yo seria tu amor

Capítulo 21 : Solo una última vez

El aire estaba más pesado desde que Nancy y Robin estuvieron allí hace un mes, cuando su misión fallida les hizo perder a Eddie. . Tan pronto como llegó el trío, se sorprendieron por el olor acre que llenó sus fosas nasales. Se taparon la boca y la nariz para evitar las partículas que bailaban en el aire, pero el hedor parecía penetrar todo.

Jon notó que algo era diferente esta vez. El olor nunca había sido un problema antes, pero ahora era abrumador.

Los amigos siguieron adelante, siguiendo el ejemplo de Will hacia el lugar donde creía que se escondía el Mindflayer. Reconocieron el camino a la granja de Merrill, que habían cruzado docenas de veces antes. Pero ahora, a pesar de que todos habían estado en Upside Down como invitados, la escena frente a ellos era aterradora.

La granja del viejo Merrill siempre había sido un espectáculo agradable, con ondulantes campos verdes y caballos y vacas satisfechos. Pero cuando los amigos se acercaron, retrocedieron ante la vista que los recibió. El aire estaba denso con un olor nocivo que hizo que sus ojos se humedecieran y sus gargantas ardieran. El suelo estaba cubierto de parches de enredaderas desconcertantes, su color sangre destacaba en marcado contraste con el paisaje circundante.

El resto de la granja estaba oscurecido por una extraña sustancia oscura y mohosa que parecía adherirse a todo. Nance, Robin y Jon intercambiaron miradas de horror al darse cuenta de la gravedad de la situación. Siguieron adelante, siguiendo el ejemplo de Will, con la esperanza de encontrar una manera de detener la amenaza inminente del Mindflayer.

A medida que se acercaban, no pudieron evitar sentir una creciente sensación de temor.

Nancy se estremeció al recordar la última vez que había sentido algo así. Había pasado días preparándose para este momento, quedándose despierta hasta tarde durante la última semana para recordar cada detalle del Mindflayer. Trató de convencerse a sí misma de que su única debilidad era la clave del éxito.

“No necesitas matarlo”, se había dicho a sí misma. “Solo lastímalo lo suficiente, dañalo lo suficiente. Solo inmovilízalo”.

Nancy sabía que tenían que darle una oportunidad a El. Era su única esperanza de libertad. Podían dejar todo esto atrás e intentar seguir adelante, pero primero tenían que tener éxito.

Mientras tanto, Jonathan intentaba concentrarse en el camino que tenía por delante, pero le resultaba difícil saber que sus hermanos pequeños iban a enfrentarse al maestro de esta locura. Jane y Will iban a matar a un monstruo interdimensional asesino en serie. Se sentía impotente, pero sabía que tenía que hacer su parte y confiar en que los demás harían lo mismo.

“¿Nance?” preguntó Robin, a unos metros de la finca.

Nancy se volvió hacia su amiga. “¿Sí?”

“¿No sientes algo extraño?” preguntó la chica de pelo corto.

“Tienes que ser más específico, Robin”, respondió Nancy. “Todo esto es extraño”.

“Lo sé, pero ¿no debería haber más… ya sabes, demoperros o demomurciélagos por aquí? Aquí es donde viven”.

Nancy se detuvo en seco. No se había dado cuenta antes, demasiado concentrada en llegar a la granja lo antes posible. El viaje había transcurrido sin incidentes.

“Está bien, tiene que haber una explicación para eso. Solo tenemos que estar alerta”, dijo Nancy. El trío siguió caminando, y luego lo vieron.

Allí, sin moverse demasiado, había una enorme araña hecha de sombras y partículas. Vigilaba la granja, un centinela silencioso en la oscuridad. El miedo se deslizó en los corazones de los amigos.