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𝐓𝐖: 𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀, 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄, 𝐕𝐈𝐎𝐋𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍.
Cada día la cercanía entre ambos parecía ir en aumento, la química era irreal, irradian felicidad cada vez que alguien los veía juntos por la ciudad. Eran dos jóvenes enamorados, o al menos eso creían todas las personas que les veian, claro que estaban enamorados, no cualquiera tenía es conexión tan genuina y agradable, tan cariñosa y amorosa.
Se habían conocido en la biblioteca de la universidad, tenían libros en común, películas y hasta bebida, por lo que después de beber un café supieron que debían seguir saliendo.
Eran el centro de atención en todos lados, vaya, nadie se esperaría que ellos dos salieran tanto tiempo juntos y a todos lados, era normal verlos por allí y por allá, tomados del brazo, yendo de compras o tomando un café. Si no los hubieran visto besarse de vez en cuando la mayoría creria que el mayor se los dos era gay, el mejor amigo gay de una pareja de erizos bastante positiva.
Irradiaban felicidad con cada paso que a todos les parecían adorables, a todos menos a una persona.
Él solía seguirla y Silver en más de un ocasión lo noto, intento restarle importancia pero cuando aquel moreno y él intercambiaban miradas parecían enemigos naturales, como si toda la vida se hubiesen odiado.
Scourge tenía casi veinticinco años, odiaba saber que aquel varón morseaba a su pareja, sobre todo con aquella diferencia de seis años entre ella y él, lo aborrecía y se aborrecía a si mismo por tener pensamientos tan intrusivos cuando se trataba de proteger a Amy.
Aquella noche manos erizos habían decidió salir a divertirse y ya que ninguno era consumidor de el alcohol, una pista de baile ambientada en los ochentas fue el lugar perfecto para aquella salida. Ambos se veían perfectos, eran la pareja ideal; no dramas, no peleas, solamente amor que dar y tanta confianza entre ambos que el uno moriría por el otro y para ser honestos... También matarían por el otro.
─── ¿Quieres comer algo antes de entrar a la pista? ─ cuestión el varón albino con un sincera sonrisa.
Amy nego con la cabeza ─── ¡Llevo emocionada por venir aquí por años! ¡Vayamos ya!
Y así, ella tomo la mano de su amado para correr a la pista de baile y poder comenzar a bailar. Ninguno era experto pero estaban tan sincronizados que se veian como dos bailarines profesionales, giros y vueltas, movimientos de cadera y risas por doquier. Incluso Silver descubrió que Amy se sabía a la perfección la coreografía de Thriller y cuando finalmente ella se canso, se aparto un poco de la pista a mitad de una canción lenta.
─── ¡Voy por bebidas! ─ anuncio Rose perdiéndose en la multitud.
Silver alzo la mirada para verla, sin embargo la rosada había salido de su rango de visión.
