario. Aquí tienen el cronómetro —dijo, mientras se lo lanzaba a Virgo—. Las reglas son sencillas: como primera prueba, tendrán que atraparme a mí, sea como sea.

De allí, la profesora se encogió, a la altura de casi un dedo. Algunos se sorprendieron, a medida que comprendían la misión.

La única dificultad era atrapar a la profesora Sheila mientras usaba su poder: el de cambiar de tamaño. Además de que, al hacerse más pequeña, su velocidad también aumentaba.